Ideología sin pluralismo

Por: Orlando Ochoa


Razón tenía el Presidente al referirse al problema de "escasez de recursos intelectuales"

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Existen solamente dos corrientes de izquierda, la que acepta las instituciones democráticas y busca cambios sociales en un sistema político plural y la extremista apegada al marxismo-leninismo que entiende a las instituciones como creaciones "burguesas" que deben ser tomadas por asalto para el control político permanente. Esta última izquierda radical no es, y nunca será de espíritu democrático, aunque pretenda esconder su dogmatismo. Los extremistas, de izquierda o derecha, cuando han tenido la oportunidad de invadir el Estado y obligarlo a ser un apéndice de su parcialidad política suelen justificar con proyectos revolucionarios o nacionalistas-fascistas la construcción de aparatos militares o milicias orientados al control político interno.

Los sectores democráticos del chavismo que aceptan con sinceridad la pluralidad como principio, algo impensable en el socialismo marxista ortodoxo tal como lo afirmó en el Patio de Honor de las FAN el general Raúl Baduel el pasado 18 de julio, están frente al dilema crucial que representa la propuesta de reforma constitucional. Pretender inducir al pueblo hacia una reforma de corte personalista bajo una concepción política y económica marxista, contraria a todo principio de pluralidad, descentralización y de alternabilidad democrática, no podrá dejar de tener consecuencias sobre el chavismo y sobre Venezuela, pues desnuda la verdadera naturaleza de su proyecto político.

Los extremistas usualmente no entienden de incentivos económicos, creen en el voluntarismo ideológico ciego y así arruinaron y corrompieron a las economías socialistas del siglo XX. En China y Rusia en las últimas décadas bajo distintos caminos se buscaron formas de ampliar y reforzar la propiedad privada, luego del desastre económico socialista-marxista pues la propiedad colectiva/estatal fue la causa de graves deficiencias productivas que agudizaron la escasez de alimentos y la miseria; en nuestro país no obstante el fracaso y corrupción documentada que tienen los ministros del gobierno en sus experimentos con propiedad colectiva, subsidiados con dinero petrolero, se pretende ir en dirección contraria a la historia. Razón tenía el presidente Chávez al referirse al problema de "escasez de recursos intelectuales" quizás porque la esencia de su proyecto personal no se detiene en estos detalles.