Mensaje del Dr. Hermann Escarrá

Al pueblo Venezolano, A la dirigencia del País

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Con profundo respeto me dirijo a ustedes en esta hora grave que vive la república, para precisar aun más nuestra posición ante el ilegítimo evento del 2 de diciembre próximo. No sin antes aclarar que me he separado definitivamente del Comando Nacional de la Resistencia CNR, una vez que sus directivos decidieron llamar a votar, contrariando lo que hace hasta menos de 48 horas habían sostenido; por tanto no tengo ninguna responsabilidad por las declaraciones dadas por dos de sus personajes mas conspicuos ni sobre ningún documento que tuviese que ver con ese hecho tan lamentable. Mis apreciaciones serán expuestas en otra oportunidad pues lo que está en juego es demasiado importante para el destino de la patria libre.

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Mi posición es invariable frente al plebiscito del 2 de diciembre y es la de desconocer el hecho electoral con su fraude ya organizado por el régimen, por tanto no solo no iré a votar, sino que se trata también de defender la democracia y la constitución del ya tantas veces denunciado golpe de estado presidencial a la democracia venezolana y a la constitución, acto este sostenido en el artículo 350 constitucional y en las acciones que ese día y los días siguientes debemos realizar con el pueblo de Venezuela, además de evitar la convalidación del fraude, de la nueva constitución, de la inmoralidad que representa y de la ruptura final del orden democrático. Al final la unidad en que yo creo es la del músculo social en la calle para defender tanto al que ejerció el voto como al que decidió revelarse cívicamente ante el hecho electoral. La unidad en la que yo creo es en las calles de la patria para defenderla sin límite alguno.

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No tengo ni puedo tener relación alguna con los oportunistas de última hora, con los habladores de siempre, los mentirosos compulsivos, los que confunden la moral de la república con sus miserias personales, para ellos el mensaje de Simón Bolívar en aquella carta de1815: "el alma de un siervo rara vez alcanza a apreciar la sana libertad: se enfurecen los tumultos y se humillan las cadenas"