La reforma NO pasó
Bandera Roja / Comité Político Nacional
Avancemos en la construcción de una fuerza popular,
democrática y progresista
Los venezolanos abren una nueva etapa en la reconquista de la democracia
democrática y progresista
Los venezolanos abren una nueva etapa en la reconquista de la democracia
El pueblo venezolano ha dado un rotundo NO a la reforma constitucional que pretendía legalizar las ambiciones autoritarias y antidemocráticas de Chávez, en sus afanes de megalomanía despótica. El triunfo del NO significa un freno para impedir el golpe a la Constitución de 1999, que el Presidente y la Asamblea Nacional trataban de asestarle con esta reforma anticonstitucional y arbitraria. El rechazo abierto expresado en los votos por el NO junto a la elevada abstención superaron 75 por ciento de la población que no respaldó la reforma.
La política de movilización de calle y de desenmascaramiento del fondo antidemocrático, antipopular, antirrepublicano y retrógrado que escondía la reforma constitucional fue vital para que el rechazo se expresara significativamente en el voto por el NO. Se logró reactivar el ánimo de lucha de importantes contingentes de venezolanos contra la amenaza cierta a las libertades y los derechos democráticos. Destacan en este esfuerzo los trabajadores, los sindicatos, los gremios, las organizaciones sociales de base, y en especial despuntaron la juventud y muy principalmente el movimiento estudiantil que con su franqueza en la lucha impulsó la unión de todas las tendencias democráticas que rechazamos la reforma.
Apenas a dos días de reconocer su derrota, se hace evidente el talante antidemocrático de Chávez, en sus expresiones groseras e irrespetuosas contra la voluntad popular expresada el 2 de diciembre, contra la mayoría popular que no lo acompaña en esos afanes autoritarios. La lucha contra estas amenazas a la libertad y la democracia no cesarán hasta que no desmontemos completamente el régimen autocrático que se ha construido como traje a la medida del tiranuelo de Sabaneta. La unidad del pueblo debe seguir ampliándose y continuar enfrentando las acciones antipopulares y antidemocráticas, lo cual exige un verdadero espíritu de amplitud y de respeto a la gama de expresiones políticas e ideológicas que enfrentamos al régimen. Asimismo la unidad debe sustentarse en una propuesta de progreso, de una democracia de nuevo tipo que le brinde perspectivas a todo el pueblo venezolano.
Los resultados del 2-D convocan a la reunificación por un cambio verdadero
Sobreponiéndose al excesivo ventajismo, al control de todas las instituciones, la población opuesta a la reforma decidió asistir a votar y a cuidar su voto al máximo posible, pese a todas las aprehensiones que existen sobre el sistema electoral. Un significativo número de venezolanos expresaron su rechazo a la reforma no asistiendo al acto del sufragio y —a sabiendas de que no es fácil interpretar esta conducta y que ella se soporta en variados razonamientos— entendemos que en buena parte de ellos existe incertidumbre en las vías que se le presentan como alternativa frente al régimen.
La oposición es heterogénea y más aún la votación por el NO. En las propias filas de quienes han venido apoyando al gobierno hay reservas democráticas y nacionalistas sinceras que ya comienzan a diferenciarse, aun cuando no encuentran en la oposición un planteamiento de cambio que los atraiga e identifique.
Convocamos a la construcción de un movimiento político de masas verdaderamente alternativo y que dé cauce a los sentimientos de cambio, progreso y bienestar que anidan en la sociedad venezolana, que se exprese en los espacios de lucha de los trabajadores, de los estudiantes, de los campesinos, de los profesionales, en las comunidades, y que debe forjarse en todos los campos del quehacer económico, político y social.
Las luchas populares deben unificarse en una sola plataforma
En el camino de construir una verdadera fuerza alternativa, es de suma importancia revitalizar y unificar las luchas populares, a la par que se destinan esfuerzos en la defensa de la autonomía de las organizaciones sindicales, estudiantiles, gremiales y profesionales, y de las universidades. Debemos impulsar la construcción de espacios de articulación de las luchas y de unificación de ellas en una plataforma unitaria. Proponemos la realización de un Encuentro Nacional de Luchadores Populares, con eventos previos en cada uno de los estados, para acordarnos en una sola y unificada plataforma de luchas inmediatas que contemple los siguientes elementos:
a.- La galopante inflación nos llama a lanzar una lucha por un aumento general de salarios, que no puede esperar los acostumbrados decretos presidenciales de mayo.
b.- La desesperante inseguridad personal exige planes serios para controlar la delincuencia desbordada y brindar sosiego, al menos en estos días de celebración de las navidades.
c.- El desabastecimiento y la carestía obligan a la convocatoria de espacios de entendimiento y de diálogo entre productores, consumidores y gobierno, en busca de incentivar la producción nacional de los principales rubros de la dieta popular.
d.- La pronta aprobación de las leyes que garanticen una amplia seguridad social, la demanda de la reducción de la jornada y el restablecimiento de la retroactividad en el recálculo de las prestaciones sociales forman parte de las exigencias inmediatas de los trabajadores a ser levantadas en esta plataforma de luchas.
Comienza el derrumbe del régimen y el desenmascaramiento de su falso socialismo
Se ha evidenciado una enorme fractura en los sectores sociales que vienen apoyando las políticas del gobierno: la inseguridad personal, la corrupción, las promesas incumplidas, la ineficacia e ineptitud administrativas, la no atención a fondo de la pobreza y la miseria, el desabastecimiento y la baja en la producción, el freno a la industria nacional, la intolerancia y la descalificación del adversario, así como el chantaje, el caudillismo y la discriminación política, conforman un cuadro que convierte al Presidente en una amenaza contra la democracia y la libertad.
Consideramos una equivocación aseverar que la derrota a la pretensión de Chávez por eternizarse en el poder, por convertirse en una especie de amo del país, signifique un rechazo al socialismo. Por el contrario, coloca en evidencia que la gente aspira y entiende por socialismo más democracia, más participación, mayor desarrollo y bienestar para los venezolanos, así como la independencia, soberanía y autonomía del país frente a la oligarquía financiera. Aunque el discurso del régimen descansa en un tal “socialismo del siglo xxi”, en la práctica esto es sólo una cobertura para enmascarar un régimen corrupto, neoliberal, que ha gobernado en detrimento de la nación y de la sociedad, favoreciendo a los dueños del dinero nacional e internacional.
Bandera Roja llama a levantar con mucha fuerza la lucha por la democracia y la libertad, ante las amenazas delirantes de replantear la reforma con claro propósito continuista.
Comité Político Nacional de Bandera Roja
Caracas, 6 de diciembre de 2007
Gabriel Puerta
(secretario general),
Pedro Véliz (presidente),
Eduardo Torres (dirigente estudiantil),
José Araque (activista de los Derechos Humanos).
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