El pueblo reclama cambios
Por: Robin Rodríguez
Dirigente de Vanguardia Popular
Desde el sacudón del 27 de febrero de 1989 el pueblo venezolano viene explorando un cambio radical en su realidad socio-económica; al punto que aquel POR AHORA del 4 de febrero logró captar la simpatía de la mayoría de la población, al considerar que las cúpulas adeco-copeyanas ya no representaban opciones para conquistar el bienestar anhelado. Diez años después de ese sacudón político-social, Hugo Chávez llega al poder con una indiscutible mayoría que se mantuvo en 11 procesos electorales (desde diciembre de 1998 al 2006), sin embargo la ineficiencia gubernamental de estos falsos revolucionarios ha quedado en evidencia, con el agravante de actitudes autoritarias del presidente que han dado comienzo al derrumbe del régimen. La derrota de Chávez el 2 de diciembre debemos relacionarla con el incremento de las acciones de protestas del pueblo venezolano en un 62% desde el 1998 al 2006, debido a la inseguridad, el desempleo, falta de mejoras salariales sustanciales, la firma de contratación colectivas, la escasez de alimentos, el costo de la vida, la falta de viviendas y otros males sociales heredados del pasado pero profundizados en un gobierno caracterizado por la corrupción, la incapacidad y el derroche de multimillonarios recursos en cosas que no son prioritarias para el país y sus habitantes. Al igual que el segundo mandato de Carlos Andrés Pérez, en diciembre de 2006 el 63% de los votos validos fueron para Chávez, pero su incapacidad para atender los deseos y necesidades de la población y su pretensión dictatorial con la reforma derrotada, ha acelerado la desilusión del pueblo con esta falsa revolución.
Lejos de estar planteado cambios constitucionales (por iniciativa popular o a través de una constituyente), es necesario presentar una plataforma de lucha, acompañada de propuestas concretas para la atención de los graves problemas sociales y económicos del país. Un plan de gobierno para el gobierno y las masas que sirva en la orientación de las 600 manifestaciones que se han venido efectuando mensualmente durante el 2007. La construcción de una nueva mayoría pasa por la interpretación de las necesidades y los deseos de la población, de la existencia de una plataforma de lucha que permita coordinar y orientar al movimiento popular y un liderazgo verdaderamente revolucionario, democrático, progresista y nacionalista conectado con los anhelos del pueblo, donde las cúpulas podridas del pasado y estos falsos revolucionarios no están en capacidad de satisfacer.
Vanguardia Popular ha venido adelantando acercamientos con PODEMOS, el MAS, La Causa R y los fundadores del MBR200 y del Movimiento Quinta Republica en Anzoátegui, entre los que se encuentran Nelson Carreño, Rigoberto Cardivillo y Juan Isaac, para la concreción de un frente de lucha de claro aliento popular y progresista. Al mismo tiempo estamos preparando el Segundo Encuentro Regional de Luchadores Sociales (con un comité promotor de 72 luchadores sociales) para afinar propuestas y acciones que permitan presionar a los gobernantes, en función que se efectué las inversiones en las áreas que garantizaran el progreso y el bienestar de los ciudadanos.
El nuevo liderazgo que reclama el 82% de los venezolanos esta brotando desde las universidades y de los sectores populares; de allí que debemos contribuir en su formación política. El pueblo no quiere en las alcaldías, gobernaciones y en el parlamento a los bandidos del presente y los del pasado que buscan sacarle provecho político a la derrota que el pueblo le propició a Chávez el 2 de diciembre.
1 Comments:
Con la derrota del Presidente Chavez, en mi opinión, es derrotada también buena parte de las recetas del Banco Mundial, del Instituto de Gobernabilidad de Catalunya, del Fondo Monetario Internacional, del Banco Interamericano de Desarrollo y de muchas otras instituciones como Ongs y fundaciones que creen en la auto gestión, en la participación plena sin exclusiones y discriminaciones, en la contraloría ciudadana, organizaciones barriales, movimientos cívicos de apoyo o condena a acciones manipuladoras de grupos poderosos, mediática o financieramente.
Sin educación y honestidad no se puede nada.
Fracasa aquella pretensión de formar una Nación sin Estado, un Estado fragmentado y/o un Estado paralelo, como las Misiones que pretendían sustituir a los Ministerios presupuestados, pasando a la auto gestión comunitaria ciudadana con inyecciones financieras esporádicas para su subsistencia, dentro de un asistencialismo tipo limosnero con distribuciones irregulares y no controladas de royalties, en un régimen que también incluía trueques, voluntariado, donaciones, solidaridad y ollas populares.
Anarquía sin educación solamente desestabiliza y provoca más violencia.
Estoy convencida y justamente por eso acompañé todo el proceso detenidamente desde su principio, de que aquella anarquía no podría llegar a un buen resultado. A pesar de su lindo discurso.
Hoy la mejor alternativa será introducir las Misiones a sus respectivos ministerios y devolver al Estado sus autenticas y genuinas tareas, se debe fortalecer el Estado, su institucionalidad, y eso se hace con pago de impuestos, con mucha inversión en educación, buena administración de lo recaudado, eliminando la corrupción e impunidad, protegiendo nuestras producciones, subsidiando a los pobres mientras los educa y capacita, a los ricos que generen empleos y a todos los que deseen progresar. Potenciar los medios de comunicación y todas las instituciones encargadas de educar, instruir y capacitar. Educar para la salud preventiva, para el trabajo, para la paz y el progreso. Educar con el pago ordenado y coordinado de impuestos, premios y multas. Educación tributaria, cívica, jurídica, ciudadana, sanitaria, urbana, Propongo un Estado fuerte protector, interventor, vendedor, regulador, integracionista, hasta competitivo pero como prioridad el Bienestar social, que esté a servicio del progreso de sus contribuyentes.
Lo que debemos romper es el esquema de la corrupción, del crimen organizado, de los evasores de impuestos y lavadores de dinero.
Romper la barrera de la ignorancia y de la falta de educación. Y esto el Presidente Chávez no hizo
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