Venezuela: El Terror de la Estanflación
El Problema Económico 2009
Por: Orlando Ochoa
La magnitud de la caída del ingreso fiscal petrolero venezolano en 2009 se estima sea entre 60 y 75 por ciento. Lo cual significaría un aporte fiscal de $10.000 a $15.000 millones mientras el cálculo presupuestario fue de $35.900 millones. La situación obliga a reducir los otros gastos oficiales nacionales e internacionales que solía asumir PDVSA. La falta de transparencia en las cuentas del Gobierno y de PDVSA es la peor de cualquier economía emergente, lo cual esconde menguados volúmenes de exportación y prácticas de corrupción financiera. Otros records son la inflación y la percepción de riesgo país.
Para enfrentar la coyuntura el Gobierno ha tomada tres medidas: primero, mayor uso del financiamiento monetario del gasto público, con el traspaso sin contrapartida de $12.000 millones de reservas internacionales del Banco Central de Venezuela al FONDEN; segundo, negociación de contratos financieros/petroleros para recibir dinero en efectivo en forma inmediata, con los bajos precios del crudo como base, a ser pagado luego con la entrega de petróleo a futuro, lo cual implica hipotecar el flujo de ingreso petrolero posterior para cubrir la irresponsabilidad fiscal actual; tercero, el retraso sistemático en pagos a proveedores y contratistas del Estado, PDVSA, CVG, además de la drástica disminución en las autorizaciones de divisas por CADIVI para las importaciones. Esto reducirá significativamente la recaudación de aduanas e IVA por parte del SENIAT. Lo peor que queda por venir es una devaluación del bolívar, con el único objetivo de elevar los ingresos en bolívares para el fisco por cada dólar petrolero exportado, lo cual en el contexto anterior disparará la inflación sobre 40%, reducirá el salario real y elevará los índices de pobreza.
En éste ambiente del 2009 caerá la producción industrial y agrícola del sector privado, la cual también es amenazada por la torpe y miope doctrina del Gobierno. Este es un cuadro recesivo con inflación, fruto de distorsiones acumuladas sin resolver, subsidiadas hasta ahora por el alto ingreso petrolero. Es difícil concebir peores medidas para la economía y los pobres. La responsabilidad central es del Presidente Chávez y sus irreflexivos ejecutores, Alí Rodríguez, Ministro de Finanzas, y Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Presidente de PDVSA.
La magnitud de la caída del ingreso fiscal petrolero venezolano en 2009 se estima sea entre 60 y 75 por ciento. Lo cual significaría un aporte fiscal de $10.000 a $15.000 millones mientras el cálculo presupuestario fue de $35.900 millones. La situación obliga a reducir los otros gastos oficiales nacionales e internacionales que solía asumir PDVSA. La falta de transparencia en las cuentas del Gobierno y de PDVSA es la peor de cualquier economía emergente, lo cual esconde menguados volúmenes de exportación y prácticas de corrupción financiera. Otros records son la inflación y la percepción de riesgo país.
Para enfrentar la coyuntura el Gobierno ha tomada tres medidas: primero, mayor uso del financiamiento monetario del gasto público, con el traspaso sin contrapartida de $12.000 millones de reservas internacionales del Banco Central de Venezuela al FONDEN; segundo, negociación de contratos financieros/petroleros para recibir dinero en efectivo en forma inmediata, con los bajos precios del crudo como base, a ser pagado luego con la entrega de petróleo a futuro, lo cual implica hipotecar el flujo de ingreso petrolero posterior para cubrir la irresponsabilidad fiscal actual; tercero, el retraso sistemático en pagos a proveedores y contratistas del Estado, PDVSA, CVG, además de la drástica disminución en las autorizaciones de divisas por CADIVI para las importaciones. Esto reducirá significativamente la recaudación de aduanas e IVA por parte del SENIAT. Lo peor que queda por venir es una devaluación del bolívar, con el único objetivo de elevar los ingresos en bolívares para el fisco por cada dólar petrolero exportado, lo cual en el contexto anterior disparará la inflación sobre 40%, reducirá el salario real y elevará los índices de pobreza.
En éste ambiente del 2009 caerá la producción industrial y agrícola del sector privado, la cual también es amenazada por la torpe y miope doctrina del Gobierno. Este es un cuadro recesivo con inflación, fruto de distorsiones acumuladas sin resolver, subsidiadas hasta ahora por el alto ingreso petrolero. Es difícil concebir peores medidas para la economía y los pobres. La responsabilidad central es del Presidente Chávez y sus irreflexivos ejecutores, Alí Rodríguez, Ministro de Finanzas, y Rafael Ramírez, Ministro de Energía y Presidente de PDVSA.
Etiquetas: Análisis Económico
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