TRIBILIN Y PETER PAN

Por Richard Casanova

A pesar de la inconveniencia de auto-medicarse, el gobierno ha concluido que “Globovisión enferma”. Y la verdad es que quien vea la actitud del Teniente Coronel frente al canal de noticias puede concluir que ciertamente enferma...y mucho! Pero ello no es novedad pues todos los regímenes autocráticos -especialmente los militaristas- son perturbados por la opinión libre, los descompone que pongan en evidencia su incompetencia y desenfrenada corrupción. Quisieran medios más que complacientes, serviles.

Esta paranoia mediática es apenas un síntoma de la enfermiza e inocultable obsesión de poder del Teniente Coronel, patología que a su vez ha derivado en unas cuantas manías esquizofrénicas: la oligarquía, Bush, los 40 años, la oposición golpista, la CIA, el magnicidio y esa sarta de pendejadas que se ha convertido en la comidilla de propios y extraños. En privado, hasta sus seguidores -ante tantos disparates- exhiben una risita socarrona, mezcla de burla con pena ajena. Ya la Sicología Social no es suficiente para entender las dinámicas y procesos que se producen en el seno de la sociedad, vamos camino a una nueva disciplina, la Siquiatría Política.

Aunque no se refería en particular a lo político, la sicóloga española Reyes Tobellas hablaba recientemente del Síndrome de Peter Pan para describir al paciente adulto que –en diversas formas- vive como adolecente, “no se responsabiliza de sus actos”, “suele quejarse y culpar al resto del mundo de sus problemas”; busca soluciones externas (Fidel, por ejemplo); “es un ser permanentemente insatisfecho” o insaciable, diría yo; “tiene ideas sobre grandes proyectos y aventuras amorosas que nunca se cumplen”; a menudo cambia de pareja, puede vivir con sus padres o con una mujer que tolere sus actos; no sabe estar solo o prefiere estar en multitudes; “le gusta estar siempre contento (¿cantar?) y siempre está buscando maneras de divertirse y evadirse de la realidad”; es manipulador, narcisista y asume posturas de rebeldía sin causa. ¿Será que Peter Pan está en Venezuela? O quizás sea más bien el Capitán Garfio: tiene rango militar, es igualmente irresponsable y ejerce la piratería!

Advertencia al lector: cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Y si piensa que me he referido a Tribilín –el de Walt Disney, claro- es seguro que usted tiene un complejo de cachorro del imperio, capitalista o agente de la CIA, con lo cual le daría la razón a quienes afirman que “Globovisión enferma”.