La Salud No Es Prioridad Para El Régimen del tte coronel
Por: José Rafael López Padrino
La gestión de gobierno del tte coronel está marcada con el sello del fracaso. La declaración de emergencia del sistema de salud pública por parte del propio felón de Miraflores, evidencia la gravedad de la crisis en que se encuentra sumido el sector. Tras diez largos años de manipulaciones y de mentiras, orquestadas por el eficiente aparato propagandístico del gobierno, el tte coronel ha tenido que reconocer lo que para nadie era un secreto: La salud pública en Venezuela está agónica.
El tte coronel heredó de la IV República un Sistema Público de Salud con serios problemas presupuestarios, con una infraestructura que requería mantenimiento y ampliación de la planta física, con una eficiencia cuestionable, y con una duplicidad de servicios contraproducente, etc., todos problemas muy serios, que requerían atención inmediata. Muchos pensaron que con la llegada del nuevo gobierno se implementaría el Sistema Único de Salud, viejo anhelo de muchos venezolanos, y que se concretarían esfuerzos para una inversión mayor en el sector, ampliando el número hospitales y de ambulatorios, remodelando los ya existentes, actualizando los programas de medicina preventiva, dotando de equipos e insumos a los centros de atención, y mejorando los salarios de los profesionales y trabajadores del sector.
Sin embargo, el tte coronel no hizo nada de esto, y en lugar de ejecutar programas para recuperar al maltrecho sector salud, terminó destruyendo lo que había heredado de las administraciones pasadas. Por una parte abandonó el sistema hospitalario a su suerte, privándolo de recursos, negándole la necesaria dotación de equipos y el mantenimiento apropiado, y por la otra desmanteló la red ambulatoria, que a pesar de sus deficiencias, cumplía una función importante en la preservación de la salud de los venezolanos. En su lugar creó un sistema paralelo de salud, “Barrio Adentro I y I”. “Barrio Adentro I”, constituido por los consultorios populares, los cuales no fueron concebidos como instrumentos prestadores de salud de alta calidad, sino como entes de proselitismo político en favor de la rovolución; de allí su estructuración con profesionales fundamentalmente cubanos y la participación casi marginal de venezolanos. “Barrio Adentro II”, constituido por los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y Centros de Alta Tecnología (CAT), los cuales por su número y los limitados servicios que ofertan no satisfacen las necesidades de la comunidad; aunado a una calidad muy cuestionada por la poca experiencia profesional del personal que labora en los mismos. Hoy “Barrio Adentro I y II” están en franco deterioro, más de 2.000 módulos, 50 CDI y un número no determinado de CAT, están cerrados. Las infraestructuras están deterioradas por falta de mantenimiento, carecen de insumos, y de equipos, y para colmo de males no tienen personal médico. Frente a este gigantesco fracaso, el tte coronel ha propuesto la genial idea de traer más médicos cubanos al país, como si el problema fuese simplemente el número de galenos y no el modelo de salud que ha pretendido imponer militarmente.
Un segundo gran fracaso en materia de salud ha sido el abandono de los planes de prevención de enfermedades necesarios para la Salud Pública del país. El régimen canceló muchos de los programas de vacunación infantil, y otros han sido reducidos a niveles espasmódicos. Muestra de ese desprecio fue la ausencia del Ministro Popular para la Salud, coronel Carlos Rotondaro, en la reunión de los ministros de Salud de los países de Unasur (Quito), para negociar con los laboratorios la adquisición de las dosis de vacunas contra la gripe porcina (AH1N1) que se requerirán para el año 2010. Dada su inasistencia, nos quedamos sin vacunas para el año próximo, en momentos en que la expansión de la epidemia ha roto la cortina de silencio que los azotes de barrio que nos gobiernan intentaron tender sobre la incidencia de la influenza AH1N1. La Red de Sociedades Científicas Médicas (RSCM) ha criticado la falta de intersectorialidad en el manejo de esta pandemia, y el subregistro de casos y de muertes provocadas por esta Influenza por parte de las autoridades sanitarias del país. Es alarmante que la tasa de letalidad por el virus AH1N1, esté cercana al 5%, duplicando las cifras observadas en otros países en América Latina donde está entre 2% y 2,5%. Obviamente, el coronel Rotondaro es un ignorante en materia de salud, su formación castrense sólo le permite decir: ordene mi comandante y gritar Patria, socialismo o muerte. ¿Qué sabe el burro del canto del ruiseñor?
Además, los programas sistematizados de fumigación han sido suspendidos, sólo se hacen de manera coyuntural, como ocurrió meses atrás durante la epidemia de dengue. El Programa de Alimentación Materno Infantil (PAMI) fue también cancelado. El número de casos de desnutrición y mortalidad infantil se han incrementado, en comparación con los últimos veinte años. El Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria (Sasa), encargado de vigilar las enfermedades de los animales que se transmiten a los seres humanos (leptospirosis, brucelosis, y cisticercosis), fue eliminado. El país experimenta un repunte de enfermedades que ya habían sido controladas, como la tuberculosis, el paludismo, el dengue, la papera, el sarampión, e incluso el mal de Chagas. El Boletín Epidemiológico, publicado ininterrumpidamente desde el año 1945, fue suspendido por órdenes de Miraflores, por considerar “imprudente develar los indicadores de salud del país”.
Aunado a todo el desastre antes mencionado, una corrupción galopante depreda los recursos del Ministerio del Poder Popular para la Salud. El Dr. Tirso Silva, médico y expresidente de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, ha denunciado que la inversión en el sector salud -asignación de recursos del presupuesto nacional y de varios créditos adicionales- no se compagina con las obras realizadas en el sector. Nos preguntamos ¿Dónde están esos cuantiosos recursos? Seguramente engordando las cuentas bancarias de los boliburgueses, sujetos sociales de esta robolución grotesca.
Los venezolanos padecemos las consecuencias de un régimen falaz, maniqueo y demagógico, secundado por una corte de serviles, e incapaces. Muestra de ello, fueron las respuestas del mitómano del Palacio de Misia Jacinta durante la entrevista complaciente realizada por Larry King (24/9/09/CNN). Obviamente, el pinocho de Miraflores no mencionó la crisis médico asistencial de la cual hemos hablado, ni que el PIB cayó 2,4% en el último trimestre, que la inflación llegó al 30% en el 2008, que la producción petrolera ha disminuido en forma importante. Igualmente, que hay una crisis en la educación, que la gente no tiene viviendas, que el desempleo real ronda el 16% (sin maquillajes), que los trabajadores se cosen la boca como medida de protesta, que ocurrieron 50 homicidios por cada 100.000 habitantes en el 2008, cuando la tasa mundial es de 8,8. Tampoco se refirió a la violación de los derechos humanos y a la penalización de la protesta social en forma permanente. El embelesado y bien pagado Mr. King demostró un desconocimiento de la realidad venezolana, así como una ausencia total de objetividad y agudeza periodística. Los venezolanos nos preguntamos ¿Cuántos petrodólares habrá costado este nuevo show mediático del tte coronel en New York?
El tte coronel heredó de la IV República un Sistema Público de Salud con serios problemas presupuestarios, con una infraestructura que requería mantenimiento y ampliación de la planta física, con una eficiencia cuestionable, y con una duplicidad de servicios contraproducente, etc., todos problemas muy serios, que requerían atención inmediata. Muchos pensaron que con la llegada del nuevo gobierno se implementaría el Sistema Único de Salud, viejo anhelo de muchos venezolanos, y que se concretarían esfuerzos para una inversión mayor en el sector, ampliando el número hospitales y de ambulatorios, remodelando los ya existentes, actualizando los programas de medicina preventiva, dotando de equipos e insumos a los centros de atención, y mejorando los salarios de los profesionales y trabajadores del sector.
Sin embargo, el tte coronel no hizo nada de esto, y en lugar de ejecutar programas para recuperar al maltrecho sector salud, terminó destruyendo lo que había heredado de las administraciones pasadas. Por una parte abandonó el sistema hospitalario a su suerte, privándolo de recursos, negándole la necesaria dotación de equipos y el mantenimiento apropiado, y por la otra desmanteló la red ambulatoria, que a pesar de sus deficiencias, cumplía una función importante en la preservación de la salud de los venezolanos. En su lugar creó un sistema paralelo de salud, “Barrio Adentro I y I”. “Barrio Adentro I”, constituido por los consultorios populares, los cuales no fueron concebidos como instrumentos prestadores de salud de alta calidad, sino como entes de proselitismo político en favor de la rovolución; de allí su estructuración con profesionales fundamentalmente cubanos y la participación casi marginal de venezolanos. “Barrio Adentro II”, constituido por los Centros de Diagnóstico Integral (CDI) y Centros de Alta Tecnología (CAT), los cuales por su número y los limitados servicios que ofertan no satisfacen las necesidades de la comunidad; aunado a una calidad muy cuestionada por la poca experiencia profesional del personal que labora en los mismos. Hoy “Barrio Adentro I y II” están en franco deterioro, más de 2.000 módulos, 50 CDI y un número no determinado de CAT, están cerrados. Las infraestructuras están deterioradas por falta de mantenimiento, carecen de insumos, y de equipos, y para colmo de males no tienen personal médico. Frente a este gigantesco fracaso, el tte coronel ha propuesto la genial idea de traer más médicos cubanos al país, como si el problema fuese simplemente el número de galenos y no el modelo de salud que ha pretendido imponer militarmente.
Un segundo gran fracaso en materia de salud ha sido el abandono de los planes de prevención de enfermedades necesarios para la Salud Pública del país. El régimen canceló muchos de los programas de vacunación infantil, y otros han sido reducidos a niveles espasmódicos. Muestra de ese desprecio fue la ausencia del Ministro Popular para la Salud, coronel Carlos Rotondaro, en la reunión de los ministros de Salud de los países de Unasur (Quito), para negociar con los laboratorios la adquisición de las dosis de vacunas contra la gripe porcina (AH1N1) que se requerirán para el año 2010. Dada su inasistencia, nos quedamos sin vacunas para el año próximo, en momentos en que la expansión de la epidemia ha roto la cortina de silencio que los azotes de barrio que nos gobiernan intentaron tender sobre la incidencia de la influenza AH1N1. La Red de Sociedades Científicas Médicas (RSCM) ha criticado la falta de intersectorialidad en el manejo de esta pandemia, y el subregistro de casos y de muertes provocadas por esta Influenza por parte de las autoridades sanitarias del país. Es alarmante que la tasa de letalidad por el virus AH1N1, esté cercana al 5%, duplicando las cifras observadas en otros países en América Latina donde está entre 2% y 2,5%. Obviamente, el coronel Rotondaro es un ignorante en materia de salud, su formación castrense sólo le permite decir: ordene mi comandante y gritar Patria, socialismo o muerte. ¿Qué sabe el burro del canto del ruiseñor?
Además, los programas sistematizados de fumigación han sido suspendidos, sólo se hacen de manera coyuntural, como ocurrió meses atrás durante la epidemia de dengue. El Programa de Alimentación Materno Infantil (PAMI) fue también cancelado. El número de casos de desnutrición y mortalidad infantil se han incrementado, en comparación con los últimos veinte años. El Servicio Autónomo de Sanidad Agropecuaria (Sasa), encargado de vigilar las enfermedades de los animales que se transmiten a los seres humanos (leptospirosis, brucelosis, y cisticercosis), fue eliminado. El país experimenta un repunte de enfermedades que ya habían sido controladas, como la tuberculosis, el paludismo, el dengue, la papera, el sarampión, e incluso el mal de Chagas. El Boletín Epidemiológico, publicado ininterrumpidamente desde el año 1945, fue suspendido por órdenes de Miraflores, por considerar “imprudente develar los indicadores de salud del país”.
Aunado a todo el desastre antes mencionado, una corrupción galopante depreda los recursos del Ministerio del Poder Popular para la Salud. El Dr. Tirso Silva, médico y expresidente de la Subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional, ha denunciado que la inversión en el sector salud -asignación de recursos del presupuesto nacional y de varios créditos adicionales- no se compagina con las obras realizadas en el sector. Nos preguntamos ¿Dónde están esos cuantiosos recursos? Seguramente engordando las cuentas bancarias de los boliburgueses, sujetos sociales de esta robolución grotesca.
Los venezolanos padecemos las consecuencias de un régimen falaz, maniqueo y demagógico, secundado por una corte de serviles, e incapaces. Muestra de ello, fueron las respuestas del mitómano del Palacio de Misia Jacinta durante la entrevista complaciente realizada por Larry King (24/9/09/CNN). Obviamente, el pinocho de Miraflores no mencionó la crisis médico asistencial de la cual hemos hablado, ni que el PIB cayó 2,4% en el último trimestre, que la inflación llegó al 30% en el 2008, que la producción petrolera ha disminuido en forma importante. Igualmente, que hay una crisis en la educación, que la gente no tiene viviendas, que el desempleo real ronda el 16% (sin maquillajes), que los trabajadores se cosen la boca como medida de protesta, que ocurrieron 50 homicidios por cada 100.000 habitantes en el 2008, cuando la tasa mundial es de 8,8. Tampoco se refirió a la violación de los derechos humanos y a la penalización de la protesta social en forma permanente. El embelesado y bien pagado Mr. King demostró un desconocimiento de la realidad venezolana, así como una ausencia total de objetividad y agudeza periodística. Los venezolanos nos preguntamos ¿Cuántos petrodólares habrá costado este nuevo show mediático del tte coronel en New York?
Etiquetas: Carlos Rotondaro, medicina y salud
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