Margarita tierra de libertad y de paz

Por: LUIS LONGART GUERRA.

Este próximo fin de semana nuestra isla será escenario de una cumbre donde acudirán mandatarios nacionales de países de África y América.

Margarita ha sido, es y será siempre un territorio de libertad y de paz. Margarita fue la primera provincia que se liberó del yugo imperial español.

El 31 de julio de 1817 se libró la gloriosa batalla de Matasiete que marcó la definitiva liberación de nuestra isla, cuna del heroísmo independentista.

Pasaron varios años para que el territorio continental venezolano fuese liberado con la monumental batalla de Carabobo. De allí que nuestro sagrado himno insular proclama: “Gloria a Margarita, la perla de Oriente. Gloria a Nueva Esparta, patria del valor. En la magna lucha levanta primero cual iris sagrado nuestro pabellón y nunca se rinde su brazo guerrero porque ella es el faro de la insurrección”.

Margarita nunca había sido tan maltratada. Ni siquiera en los tiempos de dictadura. En la época perezjimenista hubo un gobernador que no sometió a la represión a nuestro pueblo ni humilló a los neoespartanos.

Que haya una cumbre en Margarita está muy bien. Dios bendijo a esta hermosa tierra nuestra de extraordinarias bellezas naturales y de gente laboriosa, hospitalaria y trabajadora.

Debemos recibir con júbilo y beneplácito a Michelle Bachelet, Lula da Silva, Felipe Calderón, Rafael Correa, Tabaré Vásquez y otros mandatarios latinoamericanos.

Pero no podemos decir lo mismo de Raúl Castro, que sucede a su hermano en el ejercicio de un largo y cruento período antidemocrático en Cuba, de Gaddafi que tiene 40 años de dictadura en Libia, Hassan El Baschir, dictador de Sudán desde 1989, condenado por la Corte Penal Internacional por la matanza de 300 mil sudaneses, Robert Mugabe, dictador de Zimbabue desde 1980, el país con la más alta inflación en el mundo, Fauré Eyadéma, dictador de Togo, sucesor de su padre, que llegó al poder por un golpe de estado en 1967, o Blaise Campoare, dictador de Burkina Faso, desde 1987, condenado por la comisión de Derechos Humanos de la ONU.

No podemos sentirnos orgullosos por la presencia de tales dictadores en nuestra querida isla. Quienes somos demócratas de convicción debemos levantar nuestra justa, digna, y pacífica protesta ante lo que representa una ofensa al gentilicio margariteño. Estos mandatarios antidemocráticos, genocidas de sus pueblos y condenados por los organismos internacionales no son bienvenidos a Margarita.

Todos los demás son bienvenidos a la tierra de Santiago Mariño, Juan Bautista Arismendi, Francisco Esteban Gómez, Francisco Adrián, Celedonio Tubores, Francisco Antonio Rísquez, Jóvito Villalba, Luis Beltrán Prieto, Alfredo Maneiro, Modesta Bor, Rafael Suarez, Inocente Carreño y tantos otros que han puesto muy en alto en nombre de Margarita y Nueva Esparta.