Dictador de república petrolera
Por: Mauricio Plata
Fuente: Venezuela Analítica
El coronel pasará a la historia como un tirano, que se dice revolucionario, que dio un golpe de estado, que salvajemente reprimió a la oposición, que restringió el derecho a la opinión, que persiguió y censuró a la prensa, que masacró a sus conciudadanos, que eliminó libertades civiles, que acabó con la empresa privada, que nacionalizó empresas y acabó con la inversión extranjera, que importa alrededor del 75% de alimentos y otros bienes que su país dejó de producir, que puso a sus familiares en puestos de poder para saquear mejor al estado, que se dice líder de un país socialista pero en realidad no hace sino enriquecerse y enriquecer a su familia y a su camarilla de secuaces, que quiso quedarse eternamente en el poder, que aprovechó la riqueza petrolera de su país para influir en la política interna de sus vecinos y para forzar a las potencias mundiales a hacer oídos sordos de sus desmanes so pena de cortarles el suministro de petróleo, que se alió con otros dictadores y líderes comunistas en una cruzada anti estadounidense, que convirtió a su país en un satélite de la influencia rusa, que amenazó con guerra a sus vecinos, que tiene muchos prisioneros políticos incomunicados y algunos de ellos no han sido juzgados, que mantiene a su país en observación de las naciones unidas por las constantes y flagrantes violaciones a los derechos humanos, que albergó en su territorio a terroristas y que patrocinó el terrorismo.
Ahora bien, el coronel tiene todas las características que perfilan a un dictador: es un fanático, cree fervientemente tener la razón y recurre a la agresión cuando no puede convencer con argumentos; es megalómano y egocéntrico, se siente el depositario de la verdad absoluta y cree ser la reencarnación de un héroe; sufre de delirio de persecución y permanentemente está denunciando intentos de asesinarlo; es intolerante frente a la crítica por lo tanto a la oposición la persigue y censura violentamente; es terco, mentiroso e intransigente; admira a otros dictadores y defiende los genocidios que cometieron; es populista y quiere mostrar al mundo que está con el pueblo y que este lo apoya y rodea, pero es un apoyo comprado con dádivas; es narcisista, quiere llamar permanentemente la atención y se preocupa por mantener su presencia mediática; alimenta los odios y temores del pueblo con un nacionalismo extremo y señala a los opositores como traidores a la revolución; y pretende pasar a la historia como un héroe que creó un nuevo orden político mundial.
Estando tan candente el tema en las noticias mundiales, ya ustedes se estarán haciendo una idea del personaje al que me estoy refiriendo.
Pues la verdad el dictador no es uno solo, tiene un gemelo ideológico y político, a pesar de estar lejos geográficamente coinciden en ser dos actores desarrollando el mismo acto inmundo, se apoyan y se elogian mutuamente, estrechan lazos de amistad y cooperación cuando para el resto del mundo son unos parias (excepción hecha de Cuba y Nicaragua). El uno se cree Simón Bolívar y compara al otro con Simón Bolívar, pensaría uno que son el mismo.
La única diferencia es que al uno, el pueblo (Libio) ya se le rebeló y esperamos que esa revolución anti dictatorial triunfe; cuándo se rebelarán los hermanos venezolanos y depondrán al tirano dictador de Miraflores?
Etiquetas: terrorismo
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