El totalitarismo socialista es pasado
Por Baldomero Vásquz Soto
Fuente: Diario de Amérca
Son muchos los acontecimientos históricos relevantes ocurridos el siglo pasado respecto a los cuales padecen de amnesia los intelectuales izquierdistas latinoamericanos, ni hablar de los venezolanos. Cual fanáticos monotemáticos, su empobrecida vida se ha reducido a monitorear lo que hace el “imperialismo norteamericano”, pero jamás analizan otros acontecimientos por importantes que hayan sido sus repercusiones. Guardan silencio sobre las monstruosas acciones ejecutadas bajo su ideología, cuando debieran sentirse moralmente obligados a rendir cuentas por ellas.
Tan vocingleros para otras cosas, los izquierdistas callan sobre: las hambrunas ocurridas en la URSS y China causadas por las estatizaciones sangrientas del agro, llevadas a cabo por Stalin, y por las comunas campesinas implementadas por Mao; la persecución y asesinato de las etnias no rusas subyugadas bajo el puño de hierro del “padrecito”; el Pacto de Amistad de 1939 entre Hitler-Stalin que permitió a esvástica y hoz y martillo descuartizar pueblo y territorio polacos; el paraíso socialista infernal construido en Camboya en 1975 por Pol Pot y los Jemeres Rojos; la invasión imperialista soviética a Afganistán en 1980; el riesgo para la humanidad de una guerra nuclear en 1962 debido a la instalación de armas atómicas rusas en la República Soviética de Cuba; etc.
Pero, a nuestro juicio, el mayor y más vergonzoso silencio de los socialistas ha sido el que han mantenido sobre los campos de concentración estalinistas (Gulags), a los cuales fueron llevadas millones de personas inocentes. A dichos campos, ellos nunca se refieren. ¿Por qué razón? Porque revelan, junto a otros rasgos comunes, el carácter totalitario, similar al del régimen nazi, del sistema socialista implantado por Stalin y el PCUS en la URSS. En esa similitud está mi respuesta a la pregunta: “¿Por qué la izquierda se negó a usar el concepto de totalitarismo?”, con la que Claude Lefort valientemente retara a sus pares de la izquierda europea hace 30 años (“La Lógica Totalitaria”, en: La Invención Democrática. Nueva Visión, 1990, pp 41). No iban los izquierdistas europeos, menos los latinoamericanos, a darle curso a un concepto que los desenmascaraba, ubicándolos en el mismo bando despreciable de los nazis.
Se entiende así por que el debate sobre el totalitarismo nunca tuvo acogida entre los intelectuales izquierdistas de las ciencias sociales latinoamericanas. Cómo la iba a tener, si las universidades estaban pobladas de profesores que predicaban que la “emancipación de la especie humana” y “el futuro de la humanidad” ya eran una realidad en el totalitarismo socialista soviético y en el de su colonia, la Cuba castrista. Para la intelectualidad izquierdista de Latinoamérica el Gulag es como si no hubiese existido, lo cual también nos explica su mutis sobre la obra de Alexander Solzhenitsin, ya que fue él quien reveló a Occidente en 1973 los horrores de los campos de concentración del “primer estado obrero de la historia”.
Afortunadamente para la humanidad, el totalitarismo socialista forma parte del pasado. La Unión Soviética fue su arquetipo de sistema universal, pregonado como sustituto de la democracia capitalista. Ella libró durante 50 años una encarnizada batalla planetaria con los Estados Unidos por la supremacía mundial, de la cual salió derrotada al desaparecer en 1991. Las repercusiones tectónicas del derrumbe de la URSS todavía no han terminado. Hoy están presentes en las revueltas de los pueblos árabes, pues sus cuestionadas dictaduras, ya no pueden contar con la protección que ayer les brindaba la extinta URSS guiada por la conveniencia de sus intereses expansionistas globales.
En la actualidad observamos que se intenta asear propagandísticamente el socialismo, agregándole la etiqueta “del siglo XXI” para venderlo como un proyecto de futuro. Es una táctica cosmética condenada al fracaso, ignorante de la vasta concreción histórica del socialismo en el siglo XX y de la matriz conceptual marxista que le dio origen en el siglo XIX.
Etiquetas: Socialismo Siglo XXI
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home