Los "colectivos urbanos" de Caracas y los niños con armas
Por: Juan Paullier
BBC Mundo, Caracas
No lleva más de 15 minutos
caminar desde el palacio presidencial de Miraflores a la zona del 23 de
enero, hogar de los controversiales "colectivos urbanos" de Caracas.
Suelen admirar a ETA, han sido relacionados con
las FARC, pintan murales de la Virgen María y el Niño Jesús portando un
Kalashnikov y especialistas en seguridad aseguran que están vinculados
con el narcotráfico y otras formas de crimen organizado.
Críticos del gobierno del presidente Hugo Chávez
señalan que las autoridades son complacientes con estos grupos, armados
según algunos, y simpatizantes del gobierno.
En estos días uno de estos colectivos, "La
Piedrita", se encuentra en el centro de la polémica tras divulgar en
internet imágenes de niños de entre 3 y 7 años con armas de fuego de
alto calibre en un evento en el que habría participado un conocido
diputado del oficialismo.
El gobierno rechazó el hecho y ordenó una
investigación, mientras que el parlamentario involucrado, Robert Serra,
dijo estar a la orden para "ser útil con la finalidad de que se aclare
la situación".
A través de su cuenta en Twitter dijo que no iba
a dejar que lo "usen para perjudicar al comandante Chávez" y rechazó
"manipulaciones y mentiras".
Serra descartó estar relacionado con el hecho y
aseguró que en el acto que él participó la semana pasada en el 23 de
enero no había niños con armas y que las imágenes habían sido tomadas en
noviembre.
¿Quiénes son?
En Caracas habría una docena de grupos armados
simpatizantes del gobierno de Hugo Chávez y se cree que ocho de ellos se
ubican en la zona del 23 de enero, en el oeste de Caracas. Se estima
que los "colectivos urbanos" en total son entre 40 y 50.
En los sesenta y setenta las organizaciones
guerrilleras encontraron allí su lugar en la capital y el origen de los
"colectivos urbanos" se remonta a ese entonces aunque la mayoría son de
formación reciente, asegura la ONG International Crisis Group, en un
informe sobre "Violencia y Política en Venezuela" divulgado meses atrás.
El 23 de enero de 1958 cayó el gobierno militar
del general Marcos Pérez Jiménez, y de allí el nombre de este barrio,
compuesto mayormente por grandes bloques de edificios, en el que viven
más de 100.000 personas.
"Los grupos resultan difíciles de definir. Si
bien todos expresan lealtad hacia el presidente y aseguran que
recurrirían a la fuerza para defenderlo contra sus opositores, muchos
critican al gobierno y tienen una relación de confrontación con el
partido oficialista, cuestionando su presunta falta de un verdadero
espíritu revolucionario", explica Crisis Group.
Miembros de La Piedrita han asegurado que ellos
"reivindican la lucha armada" y que están dispuestos a defender a Chávez
a través de las armas.
En el 23 de enero dicen ser "más chavistas que
Chávez". Allí tres años atrás algunos colectivos inauguraron una plaza y
un busto en honor al extinto líder de la guerrilla colombiana Manuel
Marulanda en un acto que contó con la presencia del que hasta el mes
pasado era el presidente de la Asamblea Nacional, el exguerrillero
Fernando Soto Rojas.
Autodefinidos como socialistas,
antiimperialistas y anticapitalistas, sus actividades –asegura esta ONG–
"incluyen la imposición de la justicia por mano propia y la limpieza
social".
Ellos se defienden y niegan cualquier tipo de vinculación con armamento o hechos delictivos.
"Hacemos un trabajo social, un trabajo
revolucionario, fortalecemos la formación ideológica de los ciudadanos,
realizamos actividades culturales, deportivas", le dice a BBC Mundo
David Romero, fundador del Colectivo Salvador Allende.
"Fusiles de plástico"
Romero estaba presente el día de las polémicas
fotos con niños. Asegura que fue en noviembre y que aparecieron ahora
porque se está en campaña electoral y la "canalla mediática rancia de la
oposición se está aprovechando".
El dirigente social dice que las armas eran de
utilería, "fusiles de plástico", pues el evento se trataba de "una obra
de teatro, donde los niños entregaban armas a cambio de recibir una
Constitución".
Para el comunicador popular Gustavo Borges, de
la parroquia 23 de enero, quien conoce de cerca la realidad de los
colectivos, consideró "cuestionable" las fotos pero aseguró que se
malinterpretó el mensaje que se quería enviar.
"Los chamos (niños) nuestros están acostumbrados
a este tipo de situaciones. Ven armas todos los días, no de parte de
los colectivos, sino de las pandillas. Se acostumbran a ver que las
armas sólo sirven para las pandillas", le dice a BBC Mundo.
"Los colectivos –agrega– en ningún momento
adiestran chamos en el uso de las armas, pero sí se les hace ver que es
una herramienta, como un libro, tiene una razón de ser (...) que debe
utilizarse con conciencia social en el momento histórico que lo amerite.
Las armas tienen una tradición en la lucha y liberación de América
Latina".
Pese a ello Borges aclara que en el 23 de enero
"no existen colectivos con armas, eso es simple y llanamente parte de
una leyenda urbana".
Sin embargo, un par de años atrás miembros del
colectivo Carapaicas aparecieron encapuchados y mostraron sus armas en
un informe de un canal español donde reconocían que "a veces" realizan
"operaciones" y tomaban la justicia en sus manos y se ha reportado de
enfrentamiento a tiros entre el colectivo Tupamaros y La Piedrita.
Años atrás el Colectivo Alexis Vive atacó la
sede del principal canal opositor, Globovisión, y las instalaciones del
mayor gremio empresarial, Fedecámaras.
¿Tolerancia gubernamental?
El apoyo implícito del gobierno de Chávez a estos colectivos está en debate.
El líder de La Piedrita, Valentín Santana,
declaró en 2009 que el presidente del canal opositor RCTV –cerrado por
el gobierno– era un blanco militar y contra él pesan órdenes de arresto
por la presunta comisión de los delitos de homicidio y lesiones
personales.
"No podemos aceptar que La Piedrita se convierta
en un Estado, en un grupo de terroristas que andan amenazando de
muerte", dijo el presidente Chávez en ese entonces y también aseguró que
el colectivo había sido "infiltrado por la CIA".
Sin embargo, Santana aún no ha sido capturado. Y en las imágenes divulgadas en los últimos días aparece junto al diputado Serra.
Críticos del gobierno hacen hincapié en que no
es posible que estos grupos convivan en las cercanías de Miraflores sin
que las autoridades desconozcan su existencia ni sus actividades.
"Son grupos que operan al margen de la ley, con
un discurso violento, que combinan actividades políticas y criminales",
le dice a BBC Mundo Silke Pfeiffer, directora del International Crisis
Group para Colombia y Venezuela.
Expertos en seguridad cuestionan la postura del
gobierno hacia estos grupos y aseguran que el gobierno envía mensajes
contradictorios pues mientras una comisión presidencial trabaja en aras
del desarme de la población se arma a las milicias y se toleran a los
colectivos armados.
Se dice además que el 23 de enero es "zona liberada", donde la policía no entra.
"Varios sectores del barrio han sido declarados
zonas prohibidas para la policía que debe pedirles permiso a los líderes
de los grupos para ingresar, incluso teniendo órdenes de arresto",
asegura el Crisis Group.
"Es falso que la policía no entra –replica Romero–. La reconocemos como autoridad".
"Se presumen muchas cosas, pero hay muchas cosas
que no sabemos sobre los 'colectivos urbanos'. Es algo muy oscuro",
asegura a BBC Mundo Roberto Briceño León, director del Observatorio
Venezolano de la Violencia (OVV).
"Sí sabemos –opina– que el gobierno ha decidido
no hacer nada frente a ellos, no los reprime, los considera un aliado,
incómodo a veces pero un aliado porque le pueden ser útiles en algún
momento. Y de alguna manera, aunque puedan tener diferencias tácticas,
tienen coincidencias estratégicas".
Etiquetas: ley orgánica de educación, terrorismo, Tupamaro, Valentín Santana La Piedrita
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home