Miguel Rodríguez Torres engrosa sus finanzas

JOSÉ PERNALETE

Fuente: Diario Las Américas

Una empresa vinculada a Miguel Rodríguez Torres recibió más de 14 millones de dólares a precio preferencial  

El control de cambios por adquisición de divisas en Venezuela se ha convertido en una “mina de oro” para altos funcionarios que pueden conseguir se les otorgue la codiciada moneda norteamericana a precio preferencial. 

El ministro de Interior y Justicia, Miguel Rodríguez Torres figura entre los beneficiados por los favores del Gobierno de la nación suramericana con al menos una empresa a la que le asignaron más de 14 millones de dólares en lo que va de 2014. 

La empresa importadora Alzuro aparece en la lista oficial del Registro Nacional de Contratistas (RNC) de Venezuela. Como directora de la empresa está inscrita Zuleima Rosanna Medina Rodríguez, quien hasta hace poco era esposa de Rodríguez Torres. 

Aunque la información sobre la separación legal de ambos no aparece publicada, se supo que la pareja decidió disolver la unión para evitar cualquier vínculo con la millonaria transacción, tras la denuncia del hecho publicada en mayo de este año, en DIARIO LAS AMÉRICAS. 

La compañía dedicada a la comercialización de alimentos congelados con prioridad el rubro de pesca, según datos de RNC, fue suspendida. Sin embargo, sorprende como esta firma recibió la suma de 14.725.415,23 dólares a precio preferencial desde el primero de enero hasta el pasado 5 de septiembre, de acuerdo con el Centro de Comercio Exterior (CENCOEX), organismo creado para la administración de divisas. 

La astronómica suma representa una fuga significativa de recursos para la supuesta supervisión de hechos de corrupción iniciada por el Gobierno de Nicolás Maduro. 

Recientemente las autoridades venezolanas publicaron los nombres de empresas que levantan sospechas por la adjudicación de dólares a bajo precio. La importadora de Rodríguez Torres no fue sancionada, incluso con la calificación de empresa suspendida. 

Mayor suspicacia 

Las alianzas familiares del ministro de Interior y Justicia aparentemente ayudan a sus operaciones de importación en Venezuela. Su hermano, Jorge Rodríguez Torres, es el actual presidente del Centro de Almacenes Congelados (CEALCO), industria de capital privado que fue expropiada a inversionistas en 2008 durante el Gobierno de Hugo Chávez y fue asimilada por el ministerio de Alimentación en 2010. 

La designación de Jorge Rodríguez Torres como presidente de CEALCO lo convierte en funcionario público activo y evidencia de nepotismo, práctica gubernamental supuestamente reiterada en la actual administración que rige a Venezuela desde hace más de 15 años. 

Declaraciones del presidente de CEALCO afirmaron que la estatal le ofrece servicios a otras importadoras y resguardaba en 2013 más de 21 toneladas de productos congelados y 11 toneladas de alimentos congelados. El protocolo de circulación de mercancía depende de la aprobación de la licencia de importación y las necesidades de la oferta del mercado local. El hermano del ministro tendría en sus manos la discreción de permitir las operaciones de importadora Alzuro que comercializa pescados procesados, congelados y adquiridos en Estados Unidos. 

Una fuente que prefirió conservar el anonimato, aseguró que Zuleima Rosanna Medina Rodríguez es socia de dos familiares que viven en EEUU, identificados como Ronald Antonio Medina Cadagan y Alcido Antonio Medina Rodríguez. Este último es el tío de la exesposa del ministro y fue coronel de la Guardia Nacional Bolivariana.

Este militar retirado abrió un proceso de demanda en 2002 ante el Tribunal Supremo de Justicia, junto a excompañeros del Instituto de Previsión Social de las Fuerzas Armadas Nacionales (IPSFA), por presunto incumplimiento en el pago de sus prestaciones. 

Por cierto, la compañía a nombre de la exesposa de Rodríguez Torres y su familia, registra también actividades comerciales en Chile, según datos de acceso público de alcance internacional. 

Esta información es revelada durante la crisis más grave y prolongada de abastecimiento alimentario en Venezuela. Las filas de espera en mercados populares y cadenas privadas son recurrentes en todo el territorio.