¿Estados fallidos?
POR: Orlando Alcívar Santos
orlando@alcivar.ec
Fuente: El UNIVERSO - Ecuador
Pero México no es el único país del continente que está atravesando una situación de descontrol en cuanto a las garantías de seguridad ciudadana, sino que ese problema es común a casi todos los países centroamericanos –no sé si contaminados por su vecindad con México o al revés– pero lo cierto es que desde años atrás no son menores los padecimientos en este rubro de países como Guatemala, El Salvador, Honduras especialmente.
En el otro extremo geográfico, Argentina se acerca también a ser un país fallido, pues al fracaso del manejo económico del gobierno con una problemática deuda, una inflación que se dispara, un peso que se devalúa y una Función Judicial que en buena parte es controlada por el régimen, se agrega una gran inseguridad en las calles, a tal punto que las encuestas dicen que este tema constituye la principal preocupación de los argentinos, junto con el desempleo y el deterioro político del gobierno salpicado, además, por graves denuncias de corrupción que involucran a altos funcionarios públicos, a allegados suyos y a testaferros.
Y como si no fueran suficientemente preocupantes todos esos hechos, en los últimos días se ha agudizado una delicada crisis política con la muerte repentina con un disparo en la cabeza del fiscal que al día siguiente debía sustentar en el Congreso ante los diputados una seria acusación contra la presidenta de la República y su canciller relacionada con el ataque terrorista que sufrió la mutual judía de Buenos Aires en la década del 90, suceso en el que murieron varias decenas de personas.
El tercer caso es Venezuela, el compendio de todos los problemas de los estados iberoamericanos, con la inflación más alta del hemisferio, carencia de productos básicos, corrupción generalizada, alta inseguridad ciudadana, Poder Judicial sometido al Ejecutivo y una mescolanza de manejos indebidos que hace de ese querido y rico país el paradigma del Estado fallido en esta parte del mundo.
Dicen que la corrupción se agrava cuando hay gobiernos largos que no quieren abandonar el poder, pero esta tesis que podría aplicarse a Venezuela y Argentina no tiene cabida en el caso mexicano donde no hay reelección, de tal manera que las causas son otras, y la principal sería un mal diseño de la organización del Estado donde deberían existir, indispensablemente, controles cruzados para que haya fiscalización recíproca y ninguna Función ejerza supremacía sobre las otras, aunque la Ejecutiva provenga de una elección popular.
La conclusión que parece cierta es que en América Latina el contrato social está a punto de colapsar y que la calidad de las instituciones republicanas se ha ido erosionando en vez de robustecerse, porque los líderes se han decantado por el caudillismo y el personalismo, sin dar la talla para solidificar la verdadera democracia. (O)
Etiquetas: Estado Fallido
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