Eclipse en Justicia Neoespartana

Por: Fernando A. Fernández

Fuente: Tribuna Judicial

Noche larga y oscura vive el sistema judicial venezolano, resulta ser que según nuestras fuentes, en Caracas, se dispararon las alarmas, ante ciertos manejos extraños o poco transparentes en la fiscalía del estado Nueva Esparta, en casos vinculados con el narcotráfico.

La situación es tan grave, que ameritó la presencia en la Isla de Margarita de la Fiscal General de la República, quien luego de una breve pesquisa, decidió enviar a una fiscal con competencia nacional, para que solicitara por vía expedita, la renuncia del fiscal José Antonio Prieto Vásquez, quien es familiar cercano de Leopoldo Espinoza Prieto, jefe insular del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y personaje muy “singular”, quien ha ocupado importantes cargos en la administración pública estatal, durante la conchupancia adeco-copeyana de la llamada cuarta república y en los 16 años de dictadura chavista.

Prieto Vásquez estaría involucrado en el supuesto forjamiento de documentos, que habrían permitido la liberación de un vehículo supuestamente utilizado, para el tráfico de drogas, según consta en actas, pero que fue entregado al propietario contraviniendo normas existentes sobre incautación de bienes vinculados al narcotráfico y a la legitimación de capitales.

Nuestras fuentes nos han asegurado que, al Fiscal Prieto le habrían puesto un cebo que mordió. La componenda habría sido urdida por la Fiscal Cuarta con competencia en materia de drogas Marbelis Guilarte, quien percibió en el Fiscal Prieto una amenaza real y latente a sus no muy claros procederes, dentro de la fiscalía que encabeza. 

Según nos informaron Prieto mantuvo una hoja de vida intachable durante sus casi 30 años de servicio y había sido recientemente, promovido al cargo de Fiscal titular. Esto arrojaría dudas sobre su involucramiento en una falta tan grave y pueril, que echó por la borda todo un esfuerzo de vida.

El ascenso le abriría a José Antonio Prieto, la posibilidad de investigar opacos manejos en materia de narcotráfico que involucrarían a la Fiscalía neoespartana, lo cual despertó las alarmas en sectores presuntamente corruptos que activaron el plan, que daría por terminada la brillante carrera del Fiscal Prieto.

Durante el trabajo de la comisión proveniente de Caracas cayó también, pero como daño colateral, el fiscal Erick López. Al parecer López se envolvió sentimentalmente con la hermana de un imputado y permitió la prescripción de un supuesto caso de posesión de drogas. Un problema de faldas, que dio al traste con lo que parecía ser, una prometedora carrera en el sistema judicial.

Toda una novela de intrigas y terror en un poder judicial, caracterizado por su opacidad y donde las zancadillas intrigas y complicidades con criminales, están a la orden del día.

Únicamente un revolcón inmenso sobre tantos intereses oscuros dentro de los tribunales y la fiscalía, podrían salvar al sistema judicial venezolano, permitiendo solventar problemas fundamentales y brindar seguridad jurídica a los ciudadanos que merecen un mejor país. 

Alguien se atreverá a ponerle los cascabeles al gato? Amanecerá y veremos!