El narcotráfico de América Latina replantea sus rutas

Por: Maibort Petit 

Fuente: Venezuela Al Dia

Isla de Margarita Pesquero cargado de drogras

Una nueva realidad se está imponiendo en Latinoamérica, donde el acuerdo de paz entre las Farc y el gobierno colombiano y las actuaciones de EEUU en materia antidrogas, han llevado a los grupos dedicados al narcotráfico a desempolvar viejas rutas y redireccionar sus operaciones en el Continente. La anuencia de algunos gobiernos de la región con los carteles se ha convertido en un serio obstáculo para el combate de este flagelo.

Los cárteles de la droga que operan en Venezuela, Colombia y Centroamérica están replanteando las operaciones del narcotráfico en Latinoamérica, redefiniendo rutas y territorios, debido a los cambios que se han producido a raíz de la firma del tratado de Paz entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Farc, y el gobierno de Juan Manuel Santos, conjuntamente con los avances que han logrado las autoridades antinarcóticos norteamericanas en Honduras en la aplicación de la ley.

Entre los cambios que empiezan apreciarse en el nuevo esquema está la recuperación de las viejas rutas del Caribe occidental y oriental, a través de las cuales los cárteles esquivan a las autoridades antinarcóticos internacionales, con el objetivo de acortar distancias. El esquema ha permitido establecer nuevas alianzas con organizaciones criminales y gobiernos del área que se benefician de las extraordinarias ganancias que generan los envíos de drogas a los Estados Unidos y Europa.

“Por la ausencia de las agencias que aplican la ley y la complicidad de las autoridades venezolanas y de otros países como Surinam y algunas islas del Caribe, pareciera que los cárteles han logrado reposicionar con éxito el nuevo esquema que les permite mantener el negocio del narcotráfico intacto en el actual escenario geopolítico regional”, asegura el presidente de la Comisión Antinarcóticos y Antiterrorismo de la Asamblea Nacional de Venezuela, diputado, José Luis Pirela.

EEUU empieza a ver el cambio

Las operaciones aéreas y marítimas de las agencias de protección fronteriza de los Estados Unidos han reportado en sus informes anuales de 2015 y 2016 que las rutas de contrabando del Caribe, que fueron extremadamente populares en la década de los ‘80, han retomado fuerza y parecieran ser más usadas durante los últimos meses.

Según el reporte de 2015 de las agencias de protección fronteriza, se ha incrementado el número de incautaciones de cocaína que entran a los EEUU a través de Puerto Rico, especialmente en la zona noroeste de Aguadilla. Asimismo ha aumentado el tráfico de drogas a través de República Dominicana, Haití y otras islas caribeñas.

De acuerdo al informe, las incautaciones de droga se han venido duplicando en los últimos dos años, y se estima un incremento significativo en 2017. Destaca que durante el año fiscal 2015 hubo 49 incautaciones de droga provenientes de las rutas del Caribe y en 2016 las incautaciones casi se duplicaron.

El reporte señala que las rutas del Caribe están siendo retomadas por las organizaciones criminales que manejan los envíos de cocaína desde Colombia y Venezuela.

Honduras “zona caliente”

Honduras es un importante país de tránsito para la cocaína, así como para algunos precursores y sustancias químicas esenciales para las drogas. Los Estados Unidos calculan que aproximadamente el 90 por ciento de la cocaína traficada a Estados Unidos en la primera mitad de 2015 transitaron por primera vez por el corredor.

México/Centroamérica

Según estimaciones del Departamento de Estado, el volumen de cocaína que transitó de Honduras a EEUU durante este período, disminuyó en un 40 por ciento a partir de 2014. La gran mayoría de la cocaína que transita por Honduras llega por vía marítima.

Esa disminución del tránsito en un 40 por ciento no significa que hayan bajado el número de envíos, sino que los traficantes retomaron las rutas usadas desde el inicio de este milenio, ya que la aplicación de la ley en Honduras causó pérdidas a las organizaciones criminales asentadas en la zona.

Los cárteles se reorganizaron y se movieron a las rutas del Caribe donde la aplicación de la ley no es fuerte, y donde —inclusive— los traficantes cuentan con el apoyo de gobiernos corrompidos, muchos de los cuales no cumplen con los tratados internacionales para luchar contra el tráfico de drogas, y en algunos casos, participan del negocio a través de las fuerzas armadas y de sus propios funcionarios. Como ejemplo de ello se plantea el caso de Venezuela y Surinam que —entre otros países— forman parte del nuevo esquema de operaciones del narcotráfico.

En el informe del Departamento de Estado de 2015, funcionarios estadounidenses estimaron que la proporción de drogas enviadas por el Caribe se había triplicado, y la cantidad de cocaína que viajaba por la región aumentó del 5% del total al 16%.

En el 2016 las cifras volvieron a incrementarse de manera preocupante, a tal extremo, que la División del Caribe de la Administración de Lucha contra las Drogas de Estados Unidos reportó que los traficantes de drogas pasaron de 90 a 100 toneladas de cocaína por la región caribeña en 2015, y casi el doble en 2016.

Algunas rutas comienzan en las costas caribeñas de Venezuela y Colombia y pasan por República Dominicana, Haití, Jamaica, Panamá, Puerto Rico para llegar a Centroamérica. Otros carteles utilizan el corredor oriental donde se destacan las islas de San Cristóbal y Nieves, San Vicente y las Granadinas, Dominica, Guadalupe, Antigua, Barbuda y Granada, entre otras.

En el informe de 2016 de las autoridades norteamericanas señala a República Dominicana como un importante punto de transbordo para la cocaína y otras drogas provenientes de América del Sur y Central. Asimismo, Haití aparece como uno de los destinos preferidos por los narcotraficantes para enviar drogas a través de aviones pequeños, que suelen descargar y cargar drogas en la isla y abastecerse de combustible.

Por su parte, en los reportes de la DEA en 2015, se informan que la mayoría de la cocaína que llega a los EEUU viaja aún por la frontera mexicana a través del corredor de Centroamérica. “En 2015 el 87% del flujo de la cocaína que entró en los EEUU vino con esa región, mientras que el 13% viajó a través de la ruta del Caribe”.

Venezuela lugar privilegiado para el narcotráfico

Venezuela sigue siendo un país importante de tránsito de drogas en 2016, dice el informe del Departamento de Estado. “Este país es una de las rutas preferidas para el tráfico de drogas ilegales de América del Sur a la región del Caribe, Centroamérica, Estados Unidos, África Occidental y Europa, debido a su enorme frontera occidental con Colombia, y a un sistema judicial débil, la cooperación internacional esporádica contra el narcotráfico y un ambiente permisivo y corrupto del gobierno”.

De acuerdo al último informe del Departamento de Estado, “las autoridades venezolanas no procesan eficazmente a los narcotraficantes, en parte debido a la corrupción política”.

El informe resalta que la cooperación contra el narcotráfico entre Venezuela y Estados Unidos ha sido muy limitada e incoherente desde 2005, cuando Venezuela se negó a firmar una agenda negociada al Memorando de Entendimiento para mejorar la cooperación antidrogas.

Nuevas formas de legitimación de capitales

Un aspecto que llama la atención del presidente de la Comisión Antinarcóticos del parlamento venezolano, José Luis Pirela, es el esfuerzo que están haciendo las organizaciones criminales para la legitimación de activos y capitales provenientes del tráfico de drogas, y de actividades ilegales del contrabando de oro y coltán.

Pirela dice que el coltán y el oro lo sacan de manera ilegal, gracias al pago de coimas a los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana de Venezuela. “Estas es una de las razones por las cuales el gobierno de Nicolás Maduro intervino la Policía de Amazonas, que anteriormente estaba bajo la dirección del gobernador de ese estado, Liborio Guarulla“.

El parlamentario dijo que el proceso de protección de las rutas y del negocio como tal conllevó —inclusive— el asesinato de dos efectivos de la policía en Amazona, quienes fueron despojados de sus armas largas.

Pirela pide que los organismos internacionales hagan un trabajo de observación in situ en la frontera colombo venezolana donde se encuentra el estado Zulia, no sólo en la Guajira sino en la zona sur del lago de Maracaibo, el Cruce, y en el Municipio Jesús María Semprún, Casigua El Cubo donde se han incrementado los laboratorios de procesamiento de la droga. “Esas áreas están protegidas por los grupos irregulares y por agentes del mismo gobierno venezolano. Lo mismo ocurre en las fronteras de Táchira, Apure y Amazonas”, acota el parlamentario.

El diputado venezolano pide que los organismos internacionales que luchan contra las drogas observen lo que está ocurriendo en el Caribe, “en la isla de Margarita donde existen actividades de las organizaciones criminales que operan libremente a la vista de todo el mundo”. Igualmente cree conveniente que se supervise la zona de San Fernando de Apure y Guasdualito.

De acuerdo a la experiencia de Pirela en los llanos venezolanos, en especial en el estado Apure que hace frontera con Colombia, se pueden observar los nuevos mecanismos usados por las organizaciones criminales de la región para blanquear capitales. “Están intercambiando droga por vacas. El ganado se mueve por las fronteras desde Colombia a Venezuela como parte del pago de la cocaína y otros estupefacientes que se comercializa en la región. Este método permite el blanqueo de capitales ilegítimo de una manera fácil y para nada riesgosa”.

Los cambios deben ser evaluados

El nuevo esquema planteado por los cárteles de la droga debe llamar la atención de los organismos internacionales. “La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) deben evaluar lo que está ocurriendo con los cárteles de la región luego de la ejecución del tratado de Paz firmado por las FARC y el gobierno del presidente Juan Manuel Santos, ya que se están armando contingentes de autodefensa con los disidentes que van a traer nuevos problemas tanto a Latinoamérica como a los EEUU”, afirma Pirela.

Los disidentes de las Farc están creando un nuevo esquema para manejar el negocio. Además del contrabando de armas y las actividades del narcotráfico, están contrabandeando minerales tales como oro y coltán. “Hay una enorme empresa de tráfico de drogas y minerales que cuenta con el apoyo de las autoridades de Venezuela y Surinam“, aseguró Pirela.

Paralelo a los movimientos de los disidentes de las Farc, “se estima que existe una protección de la estructura armada de los cárteles para proteger los laboratorios fronterizos de droga que se han asentado en Venezuela, donde el gobierno venezolano ha permitido que los narcotraficantes, incluidos los célebres carteles mexicanos Sinaloa y Zeta, así como terroristas potenciales, operen libremente dentro del país sudamericano sin temor a represalias”, dice un documento presentado ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de los Estados Unidos en febrero de 2016 sobre las amenazas que representan para la seguridad de los EEUU la presencia activa de organizaciones criminales en la región latinoamericana.

En términos de seguridad, la voluntad de Venezuela de permitir a los narcotraficantes, redes de delincuencia organizada, terroristas potenciales y otros actores nefastos dentro de sus fronteras también afecta a la seguridad nacional de los Estados Unidos. Los informes muestran que las Bandas Criminales (BACRIM) de Colombia, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) operan en todo el país, al igual que los carteles mexicanos de Sinaloa y Zeta, acota el informe.

En el escrito se lee que hace una década el gobierno venezolano puso fin a los tratados de cooperación antidrogas y desde entonces las investigaciones de la DEA y del Departamento de Justicia apuntan a la colusión activa y la colaboración entre funcionarios prominentes del gobierno venezolano y narcotraficantes.

En respuesta a la supuesta relación entre narcotraficantes y el gobierno venezolano, el Departamento del Tesoro designó oficialmente al vicepresidente de Venezuela, Tareck El Aissami, como narcotraficante vinculado a las organizaciones continentales de tráfico de drogas en febrero de 2017.

Nuevas sanciones

A través de varios de sus voceros, la administración del presidente Donald Trump ha informado que impondrá más sanciones contra individuos y entidades involucradas con la represión de la oposición democrática venezolana, así como también implementará la difusión de información sobre la participación de líderes del régimen de Nicolás Maduro en el tráfico de drogas y otros tipos de corrupción a la comunidad internacional, a la vez que ampliará las presiones sobre los países del Caribe que mantienen intacto su apoyo a Venezuela y que se han negado a condenar los asesinatos de opositores por parte de las fuerzas de seguridad del gobierno.