Fracaso rojo-rojito
El pasado domingo 23 de noviembre se llevaron a cabo las elecciones de Alcaldes y Gobernadores, con una participación ciudadana que alcanzó la cifra record de 65%, lo que constituye un nivel históricamente alto para este tipo de elecciones regionales.
El resultado de las mismas indica que el tte coronel obtuvo el triunfo en 17 gobernaciones, mientras que los sectores contrarios a su manera de gobernar, cargaron con la victoria en 5 importantes gobernaciones, obteniendo además la Alcaldía Metropolitana de Caracas y 4 de las 5 Alcaldías que configuran la Gran Caracas. Estos resultados, representan la segunda gran derrota táctica del rufián de Miraflores dado el carácter plebiscitario que él mismo le dio a dicho evento. El tte coronel jugó un rol protagónico en la campaña, echándose sobre sus espaldas a los 22 bacalaos que su dedo previamente había escogido para las gobernaciones. El oficialismo ha sufrido una importante derrota de carácter cualitativo, a pesar, de los esfuerzos inauditos de manipulación y de las fantasías numerológicas presentadas a los corresponsales extranjeros por parte del timonel de esta opereta bufa. Ello explica el porqué no hubo celebración en el balcón del pueblo.
Esta derrota, se da al margen del ventajismo oficial, que no escatimó esfuerzos en usar los recursos del Estado para promover a sus candidatos. Desde interminables cadenas de radio-TV, hasta el reparto de electrodomésticos en las zonas populares (misión línea blanca). Este fracaso electoral ocurre igualmente a pesar de la actitud cómplice del CNE frente a las reiteradas violaciones de la normativa electoral que protagonizó el tte coronel durante la campaña (insultos, agravios, amenazas), así como, las irregularidades que se cometieron durante el acto comicial, a saber: prórroga de la apertura de las mesas sin votantes (15% según Ojo Electoral), lo que constituye una violación del Artículo 158 de la Ley del Sufragio; despliegue de propaganda electoral en los centros de votación por el oficialismo o en el acto de votación misma -caso de Jorge Rodríguez con su gorra del PSUV-; miembros del Plan República que impidieron el cierre de las mesas; grupos paramilitares del oficialismo que circularon alrededor de los centros de votación intimidando a los electores, etc.
Descalabro electoral que sucede a pesar de las amenazas del Duche caribeño de sacar los tanques en Carabobo, de tomar militarmente ciudades en el occidente y oriente del país, o aplicar sanciones presupuestarias, en caso de que sus ignominiosos delfines no resultarán vencedores. Derrota que pudo haber sido de mayores proporciones si no hubiesen privado visiones mezquinas, y sectarias en el seno los sectores contrarios al régimen, como sucedió en las gobernaciones de los Estados Bolívar, Guárico, Yaracuy, y Barinas, así como en unas cuantas alcaldías a nivel nacional. Lo sucedido el 23N no ha sido otra cosa más que la consolidación de una tendencia política y electoral que ya se había manifestado el pasado 2D.
Este revolcón político también afecta a los delfines más importantes del proceso: Diosdado Cabello, Jesse Chacón, Aristóbulo Istúriz, y del predicador de la obscenidad Mario Silva, quienes fracasaron en obtener el apoyo mayoritario en sus respectivas regiones. Pero además esta derrota tiene igualmente un carácter cuantitativo evidenciado en la pérdida del apoyo popular. El tte coronel resultó ganador en el 2006 con 7.309.080 votos, mientras que las elecciones del pasado 23N alcanzó la cifra de 5.422.064, lo que se traduce en una disminución de 1.887.016 votos, es decir una merma de un 25,82%. Sin embargo, es importante señalar que a pesar de este continuo deslave en su popularidad, el tte coronel sigue teniendo una importante fuerza electoral que se refleja en un control mayoritario de las alcaldías del país.
El proceso del 23N ha permitido rescatar el valor del voto como instrumento de lucha a pesar de las adversas condiciones en que se desarrolló la campaña. Con ello, se destruye el fetiche de que no había manera de derrotar al gobierno electoralmente y se vence al maléfico abstencionismo, cuyas desastrosas consecuencias están a la vista: el haber perdido importantes espacios democráticos permitiendo el fortalecimiento del régimen como sucedió en la Asamblea Nacional. Igualmente se confirma que el proyecto oficialista no descansa sobre ninguna base ideológica, sino que, responde a las ambiciones de poder del gran impostor de Miraflores quien ha personalizado esta robolución. Perversidad demostrada por las sistemáticas agresiones e irrespetos hacia organizaciones aliadas (PCV, PPT), quienes fueron amenazas con ser barridas del mapa político nacional, por el "simple pecado" de haberse negado a apoyar electoralmente algunos de los "candidatos bacalaos" propuestos a gobernaciones y alcaldías, por el tte coronel. Disidencia emergente que aunque fue derrotada electoralmente, evidencia el resquebrajamiento del bloque oficialista y el surgimiento de una tendencia regional nada despreciable (Estados Barinas y Guárico). Movimientos políticos, que por razones obvias, se han quedado sin espacio militante en el seno del chavismo.
El mapa político del país se ha hecho mas plural, y el proyecto neototalitario ha sufrido una derrota táctica más no estratégica. Fracaso electoral que el oficialismo se resiste en aceptar y por ello ha puesto en acción su esquema militarista del choque-confrontación en las regiones donde no lograron el éxito electoral. El objetivo es muy claro, crear el caos y la violencia en las alcaldías y gobernaciones ganadas por los sectores contrarios a su modelo fascista. Piensa equivocadamente que asfixiándolas desde el punto de vista administrativo y financiero le servirá para recuperar el prestigio perdido en esas entidades geográficas. Es obvio que el tte coronel no parece dispuesto a aceptar que otros políticos, que no sean los sumisos sargentones del PSUV designados por él (salvo honrosas excepciones), puedan compartir el poder y asumir también responsabilidades para dirigir el país.
Es imperativo, primero: consolidar las nuevas mayorías logradas el pasado 23N; segundo: desarrollar un proyecto de país con un amplio contenido social que permita seguir horadando las bases del proyecto totalitario del tte coronel y su grupete; tercero: generar políticas audaces, alejadas de cualquier sectarismo infantil, que permita incorporar a los sectores disidentes del oficialismo, con miras a la construcción de una gran mayoría nacional que permita dar al trasto con este proyecto neofascista y sus ambiciones de perpetuación en el poder a través de una reforma constitucional.
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