Agustín Blanco Muñoz
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De nuevo la historia del pendejo que fue. La invocación la repite el golpista-presidente (GP), en cadena nacional, este 13/04/09, a siete años de la masacre del 11A-02. “Por debilidades y pendejos ocurrió el 11 de abril”. Entonces “yo era el rey de los pendejos” Ahora es diferente: se aplica la fuerza.
Y lo pone de manifiesto en lo actuado contra los comisarios y policías enjuiciados como presuntos responsables de tres de los 19 asesinados en aquella fecha, a quienes, luego del juicio más largo de la historia de Venezuela, se les condena materialmente como autores de todo el crimen perpetrado.
Y es esta actuación la que permite que al GP le ‘entre un fresquito’. Porque ahora, dice, sí hay vientos de justicia. A la hora de lograr el total manejo de las instituciones que administran justicia, le es posible dejar atrás toda debilidad y perseguir, aplastar y condenar de acuerdo a las necesidades y conveniencias.
Esto significa la total negación del Estado de Derecho.
Por esto, hemos calificado como normal el acontecer politiquero de los últimos días: intervención de la descentralización, la monstruosidad de las condenas a Simonovis, Forero, Vivas y los seis agentes de la PM, la detención del general Baduel, la persecución a Manuel Rosales, la creación del super organismo de y para la ‘justicia popular’, el establecimiento de la ‘milicia revolucionaria’ como fuerza pretoriana, que en la práctica está llamada a liquidar y sustituir la institución de las fuerzas armadas nacionales, la ley del Distrito Capital que materialmente acaba con la Alcaldía Mayor.
Todo esto se adecua a la inexistencia del Estado de Derecho. Y el asunto es tan grave que el GP identifica debilidad con respeto a la constitución y las leyes. Entonces él era el pendejo mayor y por eso se produjo el 11/A. Hoy que tiene bajo sus manos todos los poderes, es decir, cuando ya no comete pendejadas, no ocurrirá situación alguna que pueda detener o frustrar ‘la revolución’.
Pero tal vez el GP pierde de vista u olvida que desde sus inicios en el mundo de la conspiración mostró que no tenía ni un pelo de pendejo. El desastre de la llamada cuarta república le brindó espacio a sus ambiciones. Y lo aprovechó haciendo gala de la viveza que le caracteriza.
Eso le llevó a aplicar la fuerza para tratar de derrocar a Carlos Andrés Pérez. Entonces no pudo. Y al salir de Yare, se hizo el pendejo para pasar agachado respecto a una nueva confrontación armada y se encaminó hacia la ‘lucha electoral’. Aprovechó el vacío que el 27F-89 produjo a lo largo y ancho de nuestra institucionalidad política, para presentarse como un salvador para los nuevos tiempos.
Luego se presentó a la campaña electoral. Y hecho el pendejo otra vez lanza por una parte la proposición de revolución ‘para que nazca lo que tiene que nacer y muera lo que tiene que morir’ y por la otra buscó el apoyo de la industrial-burguesía y del imperio, que en principio le hizo reparos a su candidatura por aquello de golpista, pero que luego lo acoge en su seno de una manera amplia y amistosa.
Y cuando se recibió como presidente comenzó su marcha hacia la tal ‘revolución’ hecho el pendejito con las llamadas leyes habilitantes. Se le complicó el panorama con la unidad Fedecámaras, CTV, PDVSA y parte de las FAN. Desde el paro del 10/12/01 la gente cogió la calle.
Y en medio de una crisis de inestabilidad política, militar y social sin precedentes, el GP de nuevo se hace el pendejo y se pone a la cabeza de un montaje, que comenzaría con un enfrentamiento a una marcha que constituía un arma letal lanzada contra el régimen.
En cuanto se consiguiera ese objeto se proseguiría a otros terrenos para desmontar a nivel político y militar el aparato contrarrevolucionario. De allí que se desarrollara un enorme montaje con carácter de auto-golpe que hasta el momento es la única explicación que resiste la crítica.
Un autogolpe con una reimposición por parte de los mismos que supuestamente lo defenestraron, con un cercano e impositivo tutelaje de Fidel Castro, primer interesado en que Chávez le garantizara la supervivencia de su moribunda revolución.
Y una vez superado el principal escollo para sus propósitos, verá, cual pendejo, como se mueve la Mesa de Negociaciones y Acuerdos montada por la OEA y el PNUD para lograr la salida de un Referendo Revocatorio Presidencial.
En medio de esta operación, se ratifica su conexión con los cubanos. El 15Ag.04, al triunfar en el RRP, señala con toda su viveza que Venezuela cambió para siempre. La ayuda cubana ha sido puntal en el triunfo y pronto se produce la instalación formal de VENECUBA.
Hoy, a siete años de la masacre del 11/A no puede decirse con algún soporte que el pendejo quedó atrás. Ni antes ni ahora se puede admitir que el GP haya sido o sea un pendejo. Nada de eso. Mejor pudiera hablarse de un títere que asume, sin pendejera, su designio por los muchos beneficios y privilegios que le proporciona.
El 13/04/09 señala el GP: “Bien pendejo era yo que creía que con la burguesía venezolana y con la extrema derecha venezolana y fuerzas imperiales era posible entenderse en el marco del respeto.”... ¿Pero es mentira que el GP le sacó provecho a la burguesía-empresariado y al imperio? ¿Y es esto ser pendejo?
¿Es pendejada haber montado un operativo violento para acabar con la amenaza que el 11/A recaía sobre el régimen? ¿Puede calificarse como pendejo a quien impulsó y ha obtenido los mayores beneficios del golpismo, las medidas de fuerza y violación de la constitución y las leyes?
¿Habrá que creer que hoy se mantiene firme la decisión del régimen de enfrentar a la burguesía y al imperio porque ...“no respetan nada ni a nadie, y por eso nosotros debemos seguir a la ofensiva, arrollando a la contrarrevolución.”? ¿Se produce ahora el paso de pendejo a arrollador. ¿De conformista y tolerante a agresivo y terminante?
¿Alguien puede concebir que el 13/04/02, ahora elevado a la jerarquía del 19/04/1810, ‘como experiencia histórica trascendente’ es la obra de un pendejo? Este día culminó un montaje sin precedentes que puso de manifiesto, una vez más, la alta formación golpista de quien tiene en sus manos, bajo la permanente tutoría de Cuba, la conducción de los destinos de este ex país. Sin embargo, a decir del GP: ¡Con un pendejo hemos topado!!
A la fecha, quienes han pasado por pendejas son las direcciones de ‘las oposiciones’ que no se han cansado de creer que estamos ante una tontería que pueden arreglar a punta de los mismos votos que desde Emparan a hoy han sido el mismo artículo de uso y de cambio.
Mientras, al colectivo se le ha llevado a cometer pendejeras, que significan su máxima degradación, por vía de la manipulación y la utilización más perversa. Sin embargo, las redes de mentiras tan profusamente difundidas e impuestas, tarde o temprano se revelarán en su real contenido y dimensión.
Y entonces este colectivo, que cada día es menos pendejo, decidirá al fin tomar las riendas de la historia en sus propias manos, en vez de delegarla, para abrirle caminos a una sociedad sin violencia, imposiciones, masacres e impostores.
