Por: REINALDO GÓMEZFuente: Diario BarquisimetoEn Venezuela, no hay árbitro electoral, pues lo que existe es un Ministerio de Elecciones totalmente controlado por el gobierno,ya que, de los cinco integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE), cuatro son personas abiertamente afines al partido de gobierno, y ése es uno de los principales obstáculos a los que la oposición tendrá, no sólo que enfrentar, sino también hacer que de verdad sea un organismo cuya actuación permita obtener un resultado verdaderamente transparente del venidero proceso electoral.
“El organismo electoral venezolano no es más que una verdadera dependencia del gobierno nacional”
Diego Arria, ex gobernador del desparecido Distrito Federal y ex ministro de Información y Turismo, fue el autor de la anterior expresión, en una amplia conversación con este diario.
Para mejor explicarlo, nuestro interlocutor expresa:--Si no enfrentamos en este mismo momento esa situación, corremos un riesgo serio de que los obstáculos para el tránsito electoral en el 2.012 sean más complicados aún. ¿Por qué? Pues porque no quieren auditar el REP; mira: Van a tener milicianos en la vigilancia; el sistema de cedulación que van a elaborar los cubanos es altamante desconfiable. ¿Te parece poco?
--Te quiero agregar, además, que, en el año 2.012, nosotros nos vamos a enfrentar, no tanto a Hugo Chávez, sino también a 60.000 cubanos; a no sé cuántos iraníes; a Bolivia, a Nicaragua, a Ecuador, a la misma Cuba, a mafias rusas, bielorrusas, colombianas, incluso de drogas que hay en Venezuela; de las FARC, de la ETA y de Hezbolá, que están en Venezuela, y pare de contar, por lo que todo ello quiere decir que es una verdadera épica lo que tenemos por delante, y, en consecuencia, esto no es un proceso electoral normal, porque, en otras palabras, Venezuela es el botín de todos estos países y organizaciones que ya te he mencionado, o sea, que nuestro país es, para decirlo en buen criollo, el “gordo” de la Lotería del Táchira, porque, de la permanencia de este régimen, depende la sobrevivencia de Cuba en gran parte; de otros países y de un montón de estas organizaciones que, dicho sea de paso, hacen vida libre en nuestro país.
--Por otra parte, no hay que olvidar que el tercer más grande narcotraficante del mundo es un venezolano, es un empresario “bolivariano”, beneficiado por el régimen como nadie lo ha sido en la historia de este país, y es por ello que Venezuela está considerada internacionalmente, no como un petroestado, sino como un narcoestado, pero, en todo caso, las consecuencias para los venezolanos, que no para el régimen, son gravísimas.
--Pero, bueno, recuerda que Makled ya dijo quiénes son sus asociados: Familiares del jefe del estado, generales, almirantes, fiscales, jueces, políticos afines al “proceso”, diputados, etc. ¿Y qué ha pasado? Nada.
--Ahora, tú tienes derecho a preguntarte: ¿Y quién va a vigilar esto, las elecciones? Entonces, fíjate los nombres que salen a relucir: el general Hugo Carvajal, director de Inteligencia, indiciado por el Tesoro norteamericano por lavado de dinero y de drogas, y por tráfico de armas, y, luego, te aparece el nombre del jefe del Comando Militar Unificado, Henry Rangel Silva, indiciado también con los mismos señalamientos que se le formulan a Carvajal.
--Fíjate bien: Estos individuos son quienes controlan la Inteligencia y las Fuerzas Armadas Venezolanas. Me pregunto entonces: ¿En manos de quiénes está el país?
Consecuencias
A propósito del país, ¿cómo lo ve usted en este momento?
--Lo veo demasiado confrontado y dividido, lo que puede traer consecuencias imprevisibles e impredecibles, que no son precisamente las que los venezolanos necesitamos y queremos. Y digo esto porque he observado suficientes situaciones en el mundo como para opinar al respecto, y muy especialmente cuando yo estaba en las Naciones Unidas, pero resulta que ahora estoy viendo en mi propio país cómo el alma de sus ciudadanos se va llenando de odio y de violencia. Nos hemos convertido en un país altamente dividido, con cargas de odio de ambas partes de la ecuación, con la gran diferencia ahora de que una parte está uniformada y armada, y además es impune, mientras que la otra parte está desarmada, pero ambas tienen un caudal de odio muy peligroso, respecto de lo cual lo que puedo añadir es que no conozco ningún país que, dividido, envenenado como está, pueda progresar, tener estabilidad y generar prosperidad.
--Y la reflexión a que me lleva todo esto es a la de que nosotros tenemos que entrar con urgencia en un proceso de amplitud y de inclusión, que nos lleve a la reunificación nacional.
¿Ese “envenenamiento” del país acaso llevará el nombre de Hugo Chávez Frías?
--Evidentemente. El principal promotor del odio y de la violencia en el país ha sido, y es, el jefe del Estado.
Ahora bien --le señalamos--, colocándonos como “abogado del diablo”, ¿Es que acaso cuando Chávez llegó al poder no había ya en Venezuela terreno abonado para que ello ocurriera así?
--Bueno, yo no diría que lo había para el odio. Obviamente, sí había confrontación, pero nunca exacerbada por el propio jefe de Estado, como ocurre ahora. La gran diferencia está en que, sí, en toda sociedad, siempre hay tensiones, hasta en los países más democráticos: En Europa, en Estados Unidos, pero nunca habíamos visto el caso de que fuese el propio mandatario quien las propiciase.
Lo que hemos querido señalar --le explicamos-- es que el hambre y la miseria en este país no son nuevos, ni los inventó Hugo Chávez, por cuanto eso viene desde hace mucho tiempo, y hemos tenido, al igual que como ahora está ocurriendo con Chávez, muchos “prometedores”, muchos demagogos, que llegaron al poder ofreciendo soluciones. De hecho, la miseria, las injusticias, la ineficiencia delos servicios públicos, la corrupción, la inseguridad, la soberbia, la prepotencia, la perversión de los valores, la inmoralidad y el fariseísmo, no son nada nuevo. Que ahora se mantengan iguales o peores, eso ya es otra cosa. Pero --recalcamos-- eso no es nada nuevo. Entonces, ¿no será acaso que ese estado de cosas fue lo que propició la llegada al poder de un “mesías” como Chávez?
--Eso te lo contesto así: No hay la menor duda de que eso que tú estas diciendo ha ocurrido mucho a lo largo de nuestra historia, en sus diferentes etapas. Pero es que lo que nunca había sucedido es que sea el propio jefe de Estado quien diga: “Aquí están los traidores, de este lado, y aquí estamos los patriotas, de este otro lado”. Eso no había sucedido nunca. Eso de “Contad con la muerte...”, tal ve z lo dijo Bolívar a los españoles y canarios, pero, ojo, a extranjeros, no a venezolanos, y además, en un momento verdaderamente crucial, cuando se hallaba enfrascado en una sangrienta guerra por nuestra independencia. Pero resulta que, hoy en día, nos dicen: “Contad con nada...”. Incluso, cuando dicen: “Patria, socialismo o muerte...”, la muerte es la de nosotros. No la de ellos. Por cierto que últimamente la han cambiado por el término: “Viviremos...”.
--Ahora, ampliando la respuesta, debo admitir, y coincido contigo, en que sí, ciertamente, algún terreno abonado había, con errores, perversiones y desaciertos continuos que se evidenciaron durante 40 años, incluso con reiteración y en abundancia.
Demasiadas cosas
--Es más, tengo la impresión de que la Constitución Nacional de 1.961 ofreció a los venezolanos demasiadas cosas: Que si te quedabas viudo, te daban una pensión; que si quedabas inhabilitado, te daban también una pensión, a la vez que te garantizaba una educación de primera calidad. Pero ninguna, o muy pocas, de esas cosas se dieron, y, aún así, eso vino a crear una cultura de obediencia de los venezolanos al Estado. Pero, a la vez, ello provocó una sensación de frustración de que te habían estafado con lo que le habían ofrecido darte, lo cual creó un clima de expectativas, que, como tú bien lo has señalado, no fue sino un engaño.
--Ahora, es indudable que Chávez hizo algo muy importante, y hasta muy inteligente, si se quiere. Él trajo a la discusión pública dos temas: Uno, el de la desigualdad, y, dos, el de la pobreza. Y, con mucho, tenía toda la razón, porque, como tú lo acabas de señalar, la desigualdad y la pobreza ya estaban campantes en todo el país.
--Ahora, ¿Qué pasó luego? Si con esa abundancia gigantesca de recursos, este hombre hubiera dicho: “Voy a empoderar --es decir, a darle poder-- a los venezolanos, sencillamente nosotros estaríamos en otro país. Pero él se dio cuenta de que era más fácil amarrar a los venezolanos con la rienda corta, porque es la única manera de que no vuelen, ni se alejen de él.
--Ahora, yo, en particular, lo que quiero es que haya venezolanos que vuelen, que se eduquen, que mejoren , que sus hijos tengan otra oportunidad, y no que se les tenga que tener amarrados porque, si no, entonces eso es un peligro para la revoluciòn. En otras palabras: El que haya venezolanos que piensen por sí mismos es peligrosísimo para la revolución, porque entonces la gente va a ver que hay, o que debe haber, otras oportunidades, y que no quieren que sus hijos simplemente sobrevivan, como ahora.
¿Cómo explicar que, a casi trece años de gestión, Chávez siga contando o manteniendo un alto margen de popularidad, certificado por la mayoría de las encuestadoras?
--Mira: Yo coincido con eso. Él ha llegado a generar una conexión emocional con una parte muy significativa del pueblo venezolano. Eso es indudable. Y déjame decirte algo: La va a preservar, vivo o muerto. Él es un fenómeno social, por supuesto. Claro, ayudado bastante con los recursos que le otorga el ser el primer mandatario nacional, y el tener infinidad de medios de comunicación y mucha parafernalia a su servicio, y, de paso, al servicio del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que, por supuesto, él ha sabido utilizar muy bien.
--Eso es obvio, pero, para un buen porcentaje de los venezolanos, él es un sueño. Su sueño. Y yo respeto el sueño, las ilusiones de los demás. Lo que para mí es una pesadilla pero que para otros es un sueño, yo no tengo por qué ponerme a confrontarlo, porque ése es el sueño de ellos. Para eso son venezolanos. Y son seres humanos. Y todos los seres humanos tienen derecho a tener sueños. A soñar, pues.
Pero, y ahí está el detalle --le insistimos--, es que Chávez mantiene su popularidad aún estando presentes y vigentes todos --o casi todos-- los problemas que frustraron a los venezolanos durante 40 años de la cuarta república, e incluso, problemas que, en algunos casos, se han agravado.
--Pues tú no dejas de tener razón. Eso es como cuando uno se enamora ciegamente. A un hombre enamorado, puede que la mujer lo engañe, pero él no lo admite. O se resiste a admitirlo. Y eso, en el caso de Chávez, es una tremenda conexión emocional, como muy pocos líderes la han tenido en este país. Ésa es una realidad que no se puede desconocer. Eso sería como incluso pretender desconocer la existencia y subsecuente vigencia de Marcos Pérez Jiménez, cuando resulta que los mejores hospitales del país son de Pérez Jiménez; las mejores carreteras y autopistas son de Pérez Jiménez , y los mejores centros de recreación de trabajadores fueron los de Pérez Jiménez, y él fue, por cierto, el último gobernante venezolano que pensó en grande. Con visión de futuro.
--Ahora, fíjate tú: Lo más triste de todo esto es que las primerasvíctimas de todo este paraíso que nos están pintando y ofreciendo, o que nos quieren hacer creer, son ellos, los venezolanos de a pie, los más desposeídos, porque, cuando tú le robas las esperanzas a los más pobres, eso es un crimen. Y lo afirmo porque, si yo te digo a ti: “Con este papelito, te voy a dar una casa”, a lo mejor tú te reirías de mí. Pero, si tú vives en un cerro, en un barrio lleno de problemas, tú corres detrás de ese papelito, lo agarras y lo guardas contigo, porque sencillamente no tienes ninguna otra esperanza. Y es por eso que digo que robarle las esperanzas a los más débiles es el peor delito que yo creo está cometiendo el régimen chavista.
”Chávez es el principal promotor del odio y la violencia en el país”
“Cuando Chávez y los chavistas dicen ´Patria,. socialismo o muerte´, la muerte es la de nosottros. No la de ellos.Por cierto que el término ´muerte`lo han cambiado ahora por el de ´Viviremos... ´ Por ello es que no me cabe la menor duda de que el principal promotor del odio y de la violencia en el país ha sido, y es, el jefe del Estado, y ningún país dividido, envenenado como está, puede progresar, y generar estabilidad y prosperidad”.
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