El Lado Oscuro del Gral. Silva Bohórquez!

Fuente: Con información de Fuera de Pauta

Así describen al General Silva Bohórquez antes de su asesinato

El General Retirado Alberto Silva Bohórquez apareció muerto el 29 de diciembre del 2016 en un apartamento que habría arrendado el 19 de diciembre de 2016 en la urbanización Los Apamates en Caracas, mientras concluía la construcción de una casa en la Isla de Margarita. 

Las primeras indagatorias no descartaron inclusive los motivos pasionales. Silva Bohorquez rigió comandos de la GNB y acumuló poder y fortuna. Estuvo casado con una ex-miss Venezuela, quien a la semana le exigió la disolución del matrimonio por causas que algunos atribuyeron a la sexualidad del General para con los de su mismo género. Conquistó y contrajo matrimonio a posterior con la hermana de una rica familia de inmigrantes italianos, de la cual también se divorció cuando su esposa decidió no seguir soportando maltratos físicos y psicológicos y enfrentamientos entre sus hermanos y su marido.

Alberto Silva fue el Fiscal General Militar que le dictó cargos a los militares golpistas del 4 de febrero de 1992 y a los implicados en La Masacre del Amparo. En una quinta de su propiedad en Los Naranjos, al Sureste de Caracas, celebraba fiestas con otros Generales de la GNB, presuntamente con alto contenido erótico, presencia de menores de ambos géneros y un ambiente propio de los colectivos LGBT.

Contrajo matrimonio por última vez con Acacia Somoza, quien heredó un millonario imperio de empresas de refrigeración. Tenía entonces al difunto General Guillén Dávila como socio. Guillén había sido su superior jerárquico. Silva supuestamente concibió un hijo con Acacia, aunque algunos dudaron de su paternidad y se la atribuyeron a un escolta de la DIM porque el general supuestamente no podía procrear hijos. El mismo escolta y Silva fueron apuntados por la autoría del asesinato del primer esposo de Acacia Somoza. El General huyó a España evadiendo la solicitud policial. Posteriormente el dinero tal parece torció la justicia a su favor.

Nadie se explica que hacía en Caracas solo, sin Acacia, atendiendo las empresas de refrigeración.