Luis Fernando Vuteff está acusado de lavado de activos; sin ingresos formales registrados, compró en el país inmuebles, camionetas importadas y más de un millón de dólares.
Por: Iván Ruiz
Fuente: LA NACION
De acuerdo con las investigaciones, los fondos blanqueados en Estados Unidos y España eran provenientes de la corrupción en la petrolera estatal venezolana Pdvsa
La Justicia investiga las inversiones de un empresario argentino por presunto blanqueo de dinero vinculado a la corrupción chavista a través de la compra de activos en el país por al menos tres millones de dólares. Luis Fernando Vuteff, ya investigado en España por supuesto blanqueo de fondos ilícitos provenientes de la petrolera PDVSA, compró propiedades, vehículos de lujo y otros activos financieros en la Argentina, según consta en una investigación de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
La denuncia de la fiscalía detalla que Vuteff y su familia compraron cuatro inmuebles, dos camionetas importadas y, además, adquirieron más de un millón de dólares en el mercado cambiario entre 2015 y 2018, período en el que el empresario no registró ningún ingreso formal en la Argentina. Grandes movimientos de dinero en efectivo, transferencias bancarias fraccionadas, viajes relámpago a Montevideo y Madrid, y la adquisición de Cedines, un elemento financiero que habilitó el blanqueo de 2013, llamaron la atención de las autoridades argentinas.
La investigación comenzó en 2016, cuando la Justicia de Estados Unidos recibió una denuncia anónima de un involucrado en una red de lavado proveniente de la corrupción chavista. Como parte de esas operaciones, la persona habría recibido 78 millones de dólares para invertir en Miami, dinero generado mediante préstamos espurios con PDVSA, relató la fuente. La investigación logró finalmente desmantelar una red global de blanqueo de dinero que movió fondos por 1200 millones de dólares, todos del Estado venezolano.
Vuteff era administrador de Columbus One Properties Hotels SL, una gestora de capitales que se dedicaba a comprar inmuebles en España. Desde allí le habría dado servicio a exfuncionarios y contratistas de PDVSA para la compra de propiedades y hoteles en ese país. El argentino comparte esa sociedad con José Vicente Amparán Croquer, uno de los venezolanos acusados en Estados Unidos por el presunto blanqueo de los 1200 millones de dólares mencionados.
Vuteff armó su vida en esta última década entre Buenos Aires, Caracas y Madrid. El empresario se casó con Antonietta Ledezma Capriles, hija de Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas entre 2008 y 2015, un opositor del gobierno chavista. Más allá de la familia, sus negocios estuvieron vinculados al chavismo.
La Justicia española lanzó en octubre de 2018 la operación “Carabela”, que contó decenas de allanamientos y la detención, entre otros, del propio Vuteff. Como parte de la operación, se embargaron 115 inmuebles en España por un valor aproximado de 60 millones de euros. Vuteff fue liberado un año después, pero la investigación continúa adelante en los juzgados de Madrid.
Las inversiones en Argentina
Un departamento sobre avenida del Libertador, a pocos metros del estadio Monumental, que pagó en efectivo. Otra propiedad en la ciudad de Buenos Aires por 400.000 dólares. Y otros dos inmuebles: el primero, un campo en Pellegrini, provincia de Buenos Aires, cotizado en 575.000 dólares; el segundo, una propiedad en Trenque Lauquen por 2,3 millones de pesos.
Hay más. También compró una camioneta BMW (con un valor de 100.000 dólares), otra camioneta Honda y un Audi. Adquirió en el mercado cambiario moneda extranjera por 1,1 millones de dólares, más 150.000 euros, según los datos que constan en el expediente judicial. Como inversión financiera, compró bonos de la deuda argentina por 1,2 millones de pesos.
“Inferimos que ninguno de los Vuteff disponía de ingresos conocidos, bienes, activos o actividades legítimas que les permitieran desarrollar las erogaciones antes desarrolladas”, aseguraron los fiscales Mario Villar y María Laura Roteta, que iniciaron la investigación después de un reporte de operación sospechosa de la Unidad de Información Financiera (UIF). La causa ahora es instruida por el juez Marcelo Aguinsky y la fiscal Gabriela Ruiz Morales, que pidió distintas medidas de prueba en los últimos meses, indicaron fuentes judiciales.
“Llama la atención el contraste entre la ausencia de ingresos conocidos y la necesidad de Vuteff de disponer de una caja de seguridad y también la utilización de enormes montos de dinero en efectivo como forma de pago. Entre agosto de 2014 y agosto de 2017 alquiló una caja de seguridad mediana en Hausler, fecha que coincidiría con la época en la que se habrían cometido ilícitos penales”, escribieron Villar y Roteta.
LA NACION intentó comunicarse con Vuteff a todos sus teléfonos registrados en Buenos Aires, así como a través de allegados en Madrid, pero nunca recibió respuesta.
Hubo otros elementos que resultaron llamativos para los investigadores porque, de distintas maneras, se relacionan con los países antes mencionados. Vuteff recibió en 2018 transferencias bancarias desde el exterior por un total de 240.000 dólares desde cuentas radicadas en Estados Unidos, Uruguay y Suiza.
Las huellas del lavado
La Procelac sostiene que en estos giros hay varios indicios de lavado. El primero, la fragmentación: ninguna transferencia recibida fue mayor de 50.000 dólares. El segundo, el origen: en Estados Unidos se ingenió el blanqueo globalizado de los fondos, Suiza fue uno de los países que abarcó esta red y Uruguay fue un lugar muy frecuentado por el empresario.
Justamente la frecuencia de los viajes es el último elemento que remarcan los investigadores. Según la Procelac, Vuteff viajó más de 30 veces a Uruguay desde 2004 (2014 fue el año con más viajes) y prácticamente todos se hicieron durante la semana, en días hábiles. En todos ellos regresó al país en el mismo día o al día siguiente.
Otro destino frecuente fue España: voló más de 20 veces a Madrid entre junio de 2015 y septiembre de 2018, según consta en la denuncia de la Procelac. El primero de los viajes, de apenas cuatro días, en junio de 2015, coincide con la fecha de constitución de Columbus.
“Vuteff registra más de 250 viajes desde 2004, a distintos países de América y Europa, con un marcado aumento a partir de 2014. Se trata de una circunstancia extraña para quien no contaría con ingresos de dinero que justifiquen esas erogaciones”, concluyeron los investigadores.
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