RSF: Chávez Entre Depredadores de la Libertad de Prensa
Por: Pedro González
Fuente: Inteligence Capital News
Las relaciones entre el poder, de cualquier índole, y los medios de comunicación se hace cada vez más difícil. Es cosa sabida en las dictaduras, pero también de las democracias, donde las presiones no por más sutiles son menos intensas. El caso es que, un año más, y ya van 25, Reporteros Sin Fronteras (RSF) ha dado a conocer su demoledor informe anual, auténtico barómetro de la situación a nivel mundial del pilar –la libertad de prensa- que los padres de la patria norteamericana definieran como más importante incluso que la democracia de partidos.
La lista de los depredadores de la libertad de prensa incluye este año 40 nombres: 40 políticos, dirigentes de instituciones de Estado, jefes religiosos, milicias y organizaciones criminales que atacan directamente a los periodistas, que hacen de la prensa su enemigo preferido, su bestia negra. Poderosos, peligrosos, violentos, creen estar por encima de las leyes, y a menudo corroboran tal creencia con los hechos.
Un buen número de ellos confirman la presencia que tenían, desde el año pasado, en la clasificación. En América Latina la violencia procede siempre del mismo quatuor infernal: narcotraficantes, dictadura cubana, FARC y grupos paramilitares. En el continente africano también hay pocas modificaciones. En cambio, en Oriente Medio y Asia han cambiado algunas relaciones de fuerzas.
De la lista han desaparecido varios predadores como en Somalia donde, en diciembre de 2008, cesaron a Mohamed Warsame Darwish, el jefe de los servicios de inteligencia y autor intelectual de varios raids muy violentos, detenciones arbitrarias y ataques premeditados a los escasos periodistas que ejercen en el país. En Nigeria ha perdido poder el SSS, servicio de seguridad del Estado, aunque no por ello ha aflojado su presión sobre los medios de comunicación. Desde hace poco la policía nacional, y más particularmente su responsable, Ogbonna Onovo, aparece en el país como el principal protagonista de las exacciones cometidas con la prensa. A la policía, que ya estaba mal formada antes, se le anima a usar la violencia con los periodistas, a fin de alejar a los testigos de sus operaciones.
A causa del actual conflicto larvado, los profesionales de la información en Irak tienen que enfrentarse a serios peligros, no en vano van ya 221 periodistas muertos desde que comenzaran las operaciones para derrocar a Sadam Husein. La violencia en la zona afecta principalmente a la población civil en general, razón por la que RSF ha retirado a los grupos islámicos iraquíes de la lista de predadores. Por el contrario, ha hecho su aparición en la lista Ali Abdulah Saleh, presidente de Yemen. Desde hace un año, el poder yemenita se ha endurecido, como lo demuestra la creación de un tribunal especial para delitos de prensa, la encarnizada persecución que padecen una decena de periódicos y los doce periodistas inmersos en procesos por presuntos delitos de opinión, acusados de haber filtrado noticias relativas a las dos guerras sucias que el régimen de Sanáa lleva a cabo en el norte y sur del país.
Resultaba difícil no adjudicar un lugar especial a las milicias privadas de Filipinas tras la masacre de medio centenar de personas, entre ellas 30 periodistas, cometida el 23 de noviembre de 2009 por secuaces del gobernador local de la provincia de Maguindanao. Las circunvoluciones de la justicia filipina ponen de manifiesto la falta de voluntad política para juzgar a los responsables, ya que se trata de apoyos muy cercanos, y demasiado importantes, para la presidente Gloria Macapagal-Arroyo. A juicio de RSF está claro que prevalece la impunidad.
También el mullah Omar, jefe de los talibanes, cuya influencia se extiende desde Afganistán a Pakistán, tiene en marcha una guerra santa contra la prensa libre, una guerra de ocupación del espacio mediático. En 2009 se produjeron alrededor de cuarenta ataques, directamente contra periodistas y oficinas de redacciones. El mullah Omar se ha ganado por ello una plaza en la lista de predadores, lo mismo que el presidente de Chechenia, Ramzan Kadyrov. RSF consiguió entrevistarse personalmente con él en marzo de 2009 y su impresión no puede ser peor: “sus chulescas poses de supuesta tolerancia, sus puntos de vista falsamente condescendientes sobre la libertad de prensa, no engañan a nadie”. En efecto, Anna Politkovskaya y Natalia Estemirova, ambas fervientes denunciantes de la “cuestión chechena” fueron abatidas: la primera en Moscú en octubre de 2006, y la segunda cerca de Grozny, en julio de 2009. RSF proclama que Ramzan Kadyrov no es ajeno a esos asesinatos, como a muchos otros ocurridos en Chechenia, donde ha creado un auténtico régimen de terror, que estaría bendecido desde Moscú por el primer ministro Vladímir Putin, quién por cierto estaría ya preparando las bases para su retorno al puesto de jefe de Estado de Rusia.
Además de seguir incluyendo a organizaciones terroristas como ETA, RSF concede el cuadro de honor personal a tres jefes de Estado, a quienes no parece temblarles el pulso lo más mínimo a la hora de estrangular la libertad de informar: el iraní Mahmud Ahmadineyad, el libio Muammar Gadhafi, y el coreano Kim Jong-il. A los tres les pisan los talones en tan bochornosa clasificación el venezolano Hugo Chávez, el cubano Castro (dos por el precio de uno) y el zimbabwo Robert Mugabe.
Etiquetas: libertad de expresión
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