Las cuentas de Makled
La superintendencia de bancos consiguió 400 millardos de bolívares de los de antes en una maraña de 19 cuentas relacionadas. La primera alerta salió de un depósito en efectivo de 500 millones.
Por: JOSEPH POLISZUK
Fuente: EL UNIVERSAL
Todo empezó en Santa Elena de Uairén. Algo debió levantar las sospechas del pueblo, para que una comisión de la Guardia Nacional terminara a finales del año 2004, por seguir la pista de unos sacos de urea guardados en tres galpones que reposan en medio de la Gran Sabana. Algo debió sonar extraño, y aún peor cuando los funcionarios se percataron de que los depósitos estaban alquilados a nombre de una empresa llamada Inversiones Makled.
Para entonces, el apellido Makled no podía dar muchas más referencias que las del viejo almacén que ofrecía lavadoras, neveras y línea blanca en el centro de Valencia. Cuando mucho, remitía a la lista de empresarios consentidos, que sacaron la cara y el pecho por el Gobierno en esos días de 2002 y 2003 en los que Venezuela se quedaba sin gasolina. ¿Quién podía asociarlos entonces con el negocio de fertilizantes, empleados también en el clorhidrato de cocaína?
Las investigaciones posteriores demostraron que las 280 toneladas de urea y otros derivados químicos que encontraron casi en la frontera con Brasil fueron adquiridos legalmente por Inversiones Makled, a través de una concesión que otorgó Pequivén. Pero luego también quedó demostrado que habían violado varias de las cláusulas que establecía el contrato.
"Pese a no poseer distribución en la zona de Santa Elena de Uairén, tenía tres galpones alquilados en donde depositaba mercancía proveniente del complejo petroquímico (... ), cuyas guías de movilización tenían como destino Villa de Cura, estado Aragua".
De eso quedó constancia hace más de cinco años en el expediente 07-F06-2C0214-04 que reposa en la Fiscalía Sexta del estado Bolívar, con sede en Santa Elena de Uairén, aunque apenas se conoce ahora luego de que el Tribunal Supremo de Justicia diera detalles de ese y otros casos, a la hora de formalizar la extradición de Makled ante las autoridades colombianas.
2004
Si bien la urea es un fertilizante por excelencia, también es un químico rico en nitrógeno, que cataliza la transformación de la hoja de coca. ¿A dónde habrán parado las miles de toneladas que Pequivén dio en concesión a los Makled?
Varios pedidos se perdieron entre 2004 y 2005. Aunque pasaron años para que esta situación se hiciera pública, se sabe ahora gracias a una ponencia que la magistrada Deyanira Nieves dio el 20 de agosto del año pasado, para formalizar la comparecencia de Walid Makled ante los tribunales venezolanos.
Pequiven quitó la concesión a la empresa y obligó a pagar con intereses los desvíos que llegaron a comprobarse. En fin, todo "concluyó con un acuerdo reparatorio en donde el señor Walid Makled, en representación de Inversiones Makled, realizó un pago a Pequiven superior a los 7 millardos de bolívares". Así terminó el asunto, pero fue el punto de partida para otros tantos, que dejan en tela de juicio los negocios de Walid y tres de sus hermanos.
Las cosas nunca fueron iguales desde ese episodio. Las cuentas bancarias de la familia registraron depósitos vertiginosos entre 2004 y 2008, pero la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario no dejó de auditarlas.
Como una sombra, la Sudeban anduvo detrás de cada movimiento: haciendo cruces, sacando cuentas, fisgoneando negocios y delatando lo que el Ministerio Público concluyó -según las pocos actas divulgadas- como "una importante organización criminal, dedicada al tráfico de sustancias estupefacientes y psicotrópicas".
2005
Al menos 13 empresas registradas a nombre de Walid y algunos de sus hermanos engranaron un sistema que, de acuerdo con la Fiscalía, "convirtieron a las entidades bancarias en verdaderas autopistas financieras, donde ingresaban grandes cantidades de dinero, para luego en muy corto tiempo egresarlas sin destino conocido, bajo la figura de pagos múltiples y por distintos conceptos".
En cuatro años, más de 400 mil millones de bolívares de los de antes entraron y salieron de una maraña de 19 cuentas bancarias. Se trata de más de 186 millones de dólares, según la tasa oficial de entonces, que quedaron registrados en los reportes de actividades sospechosas de los bancos nacionales.
Las primeras alarmas se dispararon en el Banco de Venezuela, por un depósito en efectivo: un supuesto empleado de Inversiones Makled llamó la atención del personal que trabajaba en la sucursal 312, que está en la avenida Vargas de Barquisimeto, estado Lara, cuando llegó en marzo de 2005 con 500 millones de bolívares viejos.
¿Cómo es que alguien que ganaba 800.000 bolívares al mes y que aseguraba dedicarse exclusivamente a la comercialización de sorgo manejaba tantos depósitos en efectivo? Eso se preguntó la seguridad interna del banco y posteriormente los abogados de la Fiscalía Duodécima del Estado Carabobo, cuando iniciaron el 14 de febrero de 2006 un proceso legal contra Walid Makled, tres de sus hermanos y dos de sus socios.
2006
Una a una, las cuentas de la familia y de los más allegados al grupo empresarial fueron investigadas. Las más abultadas o, aquellas en las que miles de millones de bolívares apenas se estacionaban por días, tienen un "Reporte de actividades sospechosas" en la Sudeban.
Hasta la Fundación Makled fue espiada. Parece que los fiscales nunca confiaron en las buenas intenciones de una organización que anunció sillas de rueda, implementos deportivos, bolsas de comida, ayudas médicas y hasta un comedor para los indigentes que se acercaran a los locales 1 y 2 del centro comercial Chall II, ubicado en el casco histórico de Valencia.
De las investigaciones judiciales que cita el TSJ en la solicitud de extradición se desprende que nunca hubo tal comedor: "Sólo observaron fotografías en diversos lugares del estado Carabobo, en donde Abdala Makled, candidato a la Alcaldía de Valencia y miembro del grupo Makled, aparece entregando artefactos eléctricos y alimentos no preparados a personas".
Eran los tiempos en que Aldala había lanzado su nombre como abanderado rojo en la carrera por la plaza de Valencia. La campaña, de cualquier modo, duró poco: antes de que fuera tarde, el Partido Socialista Unido de Venezuela le cerró la puerta. Al menos quedaron las neveras y lavadoras que repartió en los barrios de la ciudad, junto a unos afiches en los que aún se puede ver su foto y su nombre al lado de frases de campaña como "Valencia será mejor", "Sí hay esperanza" y "De frente con el socialismo"...
En esos días también se vio a su hermano Walid -ahora detenido en Colombia- muy cerca del ex gobernador de Carabobo, Luis Felipe Acosta Carlez. Frente a las cámaras de televisión del programa Aló mi Pueblo, que conducía el ex mandatario, en una oportunidad entregó 6 millarados de bolívares de los de antes a nombre de la Fundación Makled. Otra vez las mismas dudas: ¿De dónde llovía tanto dinero?
La Fundación Makled fue registrada con 25 millones de bolívares viejos y en su cuenta no se encontraron más de 75 millones. "La imprecisión de la procedencia del dinero de esta fundación se refleja en el manejo de una cuenta corriente (... ) con pocos movimientos bancarios", sostiene la Fiscalía Duodécima de Carabobo.
2008...
La fiscal general de la República, Luisa Ortega Díaz, declaró esta semana que la investigación sobre Makled continúa. Evitó profundizar en el tema, pero a la espera del acusado dejó la pelota en manos de Colombia, desde donde la Corte Suprema de ese país sorprendió en la noche de este viernes al aprobar la extradición.
Sólo falta el visto bueno del presidente Juan Manuel Santos, el juego está en su cancha. Mientras todo se aclara, el tema continua dando mucha que cortar. Poco a poco, de entrevista en entrevista, hasta el propio Makled ha ido hablando de sacar pruebas que lo relacionan con militares y altos funcionarios del país.
Desde que cayó preso, en agosto del año pasado, está circulando una carta de agradecimiento que supuestamente salió el 22 de enero de 2008 del Palacio de Miraflores a los locales 1 y 2 del Centro Comercial Chall II de Valencia. El membrete, por si a las dudas, iba dirigido nada más y nada menos que al "Presidente de la Fundación Makled", Aldala Makled.
Ya en 2008, en el Gobierno debieron estar enterados del manto de dudas que el Ministerio Público había levantado sobre la Fundación Makled y 13 firmas del mismo grupo empresarial. La misiva, supuestamente suscrita por María Eugenia Castro Egui, "secretaria privada del Señor Presidente de la República Bolivariana de Venezuela" no diera tanto de qué hablar si no fuera por el silencio oficial frente al tema.
Hasta partidos políticos como Podemos y Copei colgaron el documento en sus blogs. Ni así hay forma de que algún periodista o funcionario de Miraflores despejara la duda; esta semana nadie respondió a los llamados telefónicos.
En este tema, después de todo, quedan más preguntas que respuestas. El año pasado tampoco hubo quien precisara cómo es que varias toneladas -esta vez no de fertilizantes o derivados químicos sino de comida podrida- aparecieron en los depósitos de Transgar, otra firma que el Grupo Makled tenía en Puerto Cabello.
De escándalo en escándalo, Walid Makled y sus socios no han parado: en noviembre de 2008 fueron acusados de almacenar droga en una finca de Tocuyito; luego por el asesinato del veterinario Francisco Larrazábal y el periodista Orel Zambrano. También por un contenedor, que apareció con droga en la avenida 79 de Valencia.
Más tarde el gobierno de Estados Unidos congeló una cuenta bancaria por un depósito de 3,1 millones de dólares, que salió del mismo grupo empresarial. Pero la guinda del postre llegó en mayo de 2009, directamente desde Washington, cuando el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, incluyó a Makled en la lista de los narcotraficantes más buscados... Pensar que todo empezó en Santa Elena de Uarirén.
jpoliszuk@eluniversal.com
Etiquetas: Asesinatos Periodistas, narcoestado, Walid Makled
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home