Soberanía, PDVSA, el Iluminado, Obama y los hijos de…

Por: JOAQUIN CHAFFARDET

Las contradicciones, el simplismo y la ridiculez son las características que modelan la conducta de los jerarcas de la Robolución, siempre aderezada con sus toques permanentes de adulancia al comandante presidente y una esotérica invocación al exhumado dios local.

Expresión de esa conducta ha sido la reacción oficial ante la decisión del gobierno de los Estados Unidos de imponer sanciones, por demás leves, a PDVSA por sus relaciones comerciales con Irán en violación de los acuerdos del Consejo de Seguridad de la Naciones Unidas que imponen sanciones a Irán y que en ejercicio de su soberanía han sido recogidas en una ley por el Congreso de los Estados Unidos.

El Subsecretario de Estado James B. Steinberg anunció dichas sanciones en los términos siguientes:

Conforme a la Ley de Sanciones contra Irán, el Secretario [de Estado] tiene autoridad para calibrar las sanciones caso por caso. En consecuencia, las diferentes sanciones han sido seleccionadas para cada entidad dentro de los límites de las prohibiciones de ciertos tipos de ayuda del gobierno [de Estados Unidos] a sanciones más amplias contra transacciones de relativas a propiedades con personas estadounidenses. En algunos casos, nuestra intención ha sido cerrar las actividades de las firmas objetivo de las sanciones; en otros nuestra intención es disuasoria. En todos los casos, hemos examinado detalladamente las transacciones y hemos hecho juicios sobre el impacto probable de nuestras acciones en el mercado de energía global.

Por ejemplo, en caso de PDVSA, las sanciones que hemos impuesto cortarán el acceso de PDVSA a contratos del Gobierno estadounidenses, a financiamientos por parte del Export Import Bank de los Estados Unidos y a licencias para tecnologías controladas. Estas sanciones no prevendrán la venta del PDVSA del petróleo a los Estados Unidos u otros mercados, y las sanciones no afectan las operaciones de las filiales del PDVSA.

Es necesario tener en cuenta que Irán es un estado sancionado por Naciones Unidas y adicionalmente promotor del terrorismo y enemigo de los Estados Unidos. Los Estados Unidos adoptó la decisión “soberana” de restringir sus relaciones con aquellas entidades, públicas o privadas, que mantengan relaciones de diversa índole con su enemigo: el régimen iraní. Es decir, lo hizo en uso de su independencia y soberanía nacional, de la misma manera en que Hugo Chávez tomó la decisión de establecer una alianza integral en múltiples campos con el régimen de su “hermano” Mahmud Ahjmadinejad. De la misma manera en que estableció una estrecha alianza con el “Bolívar” de Africa Muhammar Kadafi. De la misma manera en que, por sus estrechas relaciones con las FARC, rompió relaciones diplomáticas y comerciales con Colombia a raíz de la afortunada eliminación de Raúl Reyes.

La prensa de hoy recoge las declaraciones del Metro canciller y el Terminator de PDVSA, en la que aseguran que “se trata de sanciones unilaterales e ilegales”. Cabe preguntarles en qué consiste la “ilegalidad” de la decisión, pues dicha decisión fue tomada dentro del marco de su régimen legal, lo que por cierto no hace el gobierno de su comandante presidente, que como azote de barrio sistemática y constantemente actúa violando la constitución y las leyes. En cuanto a la unilateralidad, ella es un ejercicio de soberanía, la misma que reclaman para Venezuela.

En el caso específico de PDVSA, el gobierno de los Estados Unidos ha adoptado tres decisiones: 1) PDVSA no puede contratar con el gobierno de los Estados Unidos: es decir, no puede venderle ni comprarle nada, incluido petróleo. Hasta donde sabemos, PDVSA hasta ahora no le vende al gobierno de los Estados Unidos. 2) PDVSA no tendrá acceso a ningún tipo de operaciones con el Export - Import Bank (EXIMBANK), propiedad del gobierno de los Estados Unidos. Sería demasiada pretensión del gobierno Robolucionario que ese banco financie las exportaciones petroleras de PDVSA y sus masivas importaciones de alimentos podridos. 3) Finalmente, PDVSA no podrá tener acceso a “tecnologías controladas”, generalmente tecnologías de punta, desarrolladas por empresas de los Estados Unidos. Prohibición que se extiende a aquellas firmas, americanas o no, que fuera de los Estados Unidos las pudieran estar produciendo bajo licencia. Esta restricción no debería preocupar al régimen, pues cuenta con la permanente inyección de tecnologías de todo tipo provenientes de Cuba, que para los chavistas no solamente es el Mar de la Felicidad sino el Mar de la Ciencia y la Tecnología y hasta de la Justicia según la magistrada Espinito.

La verdad es que el Iluminado no debería quejarse mucho, pues en una posición ambigua y utilitaria le dejaron abierta la llave de los dólares para la campaña del 2012, al concluir el Departamento de Estado su anuncio diciendo que “Estas sanciones no prevendrán la venta del PDVSA del petróleo a los Estados Unidos u otros mercados, y las sanciones no afectan las operaciones de las filiales del PDVSA”.

Ahora bien, esas sanciones o restricciones establecidas a PDVSA en sus relaciones con el gobierno de los Estados Unidos y ciertas empresas americanas, son producto de sus relaciones comerciales con Irán, las cuales forman parte de los estrechos nexos con el régimen dictatorial y teocrático de Ahmadinejad, impuestos a la nación por el Iluminado de Sabaneta. El Metro canciller y Terminator, declararon que mantendrán la relación con Irán cueste lo que cueste en ejercicio de la soberanía nacional. Pero igualmente tiene derecho el gobierno de Estados Unidos a decidir cuales empresas no podrán hacer ningún tipo de operaciones con su gobierno ni con ninguna empresa americana o con sede en los Estados Unidos y a fijarle a otras empresas que comercien con Irán límites para regular sus relaciones con su gobierno de Estados Unidos y con empresas de ese país.

En la reacción oficial no podía faltar el patrioterismo ridículo y cursi. El Iluminado de Sabaneta escribió por su tweeter "Sanciones contra la Patria de Bolívar, impuestas por el gobierno imperialista gringo, pues bienvenidas Mr Obama, no olvide que somos los hijos de Bolívar". Más ridículo no puede ser: “sanciones contra la patria de Bolívar”. En todo caso, srgún el Iluminado no es contra Venezuela, ¡es contra la Patria del Dios Bolívar! ¡cómo se le ocurre esa herejía! … derechito al infierno vas a ir Obama. Y retador escribe “…bienvenidas [las sanciones] Mr. Obama…” y acto seguido la amenaza más seria: “…no olvide que somos hijos de Bolívar…”. ¡jajaja que miedo!!! Bueno, hasta en esa tontería es embustero el Iluminado, porque afortunadamente no existen ni existieron hijos de Bolívar, porque éste nunca pudo engendrar, de lo contrario a lo mejor los feligreses de la religión bolivariana nos hubieran impuesto una Dinastía Bolívar, especie de Borbones tropicales.

No puedo dejar de comentar cierto grado de colonialismo mental puesto de manifiesto por algunos dirigentes opositores, que han declarado condenar la supuesta “agresión” contra la nación o contra PDVSA, cuando en realidad su condena debería ir dirigida contra quien se ha aliado con todos los dictadores y sátrapas del planeta, entre ellos el dictador iraní. El, Hugo Chávez, es el responsable de esas sanciones contra PDVSA que son un nuevo aporte suyo a la destrucción de la industria petrolera. Quienes han adoptado esa posición es porque simplemente tratan de escurrir el bulto por temor a ser llamados pitiyanquis, traidores a la patria, vendepatrias, etc, lo cual de ninguna manera podrán evitar.

Ejemplo de esta conducta es la declaración del aspirante a Presidente, Dios nos proteja, Enrique Capriles, quien según reporta el diario El Nacional escribió en su tweeter "Nuestro rechazo enérgico a las sanciones impuestas por el gobierno EUA contra nuestra industria petrolera. Toda injerencia en asuntos internos de nuestro país es inaceptable!". El señor Capriles debería usar la cabeza, además de para ponerse una gorrita de pelotero, para pensar y expresar su “rechazo enérgico” al verdadero culpable y a su política exterior: Hugo Chávez. Las relaciones con un estado forajido y el apoyo a los programas nucleares de Irán no es un asunto interno de Venezuela. Lea las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. ¡Cuánta superficialidad y miedo! ¡Quédese en su Estado Bolivariano de Miranda con los muchachos de su Guardia Nacional Bolivariana!

jchaffardet@gmail.com