Venezuela: Gobierno de Emergencia y Transición
Por: Carlos R. Alvarado Grimán
Gráfica: Creación del Angel Mercenario
“Un gobierno no cae porque sea malo simplemente, sino porque hay condiciones que se dan y fuerza organizada para aprovecharlas” John William Cooke
La noticia sobre la grave enfermedad que aqueja al Tte. Coronel y la reticencia de sus áulicos para informar debidamente a los venezolanos sobre la prognosis o posible desenlace de su mal, han creado un ambiente de angustia para sus seguidores y de expectación para quienes nos oponemos a su régimen neo-totalitario.
En el seno del PSUV ha estallado una lucha a cuchillos para suceder al caudillo. Un verdadero saco de alacranes de distintas especies que a toda costa intentarán asirse del poder, para mantener privilegios y continuar delinquiendo bajo el manto de la impunidad ante la ley.
Por su parte, la Oposición en la MUD luce desorientada, sin respuestas ni proyectos y evidenciando un gran vacío de liderazgo, lo cual constituye un inmenso peligro dada las oscuras sombras que se ciernen sobre el país. No en balde se dice que el caudillo es quién dicta la agenda de la oposición, quienes reaccionan a los estímulos que este le genera antes desde Miraflores, pero ahora desde la Habana.
No obstante, ante este panorama sombrío y de falta de definiciones, no podemos permitir que el país se termine de ir por el despeñadero. La divina providencia que ha querido salvar a la patria, ha puesto en bandeja de plata, las condiciones, para que lo rescatemos de su eterna crisis política, social, económica e institucional en que el Tte. Coronel lo sumió.
Como en una obra Shakesperiana, la posible desaparición, al menos política del caudillo, presagia el final del drama que produjo tanto dolor, muerte y odios en nuestra sociedad. Es el principio del fin de esta falsa revolución, plagada de personajes pérfidos y criminales aviesos, que casi logran la destrucción total del país.
Venezuela ahora parece revivir como el ave Fenix de sus cenizas y retoma el vuelo hacia la esperanza, todo esto por obra y gracia de Dios, quién nunca nos desamparó, pero que quiso darnos una lección de vida que debemos transmitir a las generaciones por venir.
Sin embargo, Dios no lo hará todo por nosotros. Tenemos una inmensa tarea en lo inmediato para evitar que las fuerzas del mal se roben nuestros sueños de libertad e impidan que salvemos al país de la anarquía.
El caudillo Tte. Coronel sembró odios y eso cosecha ahora, justamente, en sus horas aciagas. Pero nosotros como las águilas debemos volar alto y sobreponer los supremos intereses de la patria sobre odios y resentimientos. Este es el momento para que las fuerzas morales de nuestra sociedad den un paso al frente y asuman la responsabilidad que la historia nos ha puesto por delante.
Este es el momento de los grandes hombres, es el tiempo para que la iglesia, las academias, los estudiantes, gremios, sindicatos, ONGs, organizaciones sociales y partidos políticos en general, convoquen a un gobierno de transición, así como a un gran consenso nacional que nos permita el retorno a los caminos democráticos sin traumas o sufrimientos.
Ahora no podemos vacilar. El pueblo democrático tiene las esperanzas cifradas en las fuerzas morales de nuestro país, para rescatar la república, el honor, el respeto a las leyes y a la constitución como paradigma nacional.
Los tiempos por venir serán muy duros y por esto tenemos que dar muestras de cohesión, mostrar que conocemos como enrumbar el barco de la patria hacia un puerto seguro. Es sin dudas, la hora de un gobierno de emergencia y transición.
Etiquetas: Consejo Situacional
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