Transición: planificada y civilizada
Por: José Arcadio Hernández
Fuente: Código Venezuela
Para no caer en el caos, o heredar un país en ruinas
Al igual que en tiempos de la independencia, hace ya 200 años, así
están planteadas las cosas en la coyuntura 2011-2012. La política de
arrase está sobre la mesa, y sin una estrategia clara, lo que lograremos
rescatar del país no será más que cenizas.
El pescueceo en la Mesa de Unidad parece, al menos al día de hoy,
estarse asentando en un juego de pactos que, políticamente hablando, no
luce tan mal.
Hay consensos, y si bien algunas manos peludas insisten en imponer a
como dé lugar las candidaturas de Pablo Pérez o de Radonski, la
variopinta representación de partidos políticos e individualidades de la
famosa mesa muy probablemente evitará la autocracia a la hora de
escoger al abanderado unitario.
Aunque siguen oliendo mal las zancadillas propinadas a tremendos
candidatos como lo son Don Diego Arria, que, al no estar apoyado por un
partido político, debe reunir por su cuenta 200 mil firmas, a la mejor
manera de los Firmazos que, como recordamos, dieron vida a la Lista Tascón.
Con la escogencia de la fecha de las presidenciales para octubre del
2012, al menos en lo político, se despeja el panorama. Gobierno y MUD,
que ya sabemos se entienden pues forman parte de un sistema político ya
instaurado en nuestro país, complacidos, se batirán en un duelo con
árbitro parcializado.
No parece haber intención alguna de parte de la dirigencia opositora
en siquiera nombrar al Registro Electoral, ni en exigir con mano dura la
inscripción de votantes en el exterior, ni denunciar firmemente las
migraciones…, en fin: no parecen querer que la cosa sea transparente.
La táctica es la misma: mover mucha gente, acumular muchos votos, y
rezarle a San Baduel, a ver si se acerca así sea en espíritu desdoblado a
la sede del Consejo Nacional Electoral, y haga valer con el sólo brillo
de las metralletas el sentir de la mayoría en las FF.AA. Negociar,
mover fichas, y rezar: así de simple.
Más allá de ello, en el supuesto de que tal sistema prospere, y el
candidato unitario sea reconocido como ganador, el escenario siguiente
no es más que brumas. La niebla que cubre al día siguiente del 07 de
octubre es densa y oscura, porque el mundo entero sabe que este régimen
no querrá nunca jamás entregar el coroto.
En un ataque de claridad sin precedentes, Ramón Guillermo Aveledo
instó a los diputados de la Asamblea Nacional a elaborar una Ley de
Transición de permita el traspaso de mando en sana paz.
Puede que esta ley nunca prospere pero, y por lo mismo, la MUD debe
avocarse inmediatamente a definir las medidas a tomar apenas ganadas las
elecciones presidenciales, y contener así las posibles retaliaciones de
un gobierno que ha manifestado con anterioridad, y sin tapujos, su
negativa a entregar el poder por las buenas.
Entre octubre de 2012 y enero de 2013 mucho es lo que algunos
sectores del régimen querrían o intentarían hacer. El Consejo Nacional
de Transición libio, por ejemplo, se avocó en aquel país a evitar la
fuga de capitales e impulsar su repatriación, porque entendieron que la
puesta en marcha de su democracia no podía ni debía hacerse sin el
capital propio de la naciente república.
Diego Arria, que sabe del asunto de los regímenes dictatoriales y sus
mañas, ha alertado, en otro orden de ideas, la necesidad que esclarecer
la transición en virtud de los nexos harto conocidos del gobierno de
H.Ch. con grupos terroristas y agrupaciones violentas, que en mala hora
podrían ser activados en contra de la población civil, por algunos
sectores gubernamentales.
Planificar la transición desde ya, amén de colocarnos en el sitial de
país serio y civilizado, nos permitiría empezar la reconstrucción de la
patria con todos los hierros. ¿Estaremos el 08 de octubre de 2012 a la
altura de las circunstancias?
Etiquetas: Consejo Situacional
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