En el mundo de la Corrupción: "Dios los cría..." y ellos operan
Desde estas mismas columnas hemos
demostrado -más de una vez- que uno de los más gruesos denominadores comunes de
los regímenes bolivarianos de América Latina es la extendida corrupción que los
caracteriza.
Por: Emilio J. Cárdenasor
Fuente: Diario exterior
Mafiosos: Lukashenko - Chávez |
Esto sucede en Bolivia, Ecuador,
Nicaragua o Venezuela, por igual. Y en tierras de algunos de sus “compañeros de
ruta”. Inexorablemente.
Pero cuando se juntan el último régimen
estalinista europeo, el de Bielorrusia, y Venezuela, la corrupción deviene casi
inevitable. Los fraudes eran de esperar. Y acontecieron.
A estar a las noticias que publica la
reveladora página electrónica de “El Universal” de Caracas, en relación con el
acuerdo comercial celebrado entre Bielorrusia y Venezuela en virtud del cual,
entre otras cosas, algunos “empresarios” bielorrusos se comprometieron a
construir viviendas populares en Venezuela, han explotado recientemente feos,
pero previsibles, episodios de extrema corrupción.
Las explosiones ocurrieron en
Bielorrusia. Esto es en tierra del tirano Alexander Lukashenko, uno de los
inusuales y principales aliados estratégicos de Hugo Chávez. Como también lo es
Mahmoud Ahmadinejad. Pero los aparentes desfalcos sucedieron en territorio
venezolano.
El propio Lukasehnko anunció -en
vísperas de la navidad pasada- que Víctor Shevstov y otros “empresarios” de su
país estaban siendo procesados penalmente en Bielorrusia.
Shevstov, concretamente (a quien
no se veía en Venezuela desde septiembre pasado) está preso. Confirmado. Fue
enviado a la cárcel por la KGB bielorrusa. Era uno de los directivos de
“Belzarubezhstroy”, una empresa constructora bielorrusa (BZS), cuyo paquete
accionario mayoritario pertenece al Estado. Por un presunto “desvío de fondos”
(nosotros lo llamamos, más bien, “robo” o “fraude”) que de pronto aparentemente
“se esfumaron” y por otras “irregularidades” en el proceso de construcción en
Venezuela, donde se habrían violado las leyes locales. Curiosamente, en
Venezuela nada se ha dicho sobre esto, como si no hubiera pasado. Hablamos de
un repentino “mordisco” de unos 10 millones de dólares. Y, quizás, como suele
suceder, también de algún “retorno” no entregado. De una “avivada”, para usar
la terminología kirchnerista.
Shevstov es un “magnate” acusado
con anterioridad de haber traficado armas y lavado dinero en Irak. Se mostraba
frecuentemente en compañía del propio Hugo Chávez y tenía obras de viviendas en
Caracas, Barinas (el feudo de la familia de Chávez), Miranda y Guárico. Se
trata de unas 17.500 unidades de vivienda popular, de las que se habrían
completado y entregado apenas un 4%. Nada.
En seis años, el comercio
bilateral entre Bielorrusia y Venezuela aumentó insólitamente unas 330 veces.
Esto, como cabía suponer, aparentemente ha generado oportunidades múltiples
para la corrupción. Las empresas de Bielorrusia además extraen crudo del
riquísimo subsuelo venezolano, por ser amigas del Jefe, obviamente.
“Dime con quien andas y te diré
quien eres”. Lo de Bielorrusia y Venezuela -estaba escrito- iba a terminar así.
Por las características autoritarias de ambos regímenes, era casi inevitable.
Una pena, porque el perjudicado es obviamente el pueblo de Venezuela, los más
humildes, los que esperaban ilusionados la dádiva populista que se les había
anunciado con bombos y platillos, naturalmente.
Emilio J. Cárdenas
Ex Embajador de la República
Argentina ante las Naciones Unidas.
Etiquetas: lavado de dinero
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