Venezuela: República Malandra
El mundo de Héctor
Por: HÉCTOR DÍAZ - hectordiaz63@hotmail.com
Fuente: Diario El Tiempo
Los informes
semanales de las distintas morgues del país nos señalan el parte de guerra
urbana y rural a que somos sometidos por la inseguridad en cada uno de los
estados y municipios del país, el rincón más apartado de la geografía
venezolana no escapa de los índices forenses y donde gracias a los medios de
comunicación social, se nos detalla minuciosamente cada uno de los hechos de
sangre, asesinatos por atracos, violaciones despiadadas, muertes por encargo,
enfrentamientos entre bandas por el control territorial, complicidad entre los
propios cuerpos policiales, mafias que controlan la entrada de armamentos a los
recintos penitenciarios y pare usted de contar la lectura de los titulares en
las páginas de sucesos. Estamos en presencia de una sociedad sucumbida en el
delito, en la sociedad de cómplices y la complacencia de la justicia; cada
transeúnte, venezolano o extranjero, anda a merced del virus llamado
inseguridad, nadie escapa de ese flagelo que acecha a cualquier hora del día y
estemos donde estemos. El ataque es frontal de una delincuencia organizada que
muchas veces es financiada y protegida por el propio Estado para que actúe
hasta en los sectores más desprotegidos de la sociedad, y hasta nos parece una
gran contradicción, cuando el propio presidente de la república se autonombra
defensor de los pobres y desamparados, pero allí es donde la inseguridad tiene
mayor pegada de hechos de sangre; son los sectores populares los que sufren los
mayores riesgos de la delincuencia desbocada.
Cuando escuchamos el discurso del odio
del Presidente y sus colaboradores, donde pretenden meternos en una ficticia
lucha de clases, cuando de una manera irresponsable alega que "quien no
tiene para comer tiene que robar" es una abierta invitación a la apología
del delito, es el propio jefe del Estado y sus Ministros que incitan a la
inseguridad y arrastrarnos lentamente a una república malandra y con los
valores invertidos; oficinas del Estado que son saqueadas sin que nadie
investigue, inmensas remesas de dinero desaparecen de una forma misteriosa con
convenios con países, caso muy particular el cubano que huyó del estado
Trujillo con el presupuesto de la Planta de Etanol y fueron dos mil millones de
dólares que se fugaron sin que hasta los momentos nadie haya dicho "vamos
a investigar"; en las propias Gobernaciones, Alcaldías e institutos
gubernamentales desaparecen misteriosamente inmensas cantidades de cesta
tickets, cajas de seguridad que son violadas para sustraer nóminas de pago,
maquinarias y equipos son trasladados a manos de particulares funcionarios que
se adueñan de bienes del Estado, y lo más sorprendente, dirigentes que se
hacían llamar de izquierda socialista o los llamados militares revolucionarios
que ayer no tenían donde caerse muertos por la miseria en que vivían y los
arropaba, hoy mantienen un estatus de vida muy parecida a la burguesía que
ellos mismo critican, quizás hasta exageran en la opulencia y el derroche.
En los órganos contralores del Estado
reposa todo un cementerio de expedientes de denuncias, pruebas y hasta
testimonio de cómo muchos funcionarios han dilapidado los recursos del Estado;
caso de Diosdado Cabello, Jesse Chacón, Rafael Ramírez, Juan Carlos Loyo, el
Plan Bolívar 2000, Ramón Carrizález, Jesús Aguilarte Gámez ex gobernador de
Apure, 245 funcionarios del SAIME denunciados por corrupción, los ministros que
le otorgaron los permisos de administración de los puertos al narcotraficante
Walid Makled García y donde se pretende enjuiciar a un magistrado del TSJ por
el simple hecho de haberle otorgado una credencial (este va hacer el chinito de
la banda de los enanos), y los altos funcionarios de Miraflores y el alto mando
militar involucrado en el cartel del sol le otorgaron permisos especiales,
hasta para despegar de la pista presidencial del aeropuerto de Maiquetía y
donde despachaban la droga para los países europeos, Centroamérica y Estados
Unidos. El financiamiento al Psuv justamente vino de las arcas de este narcotraficante
y del tráfico de drogas y nos preguntamos ¿Cuántos ministros están siendo
enjuiciados por los tribunales venezolanos? ¿Cuántos familiares de ministros
beneficiados por Walid Makled García, están tras las rejas? ¿Cuántos
Gobernadores y Alcaldes han sido enjuiciados por corruptos? ¿Dónde están las
llamadas comisiones de investigaciones que desde los cuerpos de seguridad se
despegan por el país haciendo auditorías, pero al final son sobornados por los
propios funcionarios investigados? Es lamentable decirlo, pero estamos
habitando en la república bolivariana de malandros y donde la impunidad está en
todos los poderes desde el más pequeño hasta el más alto.
Etiquetas: narcotrafico
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