EL ARPÍA VOLADOR
Por: SUSANA MORFFE
Fuente: Republicano Liberal
Si a Venezuela
la sometieran a concurso internacional
de contribución a la
paz mundial y entrega desinteresada de ayudas económicas a sus coterráneos,
seguramente quedaría eliminada del
concurso con el récord de guerras fabricadas y utilización del dinero de la
nación en armamento bélico; es más, pasaría automáticamente a ingresar la lista
de los países desterrados del planeta tierra.
Hace rato que los amigos de los enemigos de Venezuela vienen
anunciando un ataque de otros países, como estrategia para amedrentar o en su
defecto mostrar el pánico que les provoca el terreno movedizo donde se
encuentran ubicados. Es algo así como el que va a ser juzgado por equis delito
y prepara un ataque para no morir en el intento y mucho menos solo. Claro, lo
mejor es el ataque a tiempo para frenar cualquier avalancha que convierta el
patio controlado en una trinchera ocupada por “extraños”.
Ahora bien, parece película pero es la cruda realidad que la
señora “Venezuela” en estos momentos este cargada con una producción de aviones
sin tripulación, (el Arpía) capaces de exterminar a un posible enemigo que aún
no se sabe de donde va a salir, pero con la certeza mental de que el asunto
tiene implicaciones atribuidas a la sociopatia. ¿A dónde tendremos que recurrir
para ponerle un freno a este desenfreno?
Venezuela se ha convertido en los últimos años en importador
de alimentos y muchas veces desconocemos su procedencia. Se acabo la
agricultura, la siembra del petróleo en la que tanto insistió el notable Arturo
Uslar Pietri, no se ha podido concretar en este siglo tampoco. Ahora estamos
entrando en una baja del crudo, lo que nos indica que de continuar así, el
Estado venezolano tendrá que comprometerse más con recursos crediticios o pedir
dinero a sus países aliados. De tal manera que un inminente endeudamiento nos
coloca en caída libre, los programas sociales se vendrían a menos y la crisis
comenzaría hacer sus desaguisados en la población.
¿A quién se está defendiendo con el material bélico comprado
por Venezuela? Indudablemente que no es al pueblo. Se está proyectando una
guerra que no termina de cuajar, pero ante las circunstancias irreversibles de
una derrota, lo mejor es ceñirse de pertrechos militares para avisar que
cualquier intento por revertir el desorden establecido, podría traer graves
riesgos al país.
Al tiempo, los países aliados como Rusia, China e Irán,
aportan tecnología militar y tienen su escenario natural o apropiado para un
conflicto desde Venezuela hacia Washington. El mandatario local ha dicho: “No
tenemos planes para agredir a nadie, pero que nadie se vaya a equivocar con
nosotros”. Algo así como guerra avisada no mata soldado. Sin embargo, el
espíritu de los ciudadanos venezolanos siempre ha sido asistir a una contienda
electoral en paz y ganar en buena lid.
¿Qué será más peligroso el avión “Arpía” sin tripulación o
el que da la orden para hacer cumplir el castigo?
Etiquetas: drones
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