Éxito electoral, fracaso político
Por: José Rafael López Padrino
Venezuela acaba de celebrar el
pasado 7 de Octubre una de las elecciones más concurridas en términos de
participación ciudadana, pero al mismo tiempo la más perversa de su historia.
Concurrida pues solo el 19.4% se abstuvo de participar en el acto comicial, pero al mismo tiempo perversa pues no se
trato del enfrentamiento político de dos candidatos, de dos visiones de país,
sino la de un candidato en contra de un Estado todo poderoso. Jamás habíamos
presenciado en una elección venezolana mayor despliegue de abusos y ventajismo
por parte de gobierno alguno.
La campaña se caracterizó por un
discurso descalificador, demagógico y maniqueo por parte del tte coronel,
aunado al uso indiscriminado de los recursos del Estado lo cual fue
alcahueteado por la mayoría de los integrantes del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Organismo que lejos de jugar su papel como árbitro electoral, se transformó en
alcahuete del inquilino de Miraflores dispuesto a complacerlo en todas sus
exigencias, aún en aquellas que constituían violaciones de normas y
disposiciones legales establecidas en la Carta Magna y la Ley Electoral. Se
distinguió por el chantaje e intimidación a los trabajadores del Estado (2,4
millones que representan aproximadamente el 8% de la población), así como a los
sectores populares mediante memorandos internos o simples convocatorias que
exigían la asistencia a los actos del tte coronel en sus aspiraciones
reeleccionistas y la amenaza solapada o abierta de perder sus puestos de
trabajo o beneficios sociales (becas, viviendas, etc.) de no votar por el
vocinglero del Palacio de Misia Jacinta. Además, por una nauseabunda guerra
sucia de manufactura gobiernera que implicó amenazas de una guerra civil, la
compra de conciencia de tránsfugas políticos (de Lima, Ojeda, Cermeño, Escarrá,
etc.), el soborno de organizaciones políticas (UDEMO, VBR, MAPVE, Piedra, PANA)
a fin de que le retiraran el apoyo a la candidatura de Capriles, así como el
falsear documentos con la finalidad de crear el pánico entre los sectores más
humildes de la población. Pero además, hubo un manejo obsceno de los medios
comunicacionales. Incontables horas de cadenas de radio y televisión fueron
utilizadas por el tte coronel para hacer proselitismo político a favor a su
reelección, ante la mirada complaciente de la mayoría de los integrantes del CNE, quienes se negaron a regular las mismas.
Los resultados evidencian una
victoria electoral del tte coronel (55,25% versus 44,13%) que le permitió
reelegirse por otros 6 años más. Es importante señalar que esta victoria
numérica, al mismo tiempo constituye una derrota política para el
socialfascismo bolivariano en términos de crecimiento y consolidación como
proyecto. A pesar de haberse gastado ciento de millones de dólares en una
campaña electoral destinada a la profundización de una fe ciega hacia la figura
del líder y a la creación de un mito en torno a la imagen del tte coronel
(corazón de la Patria), el socialfascismo bolivariano solo creció en 827.884
votos con respecto a las elecciones presidenciales del 2006, mientras que la
alternativa democrática aumentó su caudal electoral en 2.207.109 votos. La
oposición ha ganado terreno en el escenario electoral. Afirmar que los
8.136.964 de venezolanos que votaron por el tte coronel lo hicieron por el
socialismo, o que los 6.499.575 que no lo hicieron por él, son oligarcas,
pitiyankees, burgueses y apátridas no pasa de ser una nueva cantinflada
política del iletrado de Miraflores.
Para el régimen autoritario del
tte coronel, los procesos electorales no representan una alternativa para
cambios, sino para relegitimar su proyecto político, así como para eternizarse
en el poder. El 7 de Octubre no constituye una derrota fatal para la
alternativa democrática del país, ni un gran triunfo para la barbaridad
histórica del socialfascismo bolivariano.
Etiquetas: Fraude Electoral
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