De qué lado están los fascistas?

 Por: José Rafael López Padrino 

Los sectores oficialistas suelen usar a diario las palabras "fascismo" y "fascista" contra todo aquel que no comparta su proyecto totalitario. Pero ¿quiénes son los verdaderos fascistas?

Ideológicamente el fascismo representa un conglomerado de ideas contradictorias que promueve un Estado totalitario, todopoderoso militarizado dirigido por un líder carismático quien encarna a la nación. Estado que a través de la cultura del terror controla todos los aspectos de la vida a fin de domesticar a la población en general, pero en especial a los trabajadores, y a los movimientos sociales con el objetivo de asegurar su total subordinación a los intereses del régimen.

Con la llegada del proyecto bolivariano al poder (1998) se dio inicio a un régimen de fuerza militarista, que ha promovido la exaltación de un Estado capitalista como suprema entidad histórica (Estadolatría), que controla todos los poderes del Estado, y que ha glorificado un nacionalismo reaccionario. Además, ha impulsado un control total de los medios de comunicación (impresos, radio y televisión) como parte de una hegemonía comunicacional excluyente, en la cual la mentira y la manipulación se han convertido en política de Estado. Desde el punto de vista intelectual han defenestrado a la cultura y a la ciencia nacionales, promocionando la intolerancia frente a la diversidad de opiniones y el dogmatismo ante el debate de ideas. Han conculcado las conquistas alcanzadas por los trabajadores (contrataciones colectivas y derecho a la huelga) y criminalizado sus protestas mediante la utilización de un genuflexo y corrupto poder judicial. Ejemplo de ello es el caso de Rubén González secretario general del Sindicato de Trabajadores de la empresa Ferrominera Orinoco quien ha sido acusado falazmente por jueces al servicio del proyecto totalitario. 

Igualmente institucionalizaron el uso de la violencia (colectivos armados equivalentes a los “Fasci di combattimento”) para generar miedo y terror y así acallar las voces disidentes. Han elaborado “listas negras” de ciudadanos a quienes se les ha negado el derecho al trabajo (listas Tascón y Maisanta) por razones políticas y más recientemente han despedido a cientos de trabajadores del Estado por sus simpatías electorales del pasado 14A. 

Hay suficientes razones para afirmar que el “Fascismo” está representado en el continuismo bolivariano que encabeza el usurpador monárquico de Miraflores. Al igual que sus predecesores del siglo XX, esta falaz revolución y su banda de forajidos promueven un patrioterismo primitivo, un odio social y una violencia desenfrenada, la creación de un fantasioso enemigo interno-externo y la judicialización de la protesta como forma de suspender los conflictos sociales. No olvidemos, que los fascistas tienen como norma tildar de fascistas a todos los que les adversan, como astucia propagandística para encubrir sus fechorías y barbaridades.