Exclusiva: Confirman que Cubillas es la cara de ETA en Venezuela
POR: JOSÉ PERNALETE
FUENTE: DIARIO LAS AMÉRICAS
FUENTE: DIARIO LAS AMÉRICAS
MIAMI.-“Un funcionario de la Dirección de Inteligencia Militar me dijo que se reunirían con guerrilleros en Colombia, que iba a acompañar a los españoles y que no debía ni revisarlos”. Así relata el capitán del ejército en situación de retiro, Milton Revilla Soto, su primer encuentro con Arturo Cubillas Fontán, el supuesto enlace de la banda terrorista ETA en Venezuela, en el puesto fronterizo de Catatumbo, estado Zulia.
Estas declaraciones están sustentadas con pruebas que demuestran la veracidad del testimonio sobre las actividades del miembro del grupo separatista vasco en Venezuela y Colombia. De manera exclusiva, DIARIO LAS AMÉRICAS obtuvo los oficios y manuales explicativos que avalan la presencia del guerrillero y sus actividades ligadas a las FARC.
Durante la conversación, el militar explicó detalladamente cómo en 2001 descubrió los acuerdos ilegales entre autoridades de la Base de Protección Fronteriza (BPF), también conocida como Teatro de Operaciones Nº 2 (TO2) y supuestos guerrilleros colombianos que ingresaban a Venezuela con libre tránsito para comprar comida, insumos de albañilería y combustible. “Cuando llegué allí, los soldados me advirtieron que el anterior oficial tenía relaciones con la guerrilla colombiana y de inmediato me encargué de acabar con eso, por eso asumí personalmente la revisión del paso de frontera”, dijo Revilla Soto.
“En enero de 2001, nos dimos cuenta que se acercaba una barqueta- lancha artesanal de madera- que siempre era utilizada para trasladar a la gente o insumos para la guerrilla. Cuando se detuvo, fuimos a chequear a los tripulantes. Eran tres personas, además del “boga” o conductor”. En ese momento, al oficial le sorprendió la negativa de uno de los ocupantes a entregar sus documentos mientras ocultaba su rostro. Intervino entonces quien en ese momento se identificó como inspector del DIM, Antonio Castillo y aseguró que “estaban en una misión especial y que no debía verificar a estas personas”. La persuasión de Castillo fue estéril pues Revilla recibió el pasaporte de quien quedó registrado en los libros militares fronterizos como Arturo Cubillas Fontán.
El comandante de la instalación castrense sostuvo el pasaporte del terrorista solicitado por las autoridades españolas. Lo comparó con su rostro para verificar la identidad del portador. “En ese momento no tenía ni la más mínima idea de quien era Cubillas (…) otros días, en esa barqueta llevaban también a periodistas extranjeros que hacían entrevistas a las FARC”. Además del etarra y el funcionario de la DIM, se encontraba Rafael Pinilla Daza, hermano de Nelson Pinilla Daza, jefe logístico del Frente 33 de las FARC.
La permanencia de Cubillas en el sector La Pista de la Sierra de Perijá duró 2 días. Posteriormente volvió a atravesar la frontera hacia Colombia pero en esta oportunidad con cédula venezolana y en compañía de otros seis españoles, miembros de ETA. Informes de inteligencia revelaron que el propósito de estos viajes era entrenar a terroristas del Frente 33 de las FARC.
Este oficial del ejército venezolano ahora permanece encerrado tras una condena de 6 años y 7 meses por “supuestamente” revelar información de la fuerza armada de Venezuela.
Investigaciones recientes demostraron que Cubillas Fontán forma parte de la nómina de la Corporación Venezolana de Alimentos (CVAL), administración que agrupa las alianzas y expropiaciones del Gobierno en asuntos alimentarios. Así lo refleja el sistema del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales. Además, el ciudadano de origen vasco, laboró en el Instituto Nacional de Tierras (INTI).
Informes confidenciales aseguran que Cubillas Fontán trabajó en el INTI por nombramiento del director para ese entonces del organismo agrario, Elías Jaua, actual canciller venezolano. Cuando Jaua se desempeñó como vicepresidente de Venezuela, Goizeder Odriozola, pareja de Cubillas Fontán, fue designada directora general de la presidencia de la república.
En 1985 Cubillas Fontán fue señalado como el autor del asesinato terrorista de Ángel Manuel Facal, y responsable de otros delitos como el robo de vehículos. Luego de 20 años, se determinó la prescripción de estas acusaciones, vinculadas a la organización vasca ETA. Sin embargo, después de las averiguaciones, se determinó la reactivación de las operaciones irregulares de Arturo Cubillas. Por esta razón, en 2010 el gobierno español reclamó a Venezuela la extradición de este ciudadano por las presuntas relaciones entre ETA y las FARC.
Para las autoridades españolas, el testimonio de Revilla Soto avalaría las declaraciones de guerrilleros vascos capturados por esa nación, quienes dan fe de la participación de Cubillas como embajador de ETA en Sudamérica. Esta pieza es fundamental en el proceso de la Audiencia Nacional Española para reiterar la exigencia al gobierno de Caracas sobre la extradición del etarra, miembro de la nómina oficial venezolana.
Revilla Soto advirtió contar con pruebas sobre estas movilizaciones entre las naciones limítrofes, en presencia de funcionarios de la Dirección de Inteligencia Militar de Venezuela (DIM). En numerosas cartas dirigidas a autoridades del sistema judicial español, el oficial retirado relató los encuentros y discusiones sostenidas debido al paso del terrorista y sus acompañantes por el puesto fronterizo.
“Durante mi destacamento en dicha zona, fui testigo de la presencia de Arturo Cubillas Fontán (…) quedó registrado en los libros de novedades del Puesto de Protección Fronteriza de Catatumbo; así mismo, fue notificado al señor juez de la Audiencia Nacional Española, Don Eloy Velasco, el cual me hizo llegar una citación y el estatus de Testigo Protegido”. Estas líneas son parte del compendio de cartas enviadas y reunidas por Revilla Soto.
Los entrenamientos dirigidos por Cubillas contemplaron la manipulación y articulación de explosivos a los nuevos integrantes de las FARC. Al pasar por la instalación militar, la DIM trataba de evitar la requisa de la embarcación. Esta operación forma parte de la rutina por la peligrosidad en la zona y consiste en descender a los tripulantes de la lancha donde se desplazan y llevarlos al puesto de control. Después de cumplir con el protocolo, los ciudadanos se dirigían de nuevo a la lancha para continuar su desplazamiento.
En 2011, el Juzgado Central de Instrucción número 6 de Madrid de la Audiencia Nacional emitió una cédula de citación a Milton Revilla para recibirle declaración en calidad de testigo protegido por la averiguación de delitos de colaboración con banda armada en el caso FARC-ETA. En otro oficio se insta a facilitar “todos los medios necesarios a fin de que puedan desplazarse a España y comparecer a la declaración”. Hasta la fecha, el oficial retirado permanece encerrado en la prisión militar de Ramo Verde, en el estado Miranda, cerca de Caracas. El gobierno de Venezuela no ha permitido su comparecencia.
Etiquetas: Banda Terrorista ETA
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