Guiso en el Saime: Dante, Chao Pescao!!

Por: Manuel Avila 

Dante Rivas - Agente Pro-cubano

La suma astronómica de 520 millones de dólares que asignó el Presidente Chávez al Sistema de Identidad Nacional con el objetivo de modernizar la cedulación en el país. Con semejante suma de dinero entregada a la Corporación COPELTEX que es cubana y que como no ha dado resultados quieren cambiarla a la empresa holandés Albet y pretenden sustituir a la empresa Gemalto por una procedente de China. Se robaron los dineros de las República para modernizar el sistema de cedulación que incluía el pasaporte electrónico y la cédula electrónica con chip incorporado. Esa bola de dinero que frisa los 520 millones de dólares fue destinada 67% al contrato con COPEXTEL. 10,4 a infraestructura y 22,4 a la transformación institucional y organizacional, pago de prestaciones, capacitación y otros. Nada de eso se hizo en 15 años de locura revolucionaria que vendió el paquete del Seniat como un modelo y salió disparado Vielma Mora por corrupción que el mismo Chávez denunció en cadena de radio y televisión para quitar la careta al enemigo de Diosdado. Y en cuanto al Saime que fue vendido como la corona de la reina en materia de eficiencia aquí están los resultados: nada de pasaporte electrónico y solo la fatua promesa de una cédula electrónica que no llegó nunca.

 Este panorama que tuvo al cubano José Lavanderos, Vicerrector de la Universidad Informática de La Habana como protagonista y al jefe de Inteligencia Política de Cuba, Ramón Valdés, aún no consigue rumbo en el proceso de modernizar el sistema nacional de identidad. Eso si se le ha fallado al país en un proceso alocado que solo en las ideas fantasiosas ha dejado una primera buena impresión, pero se le espicharon los cuatro cauchos en el camino para no poder seguir rodando en un terreno espinoso y tortuoso.

En el 2008 los compromisos fueron más ambiciosos porque no solo iban por los pasaportes electrónicos sino que le pusieron más melao al dulce al agregarle la cédula electrónica que incluía nombre, apellidos, color de los ojos, piel, cabello, dirección y no se sabe qué más. Pero ese sarao se puso piche con tantas manos metidas en el caldo, con empresas cubanas que juegan a sus ganancias y sobre todo escaso control sobre los intereses de la nación. Pero lo peligroso de este proyecto es que en ese proceso de modernización que implicaba la modernización de las sedes, equipos de alta tecnología e inclusive gastos millardianos en formación del personal, pago de prestaciones y una plataforma tecnológica moderna. Ese guiso espectacular combinado con manos que se movieron con manos de cirujanos muestran la cara sucia de la Venezuela corrompida en la revolución y que terminó solo en ideas bonitas, proyectos maravillosos y una realidad que no se puede tocar la cara porque los dólares se esfumaron por arte de magia, aun cuando fueron destinados cada año a la Misión Identidad.

 En esa segunda etapa con 172,2 millones de dólares correspondió a la automatización para lo cual se contrató a la empresa Albet la cual sub contrató a la Multinacional de Tecnología Gemalto para ejecutar los proyectos por 40 millones de dólares. Ahora después de 6 años de contrataciones no tenemos ni pasaporte electrónico, ni cédula con electrónica con chip y es un fracaso una institución que ahora no saca ni cédulas y venden. Esa fue la gran estafa contra la República contra el ideario de Chávez y sobre todo contra el pueblo venezolano vilmente engañado. ¿Entonces Pedro Carreño de qué se trata? Tiene Usted la palabra. De qué eficiencia hablan. Eso es lo que quieren para Mariño. ¡Qué vao pescao!