El 8D Venezuela Perdió!!
¿QUIÉN GANÓ Y QUIÉN PERDIÓ? GANÓ CUBA/ PERDIÓ VENEZUELA
Por: Jesús Petit da Costa
Somos un país gobernado por Cuba, que ha instalado aquí un gobierno títere encargado de ejecutar la tercera etapa del proyecto cubano de implantación del comunismo que convertirá a Venezuela en otra Cuba, a la cual está anexada de hecho. Por tanto, nuestra primera e insoslayable tarea es la patriótica de liberar a Venezuela de Cuba, la que comienza por desplazar del poder al gobierno títere. Todas las batallas políticas deben librarse en función de este objetivo: la liberación nacional. En función de este objetivo supremo, que debemos asumir todos y cada uno de los venezolanos, podemos hablar de victorias o derrotas.
¿Cómo calificar el evento electoral del 8D?
Fue una victoria electoral de Cuba sobre Venezuela. Y, por consiguiente, una derrota electoral de Venezuela. Lo fue porque Cuba, con su partido satélite PSUV, ganó del 75% al 80% de las alcaldías. Tendremos, pues, más alcaldes títeres de Cuba que patriotas. Lo fue también porque Cuba, con su partido satélite PSUV, obtuvo la mayoría de los votos válidos, si le creemos al falso CNE. La mayoría de los venezolanos votó por su sumisión colonial. Lo hizo, sin duda, inconscientemente porque no fue advertido por quienes debieron decirle, ahora y en todas las elecciones anteriores, que se trataba de escoger entre Venezuela y Cuba.
Lo más grave: ha sido una victoria política de Cuba contra Venezuela. Cuba ha logrado legitimar el gobierno títere, que estaba cuestionado por su origen inconstitucional y fraudulento. Cuba ha logrado legitimar su instrumento de manipulación electoral, que ha quedado libre de toda sospecha de fraude. Cuba ha logrado con esto último dejar sin efecto la denuncia de fraude de la elección presidencial presentada ante la OEA, por órgano de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Cuba ha logrado convalidar ante la comunidad internacional a su gobierno títere como democrático y respetuoso de la voluntad popular.
No se trata de que Maduro ganó y Capriles perdió, como efectivamente sucedió. Es algo más grave: Cuba ganó y Venezuela perdió.
Hemos perdido esta batalla, pero la victoria de Cuba es pírrica como lo demostrarán los acontecimientos futuros.
Somos un país gobernado por Cuba, que ha instalado aquí un gobierno títere encargado de ejecutar la tercera etapa del proyecto cubano de implantación del comunismo que convertirá a Venezuela en otra Cuba, a la cual está anexada de hecho. Por tanto, nuestra primera e insoslayable tarea es la patriótica de liberar a Venezuela de Cuba, la que comienza por desplazar del poder al gobierno títere. Todas las batallas políticas deben librarse en función de este objetivo: la liberación nacional. En función de este objetivo supremo, que debemos asumir todos y cada uno de los venezolanos, podemos hablar de victorias o derrotas.
¿Cómo calificar el evento electoral del 8D?
Fue una victoria electoral de Cuba sobre Venezuela. Y, por consiguiente, una derrota electoral de Venezuela. Lo fue porque Cuba, con su partido satélite PSUV, ganó del 75% al 80% de las alcaldías. Tendremos, pues, más alcaldes títeres de Cuba que patriotas. Lo fue también porque Cuba, con su partido satélite PSUV, obtuvo la mayoría de los votos válidos, si le creemos al falso CNE. La mayoría de los venezolanos votó por su sumisión colonial. Lo hizo, sin duda, inconscientemente porque no fue advertido por quienes debieron decirle, ahora y en todas las elecciones anteriores, que se trataba de escoger entre Venezuela y Cuba.
Lo más grave: ha sido una victoria política de Cuba contra Venezuela. Cuba ha logrado legitimar el gobierno títere, que estaba cuestionado por su origen inconstitucional y fraudulento. Cuba ha logrado legitimar su instrumento de manipulación electoral, que ha quedado libre de toda sospecha de fraude. Cuba ha logrado con esto último dejar sin efecto la denuncia de fraude de la elección presidencial presentada ante la OEA, por órgano de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Cuba ha logrado convalidar ante la comunidad internacional a su gobierno títere como democrático y respetuoso de la voluntad popular.
No se trata de que Maduro ganó y Capriles perdió, como efectivamente sucedió. Es algo más grave: Cuba ganó y Venezuela perdió.
Hemos perdido esta batalla, pero la victoria de Cuba es pírrica como lo demostrarán los acontecimientos futuros.
Etiquetas: Fraude Electoral
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