Fascismo rojo

Por: Ramón Peña

Fuente: ImpactoCNA

-Socialismo totalitario y fascismo son miembros de una misma familia

Friedrich Hayek, premio Nobel de Economía, en su obra La ruta de la servidumbre, dedica un capitulo entero a “las raíces socialistas del nazismo”. Allí se lee cómo el socialismo y la justicia social son los mascarones de proa que esconden la idea totalitaria que conduce ineluctablemente al Estado fascista. Socialismo totalitario y fascismo son miembros de una misma familia, solo que la hábil propaganda estaliniana sembró exitosamente la idea de falsas antípodas. Su genética es común, ambos parten del pensamiento socialista revolucionario de la segunda mitad del siglo XIX y su parentesco se revela en su sistema de poder: una ideología oficial, un partido único, estricto control policial y militar, refinado sistema de propaganda y mentira, cuerpos paramilitares, el terror como estilo disuasivo, la economía en manos del Estado, entre otros rasgos comunes.

No es casual que importantes políticos europeos llegaron al fascismo luego de formarse ideológicamente en el socialismo. Dos casos lo ilustran: Benito Mussolini, antes de fundar el partido fascista italiano, fue figura del partido socialista, dirigía un diario con elocuente titulo: La lucha de clases y veía en Marx “el filosofo magnifico de la violencia obrera”. Otro, Joseph Goebbels, participaba en 1926 en un programa socialista revolucionario de redistribución de tierras y nacionalización de grandes empresas en alianza con los comunistas, y terminó como siniestro ministro de propaganda del Tercer Reich.

El tiempo borra las diferencias entre fascismo y socialismo totalitario. Esa es la esencia de lo que hoy padecemos en Venezuela, un fascismo con ropaje rojo, discípulo por igual de Castro o Perón, de Mussolini o Stalin. Superando en ignominia las lecciones aprendidas de estos maestros, nuestro régimen suma a sus logros políticos: una economía en ruinas, una población a merced de bandoleros y la administración en las manos mas ineptas que ha conocido la Republica.