Compra de medios en Venezuela:¿Masiva operación de lavado de dinero?

Fuente: Cuentas Claras Digital

La adquisición de medios en Venezuela por grupos del sector privado afectos al régimen, pareciera ser algo más que sólo parte fundamental del plan oficialista para establecer una hegemonía comunicacional y ejercer así el total control de la opinión pública. Los nuevos dueños podrían tener un doble objetivo: Por un lado, congraciarse con el gobierno al cambiar la línea editorial de medios hasta hace poco críticos, por una complaciente hacia el régimen y, por el otro, realizar masivas operaciones de legitimación de capitales provenientes de la corrupción y otros delitos asociados a la delincuencia organizada. 

Así lo señaló la editora de Cuentas Claras Digital (CCD), la periodista Margarita W. de Tablante en la intervención realizada durante el 32° Simposio Internacional de Delitos Económicos de la Universidad de Cambridge, Reino Unido. 

Se refirió a las operaciones de compra de televisoras y diarios realizadas recientemente, concretadas fuera del país, en dólares y euros, en operaciones opacas sin información ninguna para la opinión pública. 

“En un país donde existe control de cambio y la compra de medios está regulada por la ley, ni la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela -SUDEBAN- , ni la Comisión Nacional de Telecomunicaciones -Conatel- han abierto investigación alguna sobre estas controversiales operaciones de compra”, denunció la periodista. 

Razones para despertar dudas sobre la legalidad de las mismas, sobran. 

Desde el perfil de los compradores (grupos asociados a la corrupción judicial y a delitos financieros, supuestos testaferros de gobernadores, diputados y banqueros pro-gobierno) hasta la cantidad y el origen de los fondos con los que se realizaron las adquisiciones. 

Resulta alarmante, apuntó la periodista, que los medios de comunicación más prestigiosos y populares de Venezuela se estén vendiendo por millones de dólares y euros a empresas desconocidas de escaso capital, registradas en el extranjero, sin que la opinión pública, ni siquiera sus propios trabajadores, sepan quiénes son los nuevos propietarios o de dónde proviene el dinero con el que se realizan las compras. 

Debido a la forma oscura y secreta en la que todas las operaciones han tenido lugar- entre otras razones-,cualquier observador está en el derecho de asumir que el dinero en juego está relacionado con la red de corrupción que ha penetrado el Estado venezolano, como nunca antes, para saquear los fondos públicos con total impunidad. 

Después de todo, el dinero no es un problema para los aliados del régimen en el sector privado, comentó la editora de CCD. Los denominados boli-burgueses andan de compras por todo el país, adquiriendo periódicos, estaciones de televisión, radio e incluso medios de comunicación digitales. ”Lo hicieron en 2009 con los bancos y ahora lo están haciendo con los medios. Es el mismo modus operandi: compran los medios con el dinero robado a la nación en complicidad con funcionarios públicos. Antes, la excusa era ayudar al régimen a ganar la batalla económica y ahora es asegurarle al gobierno la hegemonía comunicacional para garantizar su permanencia en el poder”. 

Sin embargo, la ponente considera que los boli-burgueses tendrían, como siempre, su propia agenda: además de legitimar el dinero obtenido a través de hechos de corrupción, se estarían asegurando el control de la opinión pública para evitar ahora, con este gobierno y en el futuro, con otro, la protección necesaria para seguir disfrutando de total impunidad en la ejecución de los delitos que los han enriquecido. 

La intervención de Margarita W. de Tablante tuvo lugar durante la sesión referida a los límites de la prensa y el perjuicio que ello ocasiona a la investigación periodística de delitos económicos y financieros, en la que participaron periodistas de varios países. El 32 Simposio de Delitos Económicos de la Universidad de Cambridge contó en esta oportunidad con la presencia de más de 1.200 representantes de los cinco continentes.