Interrogante: ¿Nisman tenía pistas sobre la venta de un reactor nuclear de los K a Irán?
Fuente: Urgente24.Com
Criminales: Hugo Chávez y Mahmud Ahmadinejad |
La posibilidad de que el gobierno de Néstor Kirchner haya estado implicado en una triangulación con Venezuela e Irán para proveerle un reactor nuclear al país persa es una versión que ha corrido en nuestro país desde los primeros años del kirchnerismo. Para 2007 la versión había cobrado tal fuerza que incluso llegó a tejerse como una hipótesis que corrió por pasillos de los servicios de inteligencia e información de todo el mundo. Con la muerte sin resolver del fiscal Nisman ha nacido un nuevo interrogante: ¿seguía el fiscal una pista clara acerca de esa triangulación?
El caso de la muerte del fiscal Alberto Nisman en el marco de su invertigación del atentado a la AMIA y la denuncia por encubrimiento contra Cristina de Kirchner ha reflotado una serie de teorías (algunas un poco conspiranoicas y con poco asidero) acerca de la posible conexión entre la Argentina e Irán para el desarrollo del programa nuclear iraní.
En sí la versión que corre actualmente es que el fiscal estaría tras una pista sugestiva y que supo circular en el pasado en voz baja por los pasillos de los servicios de inteligencia del país y en el extranjero: la Argentina habría asistido a Irán a conseguir un reactor nuclear mediante una triangulación con Venezuela.
La presunta participación argentina en el envío a Irán de un reactor nuclear de última generación mediante una triangulación Buenos Aires-Caracas-Teherán –cuyo destino final no habría sido ignorado por el gobierno argentino- se inició en 2005 mediante las primeras conversaciones que sostuvieron en tal sentido Hugo Chávez y Néstor Kirchner, las que contaron además con los buenos oficios de la entonces embajadora argentina en Venezuela, Nilda Garré, quien por su parte había cultivado la amistad del mandatario venezolano. A propósito –y detalles al margen- fue conocida la afición de un “galán” como Chávez por conquistar la amistad de las últimas embajadoras argentinas en su país, primero Nilda Garré y luego Alicia Castro.
Cabe destacar que fue el propio Hugo Chávez el que hizo "lobby" en favor de Irán frente al gobierno argentino en más de una oportunidad. De hecho, en principio el propio Kirchner desechaba la idea de mantener vículos con una páis tan conflictivo como Irán en el escenario mundial, algo que el líder bolivariano habría conseguido mitigar.
Precisamente la razón inicial de las conversaciones entre los países había sido la propuesta de Chávez de adquirir un reactor nuclear para Venezuela, a lo que rápidamente asintió el presidente argentino. Después, el tema fue girando hacia el envío del reactor a Irán. No se sabe aún si ésa era en realidad la idea de Chávez desde un comienzo o si fue tomando consistencia luego de las charlas con su amigo Ahmadinejad, o incluso ante un pedido directo de éste, ya poco proclive a depender exclusivamente de los rusos. Tampoco se sabe aún si Kirchner ignoraba inocentemente el destino final del reactor o si, conociéndolo, se hizo el distraído.
La versión indica que el reactor argentino habría viajado a Irán probablemente en uno de los barcos venezolanos que habían sido traídos a los astilleros de Río Santiago para su reparación. Su traslado hacia Irán, en cambio, fue dejado a la imaginación combinada de Chávez y el presidente Mahmud Ahmadinejad.
Esto no significa que el interés venezolano-iraní por otros productos estratégicos argentinos haya finalizado allí. Kirchner colocó posteriormente a Nilda Garré en un puesto clave, como titular del ministerio de Defensa, y se estima que no sólo como un premio por su gestión diplomática en Venezuela o solamente para irritar a los militares argentinos –otra de sus aficiones- designando como jefa suya a una mujer. Con ella allí, se daría otro importante paso más en la colaboración con Venezuela para proveerle productos bélicos.
Y uno de los productos bélicos argentinos que desveló tanto a Chávez como a su par iraní, Mahmud Ahmadinejad, es ni más ni menos que el misil “Cóndor”. Es sabido que durante la presidencia de Carlos Menem llegó la orden estadounidense de desactivarlo y deshacerse de todo el proyecto, incluyendo los planos. Ordenes que Menem acató de inmediato, respondiendo a las “relaciones carnales” que en ese tiempo disfrutaban Argentina y USA. Lo que no significa que la Fuerza Aérea argentina fuera a deshacerse tan alegremente de su principal proyecto en muchos años, una criatura que vio crecer al amparo de su planta de la provincia de Córdoba.
Con Nilda Garré en un puesto clave como el área de Defensa, la funcionaria tuvo todas las facilidades para hacerse del misil y luego, según lo que dispusiera el presidente Kirchner, manejarlo como quisiera éste, incluyendo el probable negocio de vendérselo a Venezuela y, quizás en otra posible triangulación, a Irán, que lo adaptarían a sus necesidades disfrazándolo un poco, además, para que no se vea tan “argentino”.
En mayo del 2005 se había realizado en Venezuela el Primer Foro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Energéticos, con la participación de delegados de 17 países y de Francia como invitado especial. Entre los resultados de ese foro se registra el acuerdo de “trabajar por un vínculo permanente de enlace, comunicación e intercambio entre los trabajadores que realizamos actividades en ciencia y desarrollo tecnológico y en aplicaciones de la energía nuclear”. Ello tomó cuerpo en el Primer Encuentro Latinoamericano y Caribeño de Trabajadores Nucleares, que se llevó a cabo en la ciudad de México desde el 8 al 10 de septiembre del mismo año, con la participación de delegaciones de Argentina, Cuba, Venezuela (envió a miembros del Congreso Bolivariano de los Pueblos, organismo ligado al gobierno chavista) y México.
Al cabo de dicho encuentro, las delegaciones de los cuatro países declararon, entre otros conceptos, su decisión de “establecer una coordinación que enlace a todos los trabajadores latinoamericanos de la tecnología nuclear, como primer paso hacia una Federación Latinoamericana de Trabajadores Nucleares; establecer una comunicación permanente que permita el intercambio de experiencias en aplicaciones nucleares, ‘tanto energéticas como no energéticas’; intercambiar experiencias en la generación de energía por reactores nucleares”.
Lo llamativo de la cuestión -aparte del interés de venezolanos y cubanos por introducirse en los vericuetos de la energía nuclear de la mano de un país más experto en la materia como Argentina-, son las comunicaciones que después del último encuentro se cursaron a muchos contactos de otros países.
En tal sentido, pudo saberse que se dirigieron correos electrónicos, entre otros, a individuos identificados como: Mohamed Lashtar Lashtar; Prakash Key (probablemente pakistaní); Gamal Khalifa (estos tres de indudable origen islámico); Bo Lindblom (sueco); Michel Lowy (francés); y Zbigniew Kowalewski (polaco); así como también a miembros del gobierno venezolano, a algunos destinatarios de España y, en Argentina, a la Corriente Patria Libre y al Movimiento Liberación, ambas organizaciones ligadas entre sí.
Etiquetas: Hezbollah, nuclear, terrorismo
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