Los crueles métodos del «enfermero abortista» de TIMOCHENKO y las FARC

Por: NACHO SERRANO

Fuente: ABC España

Las jóvenes víctimas, en algunos casos, se encontraban en el séptimo o octavo mes de gestación

Secuestro, reclutamiento forzoso, relaciones sexuales obligatorias y abortos bajo amenazas. Esa fue la terrible pesadilla que vivieron al menos 500 mujeres en las filas de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) a finales de la década de los noventa, entre ellas unas cincuenta niñas indígenas de la comunidad Zabaleta del Chocó (uno de los 32 departamentos del país).

Todas ellas fueron reclutadas de manera forzosa y obligadas a mantener relaciones sexuales con los guerrilleros, para después pasar por la camilla del individuo arrestado ayer en Madrid, Héctor Albeidis Arboleda Buitrago, apodado «El enfermero».

Este ex-combatiente detenido en la capital por la Policía Nacional está acusado de interrumpir de manera forzosa el embarazo de alrededor de medio millar de mujeres, que fueron amenazadas con ser fusiladas si se negaban a someterse a la operación quirúrgica. La mayor parte de estas intervenciones se llevaron a cabo entre los años 1998 y 2000, a raíz de la emisión de una Directiva del Estado Mayor de las FARC, en la que se decretaba que se podía castigar con el fusilamiento a las guerrilleras que se negaran a que les practicaran interrupciones del embarazo.

Hasta de siete y ocho meses

Según fuentes policiales, las víctimas reclutadas en este grupo terrorista señalaron que fueron obligadas a abortar hasta con siete y ocho meses de embarazo.

El operativo desplegado en Madrid fue llevado a cabo por agentes del grupo II de la Sección de Crimen Organizado Latinoamericano de la Brigada Central de Crimen Organizado (Udyco Central) en coordinación con el Área Investigativa contra el Terrorismo de la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional de Colombia.

La investigación en España comenzó cuando las autoridades colombianas informaron de la posible presencia en Madrid de un excombatiente de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) conocido como «El enfermero», que se habría asentado en la capital española huyendo de la Justicia colombiana.