Las flechas y el arco minero guayanés
Por: Walter Castro Salerno
Fuente: Reporte Confidencial
No ha sido fortuita coincidencia ni mucho menos hecho casual, que la tragedia sufrida por la colectividad de Tumeremo (Bolívar, Venezuela), guarde llamativa similitud y peligroso paralelismo con lo ocurrido del otro lado del Atlántico. Allá en lo que llamo Conrad en su novela del mismo nombre: “el corazón de las tinieblas del África ecuatorial.
En Zimbabue, donde el presidente Robert Mugabe, ha asegurado que su Gobierno tomará el control de todas las operaciones de diamantes ya que “los mineros han robado la riqueza del país. Esta acción es consecuencia directa de los eventos ocurridos en 2013. Ese año, un informe parlamentario sobre la explotación diamantífera denunciaba “la desaparición de las cuentas públicas de millones de dólares en ingresos así como la militarización de las minas del país”.
Al cabo de pocos días, el diputado Edward Chindori-Chininga (ex ministro de Minas, 2000-2004) y presidente de la comisión parlamentaria de investigación moría en circunstancias harto extrañas u oscuras, por decir lo menos. En el informe se revelaba cómo, por ejemplo, la compañía “Mbada Diamonds” aseguraba haber pagado al Gobierno de Harare al menos 293 millones de dólares desde 2009, incluyendo 117 millones entre 2011 y 2012. Sin embargo, el Ministerio de Finanzas tan solo cuantificaba en 41 millones de dólares losingresos logrados por el Gobierno.
Al mismo tiempo otro reporte de la organización “Partnership África- Canadá” denunciaba que, desde 2008, el Gobierno de Zimbabue se había apropiado de forma ilegal de diamantes valorados en 2000 millones de dólares procedentes del yacimiento Marange. Era notoria la participación de los más altos cargos del país, en el tráfico y contrabando de diamantes. Fue así como en el 2010 por ejemplo, Grace Mugabe, esposa del presidente zimbabuense, -(¿debería decir “sinvergüenza”?)- demandó al principal diario del país, «The Standard», por denunciar que la “primera dama” había obtenido decenas de millones de dólares con la venta ilegal de diamantes de los yacimientos de Marange. El paisaje económico y socio-político del “Macizo Guayanés” venezolano,- hoy denominado (y militarizado) por el gobierno bolivariano “Arco Minero de Guayana”, no difiere sino en leves matices de lo que acabo de contar de África.
La minería ilegal, el tráfico de drogas, la destrucción sistemática del medio ambiente, la prostitución y explotación de niños y ancianos, el soborno y corrupción de funcionarios son la norma. Las actividades criminales son ejercidas impunemente por el régimen de los “pranatos”. Sin olvidar naturalmente, la sumisión y expolio de la población indígena, a la cual ni siquiera se le consulta, como postula la Constitución bolivariana, sino que “se le participa” lo que ha dispuesto el gobierno en Caracas. Los diamantes y el oro, el hierro, la bauxita, el uranio, el tungsteno, el wolframio, el coltan y el torio, las esmeraldas y el jaspe, son las flechas del arco minero guayanés. Sin ellas este es un objeto ornamental. Un trasto inútil. ¿Por cuánto tiempo estarán esas flechas allí? No lo sabemos. Mientras no se defina y trate a toda el área como zona de interés vital, estratégico para el país, seguirán excitando la codicia de los hombres y llenando de sangre y llanto las selvas y los ríos. Borrando así el futuro mismo de la patria/walterjosecastro@yahoo.es
Etiquetas: coltan, kimberley Process
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