La Cumbre NOAL: un circo de mala calidad
Por: Ruben Dario Mata
CUMBRE BORRASCOSA. La sala situacional del régimen da no pie con bola en Nueva Esparta porque todas sus experimentales maquinaciones han derivado en rotundos fracasos políticos que endosan a la “revolución” el más alto índice histórico de rechazo gubernamental, tanto a nivel nacional como local, adicionado al incremento de la raya internacional que ya tiene el tamaño del mundo.
Luego del fracaso estrepitoso del sabotaje en la revalidación de las firmas, perpetrado en junio, invento de patente cubana, donde el dúctil conserje electoral local y sus jefes situacionales salieron con las tablas en la cabeza en su maquiavélica intención de convertir a Nueva Esparta en la excepción que impidiera el revocatorio, ahora, continuando con los lineamientos de su patrón antillano, los descocados que nos gobiernan quieren montar una normalidad de utilería, espejismo pre fabricado, de cara a la Cumbre de Países no Alineados, que en mala hora se realizará en territorio insular en el venidero mes de septiembre.
De todo el país vendrán cientos de funcionarios policiales y militares para simular una seguridad que no existe. Toneladas de alimentos llegarán a la isla para tratar de difuminar del panorama las enormes y humillantes colas cotidianas de la sobrevivencia. Limitarán los espacios a los ciudadanos para que los ilustres visitantes no vean más de la cuenta y eviten cerciorarse de la cruda realidad que padecemos. Hasta el Hospital Luis Ortega estará vedado para los neoespartanos durante la cumbre, insólita e inhumana medida, suerte de expropiación temporal, que pondrá en serio riesgo la salud del pueblo, y ojalá que al final, esa infame veda a la salud colectiva no se exprese en pérdidas vitales, como advierten algunas voces de quienes asumen el tema de la salud con sentido de responsabilidad. Todo por una pantomima, rica en dinero pero pobre en convencimiento, realizada con obscena ostentación en época de vacas flacas.
Gobernador, legisladores, alcaldes y demás funcionarios de rojo pelaje se prestarán al montaje como parte de una artificiosa nómina actoral, engañifa que muy pocos digerirán, pero que quizás podría calmar los nervios del paranoico señor de los bigotes en su desesperación de quedar bien ante los huéspedes del oneroso convite, a pesar de su reconocida indigencia como estadista. Igualmente habrá medios de comunicación, prensa, radio y televisión, los zalameros de siempre, celosa y privilegiadamente acreditados, prestos a seguir el libreto, avalar la jugarreta y ocultar con cartón piedra la verdad.
Lamentablemente, toda esa “mentirita” le costará al país cientos de millones de dólares, dinero que en los actuales momentos representa una afrenta a un pueblo hambriento, oprimido, desasistido y humillado. Pero a pesar de tan fachosa parafernalia, será inevitable que el mundo perciba el grave drama venezolano, porque siempre habrá medios libres, que a pesar de los innumerables obstáculos restrictivos, mostrarán la realidad que se pretende ocultar.
Al final no se podrá recomponer la maltrecha imagen presidencial y del régimen, que es en realidad la perversa misión imposible de esta insolente cumbre. Para variar, un nuevo intento fallido. A lo mejor algún cacheroso por ahí, como para no perderlo todo, sale ganancioso haciendo el lobby necesario para satisfacer añoradas veleidades diplomáticas que lo alejen de un tangible desastre electoral, en tiempos cuando el sol quema su espalda y los numeritos están en rojo rojito.
El resto de elenco “revolucionario” endógeno, fieles a su proverbial masoquismo militante, rodilla en tierra ante su loado y rayado presidente obrero, seguirán deslizándose por el tobogán del descrédito; un granito más de una gran montaña de arena.
“Una mentira nunca vive para llegar a vieja”. (Sófocles).
Luego del fracaso estrepitoso del sabotaje en la revalidación de las firmas, perpetrado en junio, invento de patente cubana, donde el dúctil conserje electoral local y sus jefes situacionales salieron con las tablas en la cabeza en su maquiavélica intención de convertir a Nueva Esparta en la excepción que impidiera el revocatorio, ahora, continuando con los lineamientos de su patrón antillano, los descocados que nos gobiernan quieren montar una normalidad de utilería, espejismo pre fabricado, de cara a la Cumbre de Países no Alineados, que en mala hora se realizará en territorio insular en el venidero mes de septiembre.
De todo el país vendrán cientos de funcionarios policiales y militares para simular una seguridad que no existe. Toneladas de alimentos llegarán a la isla para tratar de difuminar del panorama las enormes y humillantes colas cotidianas de la sobrevivencia. Limitarán los espacios a los ciudadanos para que los ilustres visitantes no vean más de la cuenta y eviten cerciorarse de la cruda realidad que padecemos. Hasta el Hospital Luis Ortega estará vedado para los neoespartanos durante la cumbre, insólita e inhumana medida, suerte de expropiación temporal, que pondrá en serio riesgo la salud del pueblo, y ojalá que al final, esa infame veda a la salud colectiva no se exprese en pérdidas vitales, como advierten algunas voces de quienes asumen el tema de la salud con sentido de responsabilidad. Todo por una pantomima, rica en dinero pero pobre en convencimiento, realizada con obscena ostentación en época de vacas flacas.
Gobernador, legisladores, alcaldes y demás funcionarios de rojo pelaje se prestarán al montaje como parte de una artificiosa nómina actoral, engañifa que muy pocos digerirán, pero que quizás podría calmar los nervios del paranoico señor de los bigotes en su desesperación de quedar bien ante los huéspedes del oneroso convite, a pesar de su reconocida indigencia como estadista. Igualmente habrá medios de comunicación, prensa, radio y televisión, los zalameros de siempre, celosa y privilegiadamente acreditados, prestos a seguir el libreto, avalar la jugarreta y ocultar con cartón piedra la verdad.
Lamentablemente, toda esa “mentirita” le costará al país cientos de millones de dólares, dinero que en los actuales momentos representa una afrenta a un pueblo hambriento, oprimido, desasistido y humillado. Pero a pesar de tan fachosa parafernalia, será inevitable que el mundo perciba el grave drama venezolano, porque siempre habrá medios libres, que a pesar de los innumerables obstáculos restrictivos, mostrarán la realidad que se pretende ocultar.
Al final no se podrá recomponer la maltrecha imagen presidencial y del régimen, que es en realidad la perversa misión imposible de esta insolente cumbre. Para variar, un nuevo intento fallido. A lo mejor algún cacheroso por ahí, como para no perderlo todo, sale ganancioso haciendo el lobby necesario para satisfacer añoradas veleidades diplomáticas que lo alejen de un tangible desastre electoral, en tiempos cuando el sol quema su espalda y los numeritos están en rojo rojito.
El resto de elenco “revolucionario” endógeno, fieles a su proverbial masoquismo militante, rodilla en tierra ante su loado y rayado presidente obrero, seguirán deslizándose por el tobogán del descrédito; un granito más de una gran montaña de arena.
“Una mentira nunca vive para llegar a vieja”. (Sófocles).
Etiquetas: Cumbre de los Paises No Alineados
0 Comments:
Publicar un comentario
<< Home