Evidencia implica a la familia de Maduro en la acusación de narcotráfico de sobrinos
Por: ANTONIO MARIA DELGADO
Los datos contenidos en los celulares y las computadoras confiscadas a los sobrinos del gobernante venezolano Nicolás Maduro contienen evidencias de que integrantes del círculo interno de la familia presidencial también están involucrados en operaciones del narcotráfico y la devastadora información, recogida en el equivalente de 8,000 páginas de transcripciones, podría ser develada próximamente al público.
Los datos obtenidos aportan pruebas adicionales sobre la presunta participación de los acusados en una red de narcotráfico, la participación de sus familiares en esa organización, el uso de dinero de las drogas para financiar campañas políticas en Venezuela, e incluso órdenes de matar emitidas a sicarios, dijeron a el Nuevo Herald fuentes cercanas al caso.
“Allí hay de todo”, dijo una fuente que habló bajo condición de anonimato. “Allí hay dos o tres años de comunicaciones, y mucha de ella es de naturaleza personal. Pero también está toda la parte de narcotráfico y política, porque allí esta cómo los acusados interactuaban, cómo financiaban campañas, cómo operaban como unas mafias y hay dos sicariatos”.
Las nuevas pruebas, que aún no han sido registradas en el sistema electrónico de la corte, echan por tierra la teoría presentada por la defensa de que los acusados eran solo jóvenes empresarios que estaban incursionando por primera vez en el negocio del narcotráfico bajo auspicio y engaño de funcionarios de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).
Pero también están los detalles de la participación en la red de narcotráfico de otros integrantes del círculo más cercano de la pareja presidencial y de integrantes de la Casa Militar en Venezuela, algunos de los cuales ya fueron citados para comparecer ante el gran jurado.
La estrategia de defensa de los sobrinos –Efraín Campo y Franki Flores– se vino abajo el miércoles, luego de que el juez que lleva el caso en la Corte Federal del Sur de Nueva York rechazara la solicitud de desestimar las conversaciones grabadas y las confesiones que ellos mismos brindaron y que los implican directamente en una conspiración para colocar 800 kilos de alta pureza en Estados Unidos.
Esa decisión no le causa sorpresa a Félix Jiménez, quien llegó a ocupar el tercer puesto en importancia en la DEA antes de pasar a retiro.
“Este fue un caso que se empezó a tratar por la DEA desde el inicio con mucha cautela. Todo se hizo siguiendo las reglas del libro, precisamente para que este tipo de objeciones que presentó la defensa no tuviera éxito en una corte”, dijo Jiménez desde Miami.
“La DEA, como otras agencias de investigaciones de Estados Unidos, tiene su procedimiento de cómo hacer las cosas que va siendo ajustado dependiendo de lo que sucede en corte. Y cuando vemos un fallo sobre un procedimiento, inmediatamente lo corregimos”, explicó.
Los abogados de la defensa normalmente saben que las solicitudes de suprimir evidencia recogida por la DEA por lo general fracasan, precisamente porque los agentes toman todas las precauciones para proteger el caso. Eso, no obstante, no impide que lo intenten de todas maneras, como sucedió con el caso de los sobrinos.
Por lo general, el siguiente paso es buscar un acuerdo extrajudicial que les llevaría a declararse culpables y luego colaborar con las autoridades a cambio de una recomendación de una sentencia menor.
Pero en el caso de los sobrinos, eso podría significar testificar contra su propia familia.
La Fiscalía Federal del Distrito Sur de Nueva York ya citó a 18 personas en Venezuela, entre los que se encuentran familiares de Maduro y de su esposa, Cilia Flores, en base a las pruebas obtenidas a través de los celulares y las computadoras que ocupadas a los sobrinos cuando fueron arrestados.
Según las fuentes consultadas por el Nuevo Herald, entre los citados se encuentran integrantes de la familia inmediata de la pareja que gobierna a Venezuela, así como integrantes de la Casa Militar.
“La fiscalía tiene un As bajo la manga. Cuando arrestaron a los sobrinos, les quitaron la laptop, las tabletas y los teléfonos. Y acaban de recibir el informe forense”, relató una de las fuentes cercanas al caso.
“Tienen todas las transcripciones de todo lo que ellos hicieron a través de esos teléfonos, que son seis en total, porque cada uno de ellos llevaba tres, mas los iPads, mas una computadora”, agregó.
Campo y Flores, quienes fueron criados como hijos por Maduro y su esposa Cilia Flores, fueron arrestados el 10 de noviembre del 2015 en Haití y actualmente están siendo acusados en la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York de conspirar para importar 800 kilogramos de cocaína de alta pureza a Estados Unidos.
Etiquetas: NarcoFlores, narcotráfico
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