Resultados del plebiscito: Venezuela un mal ejemplo para Colombia
Por: Íñigo Narbaiza
Fuente: Aporrea
El No no significa No a la Paz, en todo caso significa un no a los acuerdos entre las FARC y el gobierno colombiano para alcanzar esa paz, solo los vendedores de armas y municiones, y quienes obtienen otros oscuros beneficios en el conflicto, ya sean materiales o políticos, pueden estar en contra de la paz. La idea de que la paz es buena y por lo tanto la mayoría votaría por el acuerdo presentado como sinónimo de paz no funcionó. Por otro lado, la participación de los votantes ha sido escasa y la diferencia entre el sí y el no ha sido muy pequeña y esto evidencia que muchos factores, tal vez subestimados, tuvieron importancia en estas elecciones, entre esos factores está sin duda Venezuela.
El caso de Venezuela se ha convertido en un ejemplo a no seguir: corrupción, violación sistemática de la constitución, entrega del país a las mafias internacionales, y una cúpula cívico-militar sumergida en la corrupción más descarada creando una oligarquía más parásita que la más parásita denunciada por el Proceso, mientras una supuesta izquierda organizada en el PSUV y en el GPP se hace de la vista gorda cuando no participa del festín que destruye al país. Venezuela como un mal ejemplo se muestra a todas luces como algo planificado, es en mi opinión y sin duda, planificado desde altos niveles tanto por el gobierno como por un sector importante de la oposición, al socialismo venezolano del siglo XXI lo han convertido (como es su objetivo) en una monstruosidad para ser visualizada fácilmente por todo el mundo, por nuestros vecinos, en especial Colombia.
Venezuela también necesita un plebiscito por la paz, también debería existir una asociación de víctimas, víctimas de la corrupción, porque como ya lo mencioné en otro artículo (http://www.aporrea.org/actualidad/a226555.html):
"En este proceso de robar al país para acumular capital (¿para construir el socialismo?) los corruptos no son solo corruptos, son asesinos, y están conscientes de ello, son también traidores a la patria socialista o capitalista, y están conscientes de ello. Son conscientes, el corrupto sabe que está matando niños, padres, madres, y jóvenes, por desnutrición y falta de medicinas, mata personas inocentes armando bandas de criminales, genera muertes en carreteras por falta de repuestos, lleva a jóvenes a organizaciones con valores contrarios a los intereses del país que ven a las bandas de delincuentes como una opción emocionante y paralela al gran ejemplo de la corrupción en el Estado. Los corruptos no son asesinos culposos, sus muertos no son daños colaterales que no pudieron evitar por ignorancia o imprudencia, son asesinos como el que aprieta el gatillo de una ametralladora contra una multitud, está matando gente, aunque a nadie en particular. No es nada personal, es solo el negocio. Sabe que está traicionando al país, porque está atentando contra su desarrollo, contra la educación, contra la salud, contra el bienestar de su pueblo, contra su soberanía, contra nuestra libertad."
En el poco margen de diferencia entre el Sí y el no pesa como todo el plantea, sin duda, el mal ejemplo de Venezuela.
Etiquetas: corrupción, FARC
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