El frustrado "Proyecto Cassandra", una oportunidad perdida de desbaratar la red de narcotráfico y lavado de Hezbollah
Por George Chaya
Fuente: INFOBAE
Una filtración de información proveniente de los propios agentes que participaron en las operaciones del proyecto y publicada por el portal estadounidense Politico, reveló cómo la administración del ex presidente estadounidense Barack Obama intentó desmantelar una operación de la Agencia de Control de Drogas (DEA) para exponer un plan de lavado de dinero en el que "las ganancias de la droga latinoamericana se canalizaban a través de operativos y entidades financieras ligadas a Hezbollah".
Según el informe, los agentes de la DEA que trabajaban en una operación cuyo nombre en código era "Proyecto Cassandra", se aprestaban a detener y procesar a dos docenas de agentes de Hezbollah, la milicia libanesa respaldada por Irán e involucrada en el tráfico de cocaína y lavado de dinero dentro de los Estados Unidos y en Latinoamérica. Sin embargo, según descubrió la investigación de Politico, por declaraciones bajo anonimato de fuentes relacionadas a hombres de la DEA, para preservar el acuerdo nuclear con Irán, la operación fue "abortada por órdenes del ex presidente Obama por temor a irritar a Irán".
El acuerdo nuclear levantó las sanciones económicas sobre Irán a cambio de la supuesta suspensión del programa nuclear de la República Islámica. Pero muchos vieron al acuerdo como la claudicación de Obama en favor del régimen irani.
La investigación de la DEA duró ocho años y permitió que los agentes realizaran escuchas telefónicas, operaciones encubiertas y utilizaran informantes "para cartografiar las redes ilícitas de Hezbollah con la ayuda de 30 agencias de seguridad extranjeras y de los EEUU". Así, quedaron al descubierto, entre otras, la ruta abierta entre Teherán y Caracas, que llevaba drogas y dólares hacia Medio Oriente y regresaba hacia Sudamérica con dinero, armas y agentes de Hezbollah que se dispersaban por el continente con la asistencia inestimable del actual vicepresidente chavista Tareck El Aissami.
Varios agentes del Proyecto Cassandra afirman que el gobierno de Obama "socavó la investigación permitiendo que los operativos de Hezbollah permanezcan activos a pesar de estar bajo acusación formal de Estados Unidos durante años".
"Esta fue una decisión política, fue una decisión sistemática del poder", declaro David Asher, un agente que trabajo en el Proyecto Cassandra. "No cabe duda que los políticos rompieron todo ese esfuerzo que había sido muy bien respaldado y dotado de recursos, y eso fue hecho de arriba hacia abajo", agrego Asher.
Integrantes del Proyecto Cassandra afirman que los funcionarios de los departamentos de Justicia y Hacienda obstaculizaron repetidamente los intentos de los agentes del Proyecto en llevar adelante "investigaciones, procesamientos, arrestos y sanciones financieras" contra figuras claves del grupo criminal.
"El arquitecto del boicot fue el secretario de Estado de los EE. UU. John Kerry, asevero Asher. La operación, que se estaba llevando adelante con agencias de seguridad de siete países, descubrió "evidencia de que Hezbollah se había transformado de una organización militar y política enfocada en Oriente Medio a un sindicato internacional del crimen que, según algunos investigadores comprobaron, recaudaba mil millones de dólares al año producto del tráfico de drogas y armas, lavado de dinero y otras actividades criminales".
El Proyecto Cassandra destacó el "peligroso nexo global entre el narcotráfico y el terrorismo". Es incomprensible como la administración Obama bloqueara y abortara el trabajo que los agentes llevaron adelante por años, cuando hay evidencia que los operativos de Hezbollah usaron el dinero de la droga para comprar armas que se han usado en Siria, agregó Asher.
Para los investigadores, el gobierno de Obama "libero el terreno" a Hezbollah. El caso se esta abriendo actualmente en los tribunales estadounidenses y promete poner en serios problemas al ex presidente que deberá dar explicaciones ante tanta evidencia en su contra, máxime cuando el Departamento de Estado de los EE.UU. considera a la milicia libanesa pro-iraní como una organización terrorista extranjera desde el año 1997.
Etiquetas: DEA, Hezbollah, irán, lavado de dinero, narcotráfico, narcovuelo, nuclear, Proyecto Cassandra, Tareck Zaidan El Aissami Maddah, terrorismo
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