LAS “INVASIONES” A VENEZUELA DE LAS QUE NO HABLA TAREK WILLIAM SAAB
POR: GUSTAVO AZÓCAR ALCALÁ
Fuente: Venezuela Unida
Tarek William Saab intenta hacer méritos para convertirse en el heredero de Nicolás Maduro. El fiscal designado por la ilegal e inconstitucional Asamblea Nacional Constituyente ha ocupado en los últimos días los titulares de la prensa venezolana y de varios países de américa latina, al afirmar que desde Colombia se prepara una supuesta invasión contra Venezuela.
Tarek, como todos bien lo saben, no salió muy bien parado de la Gobernación del estado Anzoátegui. El mismo Hugo Chávez lo regañó varias veces en público por su pésima gestión. Pero Nicolás Maduro, quien parece tener muy buen ojo para incorporar a su gobierno a quienes hayan fracasado en algunos cargos públicos, lo llamó para asignarle algunas tareas, entre ellas la de defenestrar a Rafael Ramírez y su equipo, simulando una batalla contra la corrupción en la que nadie cree, porque si de verdad se quisiera acabar con ese terrible flagelo que se ha multiplicado por millones durante la revolución, la mitad del alto mando militar venezolano tendría que estar preso en estos momentos.
Tarek, a quien algunos llaman poeta y otros Míster Músculo, tampoco ha explicado suficientemente, sus presuntos vínculos con grandes contratistas de Pdvsa, entre ellas la empresa Conkor. La periodista e investigadora venezolana Maibort Petit publicó una serie de reportajes en su blog, en los que denuncia que “durante la gestión de Tarek William Saab como gobernador de Anzoátegui, entre los años 2004-2012, habrían sido entregados contratos millonarios a un grupo de cinco empresas que están en manos de dos familias ligadas al ex defensor del pueblo según el reporte”.
Tarek William Saab ha denunciado una supuesta “invasión” organizada por Colombia. Pero no ha mostrado ni una sola prueba de su temeraria afirmación. Es el mismo “cuento chino” que vienen echando algunos altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana desde hace al menos quince años dentro de los cuarteles, y en las aulas de la Universidad Militar Bolivariana, para lavar el cerebro de los jóvenes estudiantes, adoctrinarlos y convencerlos de que “el imperio norteamericano es el enemigo”, porque el gobierno de Estados Unidos está preparando una operación para invadir a Venezuela.
Pero lo que Tarek William Saab no quiere ver y no denuncia son las cuatro grandes invasiones que ha habido en Venezuela en estos últimos 20 años. Alguien debe decirle al flamante Fiscal General que Venezuela ya fue invadida y no fue precisamente por Estados Unidos. Entre 1999 y 2018, la Venezuela socialista, bolivariana, revolucionaria y anti imperialista ha sufrido cuatro grandes invasiones de las que nunca hablan los funcionarios del gobierno.
La primera de esas invasiones es la cubana, permitida y facilitada por Hugo Chávez Frías y más tarde por Nicolás Maduro. De acuerdo con el congresista por el estado de la Florida, EEUU, Mario Díaz-Balart, “en territorio venezolano hay aproximadamente 15.000 militares y fuerzas de seguridad del régimen cubano que actúan como un ejército de ocupación de Cuba en Venezuela”.
El gobierno admitió en 2012, que en Venezuela había un total de 44.804 cubanos en las llamadas misiones sociales: 31.700 en salud (11.000 médicos, 4.931 enfermeros, 2.713 odontólogos, 1.245 optometristas y 11.544 no especificados), 6.225 “entrenadores” deportivos, 1.905 facilitadores en cultura, 735 en actividades agrícolas, 486 en educativas y 54 en atención a discapacitados.
Pero el general retirado Antonio Rivero, ex director de Protección Civil durante el gobierno de Chávez, y quien hoy está asilado en EEUU, aseguró que en el país hay más de 100.000 cubanos, entre ellos 3.700 funcionarios de su servicio de inteligencia, el G2, y unos 5.600 asesores en seguridad y defensa. Los cubanos al servicio de Raúl Castro tienen el control de decenas de organismos públicos en Venezuela, comenzando por aquellos que son sumamente estratégicos: cedulación, pasaportes, registros, notarias, puertos, aeropuertos, telefonía, bancos y Pdvsa.
La segunda invasión que Tarek William Saab tampoco quiere ver, y que, por supuesto, jamás denunciará, es la de “Hezbollah”, una de las organizaciones terroristas más importantes del mundo. Hezbollah, cuya traducción al español es “El partido de Dios”, es una organización que nació en el Líbano en 1982, tras la ocupación israelí, y cuenta con un brazo político y otro armado. Informes de inteligencia de organismos de seguridad de EEUU, han señalado que Hezbollah cuenta con el respaldo de Irán y del gobierno sirio de Bashar Al Assad.
Un reportaje publicado en The Washington Post, señaló que “Hezbollah tiene una presencia documentada en Venezuela, con el propósito de lavar dinero, transportar droga a mercados donde se puede vender y el control de muchas actividades de contrabando en todo el continente”. Agencias de Inteligencia y seguridad de EEUU señalan que hay miembros de Hezbollah viviendo en Margarita, isla a la que han transformado en una gran base de operaciones para financiar el terrorismo internacional contra occidente.
No se sabe a ciencia cierta cuántos miembros de Hezbollah hay en Venezuela. Pero debe ser un número bastante importante, porque de otro modo no tendría ningún sentido que Hugo Chávez ordenara la instrumentación de un vuelo directo desde Caracas a Damasco, la ciudad preferida del terrorista venezolano Carlos Ilich Ramírez Sánchez, alías el chacal, a través de la empresa estatal Conviasa, el cual iba y venía totalmente lleno de gente de un lado a otro.
La tercera invasión, de la que nunca habla Tarek William Saab, es la de la guerrilla colombiana. Sobran pruebas y evidencias para demostrar la cada vez mayor presencia en Venezuela de elementos de las FARC y el ELN. Ambos grupos guerrilleros se repartieron casi todo el país. Las FARC, que aparentemente se retiraron de la vía armada, tras firmar un acuerdo de paz con el gobierno de Juan Manuel Santos, siguen teniendo campamentos, bases de operaciones y depósitos de armas en Venezuela. Las FARC firmaron la paz en Colombia, pero dentro de nuestro país siguen jugando a la guerra, manteniendo muy activos sus lucrativos negocios con el narcotráfico internacional. Sería muy interesante, preguntar a Rodrigo Londoño Echeverri, alias Timochenko, candidato presidencial de las FARC, el origen de los fondos financieros con los cuales cubre sus gastos de campaña.
De otro lado se encuentra el ELN, cuyos campamentos y bases de operaciones están diseminados por los estados Táchira, Zulia y Apure. Informes de Inteligencia del Ejército Colombiano señalan dos cosas de las cuales Tarek William Saab nunca hablará: primero, la presencia en Venezuela de los miembros del Comando Central del ELN; y segundo, el hecho cierto y comprobado de que más del 60% de los combatientes de esa guerrilla se encuentran en territorio venezolano, donde controlan el contrabando de gasolina y planifican ataques hacia objetivos militares y policiales en Colombia.
La cuarta invasión de la que jamás hablará Tarek William Saab es la rusa. La revolución socialista que desde 1999 ha hundido a Venezuela en la miseria, el hambre y la pobreza, no habría aguantado un round sin el apoyo financiero y militar que le ha dado el gobierno de Rusia. Se habla mucho del soporte que le han dado al gobierno venezolano los gobernantes de Cuba y China, pero muchas veces se pasa por alto el importante respirador artificial que ha significado para esta revolución moribunda, la ayuda militar y económica que ha enviado, a cambio de grandes y fabulosos contratos y concesiones mineras y petroleras, el gobierno de Vladimir Putin.
La alianza estratégica entre Rusia y Venezuela, comenzó mucho antes de que Hugo Chávez ganara la presidencia de la república de Venezuela en diciembre de 1998. Hay versiones no confirmadas de que Chávez obtuvo ayuda de Rusia para su primera campaña electoral en 1998. Esa versión cobra fuerza si se toma en cuenta que el mejor amigo ruso de Chávez, el actual presidente ruso, Vladimir Putin, tenía un cargo muy importante en 1998: era director del Servicio Federal de Seguridad, el organismo que sustituyó a la terrible KGB. A Chávez le tendieron la mano, económicamente hablando, no solamente los grandes movimientos de izquierda de toda América Latina, la mayoría de los cuales hicieron importantes aportes de dinero en efectivo, sino también los rusos y los iraníes.
En el caso concreto de los rusos, el agradecimiento de Hugo Chávez se hizo efectivo durante los 14 años que estuvo en el poder. Así quedó demostrado al ser Rusia, después de Cuba, la nación que más visitas recibió del primer mandatario venezolano. Hay gente que quizá no lo sabe, pero es un hecho cierto: Chávez impuso un récord de viajes a Rusia: visitó ese país en nueve ocasiones.
Los rusos nos han invadido con armamento y dinero a manos llenas. La empresa estatal rusa Rosoboronexport informó en 2013 que el suministro de armas a Venezuela alcanzó los 12.900 millones de dólares, y que el 18% de sus exportaciones se destinaron a América Latina y de forma particular a Venezuela, que es el principal comprador de armas rusas del continente.
Dentro de los sistemas comprados están los aviones de caza Sukhoi 30, varios helicópteros de la serie MI, lanzamisiles S-300, tanques T-72-81, vehículos blindados BMP-3, los camiones Steyr, lanchas de guardacostas y los fusiles Dragunov.
Pero eso no es todo. Hay un arma mucho más poderosa que Rusia está exportando a Venezuela en los últimos años y que no aparece en los contratos firmados entre ambos gobiernos: hackers. Bajo la tutela de Vladimir Putin, los rusos han creado una de las escuelas de hackers más modernas y sofisticadas del mundo. Los piratas informáticos entrenados en Rusia han demostrado ser letales: intervinieron en las elecciones presidenciales de EEUU y por poco logran la independencia de Cataluña del reino de España.
El Gobierno de España dio como un hecho la intervención de hackers procedentes de Rusia en la crisis institucional de Cataluña. El descubrimiento realizado por las autoridades españolas fue mucho más allá y encontró algo inesperado: no sólo había hackers rusos, también hubo hackers de Venezuela atizando el fuego.
El portavoz gubernamental, Íñigo Méndez de Vigo, y la ministra de defensa, María Dolores de Cospedal, informaron que los hackers procedentes de Rusia y Venezuela se dedicaron a falsear o tergiversar informaciones relativas a Cataluña y España. Alfonso Dastis, ministro de Exteriores, fue un poco más allá asegurando que hay informes bastante contrastados que acreditan que un grupo de hackers rusos está actuando para “desestabilizar” a la Unión Europea.
Como puede observarse, Venezuela es, hoy por hoy, un país invadido por cubanos, guerrilleros, terroristas, narcotraficantes y hackers rusos. Pero claro: esas invasiones son bienvenidas y aplaudidas por este gobierno. En el derecho internacional hay figuras jurídicas que permiten que “un país invadido” sea auxiliado por otras naciones para librarse de sus invasores. No se puede invadir a un país que ya fue invadido. Lo que sí se puede hacer es liberar a una nación de 30 millones de habitantes de sus invasores.
Etiquetas: Adoctrinamiento, Cedulación Ilegal, Conkor, corrupción, corrupción pdvsa, ELN, FARC, Hezbollah, Invasión Cubana, narcotrafico, narcovuelo, Nicolas Maduro, Rafael Ramirez, Tarek Williams Saab, Venta Pasaportes
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