El feo rostro de una crisis: pescadores venezolanos se transforman en piratas para sobrevivir

Fuente: MIAMI DIARIO

“Para escapar del desempleo y la pobreza” pescadores venezolanos se habrían venido sumando al creciente número de piratas en el Caribe.

Algunos de los miembros de la empobrecida y casi desaparecida flota atunera formarían ahora parte de un grupo que se ha dado a la tarea de secuestrar embarcaciones cerca de la costa de Trinidad por lo que se cobra rescate hasta por $30,000, cantidad que se incrementó a medida que se deteriora la economía venezolana y crece el valor del dólar en el mercado no oficial que, según se conoció este miércoles, superó con amplitud la barrera de los 2,000 bolívares soberanos por cada dólar.

“Al principio, se pedían cantidades de entre $ 5,000 y $ 10,000, pero ahora eso es mucho más alto, incluso se mencionan rescates de más de $ 30,000. Eso es imposible de pagar para nuestra comunidad. A la guardia costera se le han pedido escoltas armadas, pero aún no se ha recibido respuesta”, comentó un afectado a un diario británico.

“A veces roban a nuestra gente, pero en otros casos son secuestrados en Venezuela y se pide un rescate por su libertad“, sentenció Esook Ali, líder de la asociación local de pesca a The Telegraph.

Argumentan que quienes intentan laborar honestamente de la pesca afirman que a pesar de pedir ayuda a la guardia costera, nunca reciben respuesta.

Según denuncian en las referidas costas también se ha evidenciado el aumento del tráfico de armas y drogas, principalmente de cocaína, desde Venezuela.

De lo que era y ya no es

Esta tremenda realidad no privó siempre en las aguas venezolanas que contó con un sector pesquero próspero, legal y honesto. De acuerdo a un trabajo realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) desde finales de 1990 Venezuela se constituyó en el país pesquero más importante del área del Caribe Atlántico con una producción anual de aproximadamente 500.000 toneladas consolidadas 

Según apunta el organismo “en su gran extensión territorial el país posee, tanto en sus ambientes marinos como fluviales, recursos pesqueros que se caracterizan por su alta diversidad y potencialidad, sobre los cuales se han desarrollado explotaciones comerciales de creciente importancia a lo largo de los últimos 50 años.

Complementariamente a la actividad extractiva comercial, la acuicultura marina y continental, como alternativa para disminuir la presión sobre los bancos naturales, han venido mostrando un crecimiento sostenido hasta alcanzar las 29.710 toneladas durante el año 2004.