Acusan de lavado de dinero en Miami y Nueva York a empresario libanés vinculado con Hezbollah
POR: JAY WEAVER
Fuente: El Nuevo Herald
Una cantidad asombrosa de dinero y mercancías pasan por Miami y Nueva York con destino a una meca del consumo en Paraguay donde existe una enorme economía de mercado negro.
Ciudad del Este, ubicada en la llamada triple frontera de Paraguay, con estrechos nexos con Argentina y Brasil, es conocida por vender de todo, desde productos electrónicos hasta cigarrillos de contrabando, todo a con fuertes descuentos.
Pero las autoridades norteamericanas han desarrollado varios casos de lavado de dinero relacionados con el flujo de miles de millones de dólares que pasa por Ciudad del Este, que consideran un importante centro de blanqueo de fondos de las ganancias de las drogas en América Latina, de bienes de consumo ilegales y de recaudación de fondos destinados al terrorismo.
Las autoridades dicen que parte de ese dinero —menos 15 por ciento de comisión que cobran Paraguay y otros centros de cambio de divisas— termina en manos de Hezbollah, un grupo que Estados Unidos ha designado terrorista y cuya influencia política y financiera se extiende mucho más allá de su base en Líbano, para llegar a Sudamérica, Miami y Nueva York.
Se espera que este mes un empresario libanés que tiene importantes casas de cambio de divisas en Ciudad del Este sea extraditado a Miami, y después trasladado al Nueva York. Nader Mohamad Farhat es quizás el mayor de los peces gordos atrapados en la triple frontera por las autoridades federales.
“Farhat es muy conocido por lavar dinero para organizaciones del narcotráfico y otras entidades ilegales”, indicó el fiscal federal neoyorquino Charles Kelly en un documento judicial.
En mensajes de Twitter sobre el caso, uno de los defensores de Farhat criticó su arresto el 17 de mayo del 2018 por autoridades paraguayas, asistidas por agentes de la DEA, que más tarde tomaron declaración a Farhat. “¿Dónde está la soberanía de Paraguay?”, decía el mensaje en Twitter, publicado el 22 de febrero, que apoya la lucha de Farhat por no ser deportado a Miami y Nueva York. La embajada libanesa en Asunción, Paraguay, ha presionado al gobierno paraguayo para que rechace la solicitud de extradición presentada por Estados Unidos.
Farhat está relacionado con por lo menos cuatro casos penales en Miami y Nueva York que involucran cientos de millones de dólares en pagos electrónicos por productos de consumo, así como transferencias de dinero relacionadas con las drogas a todo el mundo, según registros judiciales federales y autoridades policiales. Entre las agencias que investigan Farhat están el FBI, Seguridad Nacional y agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta contra el Terrorismo, que se amplió significativamente después de los atentados terrorista del 11 de septiembre.
Autoridades federales en Miami y Nueva York están echando mano cada vez más a las leyes contra el lavado de dinero para combatir la supuesta red financiera de Hezbollah en la triple frontera, en lo fundamental porque es muy difícil probar que la circulación internacional de dinero apoya directamente actividades terroristas contra Israel y otros aliados occidentales.
Un experto en contraterrorismo de la Fundación para la Defensa de las Democracias, con sede en Washington, dijo que la planeada extradición de Farhat es un desarrollo importante porque “su caso revela la envergadura de las redes de lavado de dinero de Hezbollah en la triple frontera y también expone el enfoque de no intervención del gobierno paraguayo ante la corrupción.
“Estados Unidos también tiene un problema”, dijo Emanuele Ottolenghi, experto de la Fundación. “Hezbollah ha decidido lavar dinero del narcotráfico en Sudamérica a través de posiblemente cientos de compañías en Estados Unidos, y las autoridades tienen que dedicar más recursos a investigar y encausar estos esquemas ilegales”.
La Fiscalía Federal de Miami confirmó que Farhat debe ser extraditado a Estados Unidos, pero no dijo si ha sido acusado de lavado de dinero aquí. Sin embargo, dos casos parecidos presentados en Nueva York presentan al libanés como alguien que mueve grandes cantidades de dinero entre Estados Unidos y otras partes del mundo.
Farhat y uno de sus clientes, Mahmoud Ali Barakat, importador de teléfonos móviles desde Estados Unidos a su cadena de tiendas en Paraguay, han sido acusados de confabularse para lavar dinero del narcotráfico, de transferencias ilegales de dinero y de fraude en el envío de dinero. Farhat, conocido como “Diesel”, también está acusado de lavado de dinero a partir de una operación federal encubierta sobre supuestas ganancias del narcotráfico. Barakat, quien fue extraditado en noviembre a Nueva York, no fue implicado en esa operación.
Al oponerse a que Barakat lo dejaran libre bajo fianza, el fiscal federal Kelly lo acusó de orquestar una docena de recogidas y entregas de grandes cantidades de dinero en efectivo en la región noreste de Estados Unidos y de “lavar dinero con actividades comerciales” a beneficio de terceros con pagos sospechosamente elevados por productos electrónicos que totalizaron millones de dólares. Kelly también dijo que Barakat solamente usaba casas de cambio de dinero de Farhat, Cambios Unique S.A., para sus transferencias de dinero a Estados Unidos. (La compañía es propiedad de la esposa de Farhat, Renata Wu).
Kelly señaló que el caso Farhat-Barakat está relacionado con otro encausamiento de confabulación para lavar dinero presentado en noviembre en Nueva York contra siete acusados. Ese caso acusa a dos propietarios negocios de aparatos electrónicos y teléfonos celulares en Nueva York y Miami de usar compañías de importación-exportación para enviar ganancias del narcotráfico y de delitos financieros en Estados Unidos a narcotraficantes en Sudamérica.
El principal acusado en ese caso es Enayatullah Khwaja, un neoyorquino propietario de Tronix Telecom Corp., quien también maneja Sysco International, que comparten un almacén en Miami. Un primo de Khwaja, Abdulrahman Khwaja, también identificado como acusado, es de Nueva York y es propietario y maneja negocios parecidos, entre ellos ISK Corp., Solid Wireless y Solid Electronics en Miami.
Kelly dijo que Barakat compraba teléfonos móviles a compañías de los Khwajas usando casas de cambio de Farhat para enviarles los pagos.
Los abogados defensores de Enayatullah Khwaja y Barakat no devolvieron mensajes. En un documento presentado al tribunal, el abogado defensor de Barakat, Robert Feitel, restó importancia a la responsabilidad de su cliente.
“Aunque un cargo de lavado de dinero internacional es cosa seria, mi análisis del caso contra el Sr. Barakat sugiere que el peso de la evidencia en su contra es marginal”, escribió Feitel, quien agregó que Barakat no estaba al tanto de que Farhat supuestamente lavaba fondos del narcotráfico a través de sus casas de cambio.
El abogado de Abdulrahman Khwaja dijo que su cliente es un empresario legítimo que niega participación alguna en actividades de lavado de dinero. “Ciertamente él no sabe nada de ninguna actividad terrorista”, dijo el abogado Roland Riopelle.
Farhat no solamente tiene vínculos con los casos de Khwaja y Barakat, sino que su negocio de casa de cambios en Paraguay también está implicado en un caso de lavado de dinero en Miami, según fuentes policiales federales.
La empresa de cambio de dinero de Farhat —ubicada en el Jebai Center, el centro comercial más lujos de Ciudad del Este— ayudó a financiar la distribución de productos electrónicos de imitación, así como transferencias de dinero por valor de millones de dólares, dijeron las fuentes.
Uno de sus clientes era Ali Nasreeddine Kassir, un empresario de origen libanés que se declaró culpable en noviembre en un tribunal federal de Miami de fraude de pasaportes y de confabulación para lavar dinero. Según su negociación de cargos, Kassir usó su compañía de envíos, An Imex Inc., para importar de China baterías de imitación para teléfonos iPhone y cargadores de pilas Samsung. En Miami, Kassir exportaba los productos por carga aérea a minoristas de equipos electrónicos en Ciudad del Este.
En Miami, Kassir enfrenta entre 5 y 7 años de prisión en la audiencia de sentencia ante la jueza de distrito federal Marcia Cooke el 29 de marzo. También debe pagar $150,000.
Su abogado defensor, Jeffrey Weiner, declinó hacer declaraciones.
Etiquetas: Departamento de Justicia, Hezbollah, lavado de dinero, Productos Falsificados, Triple Frontera
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