Comunidad Judía En Venezuela “Espera Y Observa” En Medio De La Agitación Económica Y Política Del País

Por: Shiryn Ghermezian

Fuente: Noticias de Israel

itongadol.com

La agitación económica y política que se está produciendo actualmente en Venezuela ha dejado a la comunidad judía del país en un modo de “esperar y observar”, mientras los residentes esperan el fin de la actual crisis política que, con suerte, mejorará las condiciones de vida para ellos.

Juan Guaidó, el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, se declaró a sí mismo como líder interino de Venezuela el 23 de enero, luego de que el dictador Nicolás Maduro prestara juramento por un segundo mandato ese mismo mes en lo que se consideraba una elección fraudulenta. Bajo Maduro, el país ha caído en la agitación, con una inflación que se espera que aumente a 10 millones por ciento este año. Venezuela también ha estado experimentando una crisis humanitaria con escasez de alimentos y medicamentos, así como una calamidad económica y política que ha provocado que 3 millones de personas huyan del país como migrantes y refugiados, según el Washington Post.

El sarampión y la difteria, enfermedades, una vez controladas en Venezuela, han vuelto a aparecer, y Venezuela ahora es el único país de América del Sur haber retrocedido a los niveles de mortalidad infantil a partir de la década de 1990, según la nueva investigación publicada en la revista mundial de la salud The Lancet. Jenny García, la investigadora principal del estudio, culpó a la regresión de los recortes gubernamentales a la financiación de la asistencia médica.

Esos problemas son solo la punta del iceberg, dijo Alex Rosenberg, un judío venezolano que ahora vive en los Estados Unidos.

“Son años de corrupción”, le dijo a JNS. “Son años de políticas económicas fallidas, de imprimir dinero, de una regulación que estrangula a las empresas o, más bien, de cualquier empresa que no sea propiedad del gobierno. La mayoría de las empresas no están prosperando o bien en este momento. El empleo es bajo; la gente se va por razones de seguridad y de negocios. Vi a gente que realmente luchaba y necesitaba servicios sociales de la comunidad para poner comida en la mesa”.

Agregó: “Han sido 20 años de un solo partido gobernante y un solo gobierno gobernando el país. En este punto, incluso si no fuera por estas políticas fallidas, el gobierno autoritario y todo lo demás, ya debería haber ocurrido un cambio de gobierno. Es como el viejo dicho de que los políticos son como los pañales; Deben ser cambiados a menudo y por la misma razón”.

Nacido en Caracas, la capital de Venezuela, Rosenberg llegó a Nueva York hace tres años y medio para someterse a una cirugía por una lesión relacionada con el deporte. Terminó quedándose después de que el proceso de rehabilitación tomó más tiempo del esperado y se le presentó una oportunidad para obtener una tarjeta verde. También conoció a su esposa mientras estaba en los Estados Unidos. Muchos de sus familiares continúan viviendo en Venezuela, entre ellos su madre, su hermana mayor, su cuñado, su tía, su tío y sus primos, y dijo que todavía tiene lo que queda de un negocio de ropa en su país de origen..

A fines de enero, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, apoyó a Guaidó, convirtiendo a Israel en el primer país del Medio Oriente en reconocerlo como el nuevo líder de Venezuela. Una creciente lista de naciones siguió su ejemplo, incluidos Estados Unidos, Canadá y la mayoría de los países de América Latina, como los vecinos de Venezuela, Brasil y Colombia.

Guaidó agradeció el apoyo de Netanyahu en Twitter y escribió que “hace 74 años se liberó el campo de exterminio de Auschwitz y hoy, mientras nuestro país lucha por su independencia, estamos agradecidos por el apoyo que recibimos del Primer Ministro de Israel, Benjamin Netanyahu”.

Rosenberg dijo que bajo el liderazgo de Guaidó, “creo que las libertades serían mucho mejores, respetadas, [y] creo que no habría más retórica de desdén con la comunidad judía o con cualquier otro grupo religioso o nacional como lo ha sido. Durante los últimos 20 años. Con el gobierno actual de [Maduro], tienen una política de lenguaje desdeñoso [hacia la comunidad judía]”.

“Un profundo sentido de vulnerabilidad”

Maduro y su gobierno han sido acusados ​​de promover puntos de vista antisemitas y extremistas antiisraelíes. El país ha tenido relaciones cada vez más extensas con el régimen iraní, que se remonta al predecesor de Maduro, Hugo Chávez, así como a la organización terrorista de Irán, Hezbolá. Las autoridades israelíes han mantenido hasta hace poco silencio sobre los disturbios en Venezuela debido a los temores de que podría ser contraproducente y resultar en violencia contra la comunidad judía en el país latinoamericano después de que Maduro rompiera las relaciones diplomáticas con los Estados Unidos.

“Hasta ahora, los 6.000 judíos venezolanos que permanecen en el país [de un estimado original de 25.000] están seguros, pero están afectados como el resto de sus conciudadanos por los mismos males políticos, económicos y sociales que acechan al país en general“, dijo Dina Siegel Vann, directora del Comité Judío Americano (AJC).

Continuó: “En el entorno actual, con tanta confusión y posibles cambios en el horizonte, la comunidad permanece en un modo de ‘esperar y observar’, con canales activos de comunicación a los muchos actores nacionales e internacionales [incluidos el gobierno y la oposición, organizaciones internacionales], que pueden garantizar su seguridad y bienestar presentes y futuros. AJC mantiene un estrecho contacto con nuestros socios institucionales de CAIV [Federación de Comunidades Judías de Venezuela] para comprender los desarrollos en el terreno y garantizar el bienestar de la comunidad”.

La guerra de Israel contra el grupo terrorista palestino Hamas en la Franja de Gaza en el invierno de 2008-09, también conocida como “Operación Plomo Fundido“, fue un punto de inflexión para el tratamiento de los judíos de Venezuela, dijo Rosenberg. Se enfrentaron a la discriminación de los activistas antiisraelíes en Venezuela, y las sinagogas fueron objeto de vandalismo.

Rosenberg recordó que la sinagoga sefardí más grande y antigua de Caracas fue saqueada y profanada en 2009. Dijo que la gente asumió automáticamente que era un ataque patrocinado por el gobierno; más tarde se encontró evidencia de que el gobierno estaba tratando de extorsionar a la comunidad judía de alguna manera.

El prejuicio contra los judíos de Venezuela se disparó cuando el entonces presidente Chávez, conocido por sus sentimientos pro palestinos, exigió que el embajador israelí se fuera de Venezuela por el “Holocausto que Israel estaba cometiendo en Gaza“. Desde 2009, Venezuela no ha tenido relaciones diplomáticas con Israel.

“Chávez solía venir a la televisión, y una vez maldijo al Estado de Israel, en la televisión nacional“, recordó Rosenberg sobre el gobierno de Chávez. “En otro momento, dijo que los que mataron a Cristo fueron los mismos que mataron [al ex líder militar y político venezolano] Simón Bolívar, quien es visto a nivel local en Venezuela como una especie de héroe nacional. Muchas otras cosas también, pero básicamente tenía una alineación estricta con Irán y la causa palestina”.

Siegel Vann explicó que “hasta la llegada de Chávez, el antisemitismo en Venezuela fue insignificante y se mantuvo al margen y / o se consideró políticamente incorrecto. Los ataques en los medios oficiales permitieron la canalización permanente y sistemática de diatribas antiisraelíes y antijudías. Y el vandalismo contra las instituciones judías ha sido utilizado como medidas de intimidación. La ruptura de las relaciones de Venezuela con Israel en 2009 llevó a este capítulo a nuevas alturas.

“El antisemitismo fue utilizado como una herramienta política en el pasado por Chávez y continuó con Maduro, particularmente en los medios oficiales. Israel se ha vinculado con los Estados Unidos con implicaciones conspirativas. Con Irán y Venezuela entablando una relación estratégica en 2005, los judíos e Israel se convirtieron en el foco de ataques sistemáticos.

“Hoy en día, estos ataques han disminuido a medida que la atención del gobierno se centra en la supervivencia, y no quiere abrir un nuevo frente al ser acusado de antisemitismo”.

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