Venezuela: red de corrupción CLAP también habría llegado al Líbano
Un trabajo de investigación señala que aunque las empresas aún no han sido vinculadas con actividades ilícitas, mantienen relación con funcionarios de la tiranía
Por: Sabrina Martín
Fuente: PanAmPost
Las seis empresas en el Líbano registraron «una alerta» por su papel en el suministro del programa de alimentación CLAP
La red de corrupción de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) basados en cajas de comida subsidiada por el régimen de Nicolás Maduro, habría llegado hasta el Líbano.
Un trabajo de investigación de registros públicos señala que aunque las empresas aún no han sido vinculadas con actividades ilícitas, mantienen relación con funcionarios de la tiranía en Venezuela.
De acuerdo con la pagina de datos de propiedades e inteligencia financiera, Sayari, las seis empresas en el Líbano registraron «una alerta» por su papel en el suministro del programa de alimentación CLAP el cual es investigado en países como Estados Unidos, México, Colombia y Panamá, por estar presuntamente asociado con una corrupción generalizada donde los venezolanos compran alimentos de muy baja calidad y con sobreprecio.
«El hecho de que estos intermediarios de los CLAP parezcan tener vínculos con empresas en el Líbano plantea dudas con respecto a la transparencia general de sus operaciones. No siendo este un proveedor tradicional de alimentos para Venezuela», señala el artículo.
El portal Sayari especula que las empresas estarían vinculadas a varias entidades con sede en Hong Kong y Panamá, que son facilitadoras en el desenvolvimiento del programa de los CLAP.
No es de extrañar que empresas relacionadas con el régimen estén registradas en El Líbano, sobre todo, cuando Tareck El Aissami, el chavista encargado del área económica en Venezuela, es investigado en Estados Unidos por «negocios sucios» vinculados con Hezboláh, lavado de dinero y narcotráfico. Según las investigaciones realizadas El Aissami es uno de los principales proveedores de la red de droga que Hezboláh opera en Europa.
Sayari no hace mención alguna a El Aissami ni a personajes que podrían estar vinculados con la red de corrupción; sin embargo ya existen grandes avances que demuestran cómo el régimen de Nicolás Maduro mantiene este programa de alimentos CLAP para ocultar parte de sus negocios vinculados al lavado de dinero.
Aumentos en la importación de alimentos CLAP
Cifras del Banco Central de Venezuela revelan que en los primeros meses de 2019 las importaciones del sector público no petroleras aumentaron 16,5 % con respecto al mismo lapso del año pasado, pues habrían alcanzado los USD$ 955 millones.
Los números evidencian que la administración de Maduro ha maniobrado para seguir movilizando recursos comprando mercancía fuera del país, pese a las sanciones internacionales; todo esto, en medio de una turbia red de lavado de dinero que involucra la importación de alimentos.
Con el paso del tiempo diversas investigaciones han revelado que a Maduro le conviene aumentar dichas importaciones, no porque estaría saciando la necesidad del pueblo de depender de las cajas CLAP; sino porque estas compras internacionales se han convertido en instrumento para recibir dinero ilícito, sobre todo tras la falta de divisas provenientes del mercado petrolero.
De acuerdo con el diario ABC de España , funcionarios del régimen de Nicolás Maduro habrían utilizado la importación de alimentos a través de las bolsas CLAP para camuflar la recepción de dinero en efectivo por parte de carteles mexicanos, tras el envío de droga por parte de dirigentes chavistas.
El reportaje revela que el Departamento del Tesoro de Estados Unidos descubrió que tanto Diosdado Cabello como Tareck El Aissami usaron el terminal de la empresa estatal venezolana Alunasa, en Puerto Limón, Costa Rica, para que el dinero ilícito ingresara al sistema financiero y luego terminara en bancos de Rusia con cuentas vinculadas a los funcionarios del chavismo. No sería de extrañar que si Cabello y El Aissami han usado Costa Rica, Panamá o México para los negocios con los CLAP, también hagan los mismo en el Líbano donde se han demostrado que tienen contactos.
«La hipótesis de los investigadores es que, dado el carácter de narcoestado de Venezuela, lo normal es que los dirigentes chavistas intentaran resolver la necesidad de alimentos que hay en el país, al mismo tiempo que buscaban la forma de obtener el pago por parte de los carteles mexicanos de la cocaína que sale a través de Venezuela», afirma uno de los colaboradores de la investigación al ABC.
Etiquetas: Alunasa, Clap, Hezbollah, lavado de dinero, Libano, Tareck El Aissami
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