Adriana Martínez Rodríguez, la reina del contrabando del oro venezolano
Fuente: El Ring de Prensa América @AmericaPrensa
En un entorno de inestabilidad social y económica que se deprecia rápidamente, los «Sindicatos» y «Pranes» venezolanos, unidos como una sola organización criminal, junto con grupos guerrilleros paramilitares colombianos, compiten vigorosamente por los valiosos recursos minerales del sur de Venezuela. Dichas entidades imponen obediencia en los pueblos mineros de más de trescientos mil mineros. La rápida disminución de la producción petrolera de Venezuela infló el valor de la minería de oro principalmente en los estados de Bolívar y Amazonas. Pero poco se sabe y comenta de Adriana Martínez Rodríguez, una «Reina del Sur» colombiana, esposa del capo Álvaro Pulido Vargas, cuyo nombre original era Germán Rubio y que cambió de identidad después de estar varios años en la cárcel por traficar décadas atrás toneladas de cocaína, como líder del «Cartel de Bogotá».
Adriana Martínez Rodríguez se encarga de comerciar por el mundo, especialmente en los Emiratos Árabes, a través de la empresa Noor Capital y otras compañías, oro y diamantes explotados y sustraídos ilegalmente en Venezuela, aprovechando la propiedad y/o contactos con una plataforma de empresas registradas en Colombia (Vram Holding), Europa (Goetz Gold), Asia y Medio Oriente (Sardes Kiymetli Madenler A.S).
“Blood Gold” o el oro de sangre
«Blood Gold» define el metal precioso extraído en áreas globales de conflicto utilizado para financiar crímenes, guerras o promoción de violaciones de derechos humanos. El informe de la Iniciativa mundial contra la delincuencia organizada transnacional de 2016 estipula que entre el ochenta y el noventa por ciento de la minería de minerales en Venezuela se realiza de manera ilegal. Entre enero y mediados de septiembre de 2017, sesenta y un mineros, de cinco ciudades del estado Bolívar, fueron asesinados. En octubre de 2018, dieciséis mineros fueron asesinados en Tumeremo o «puerta de la sabana» en el estado Bolívar. Se cree que el tema de varias de las muertes en la zona minera, lo ha manejado personalmente el capo Álvaro Pulido, quien compartiría territorio con disidentes de las FARC y miembros del ELN.
En el pasado reciente, los miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) han aumentado la presencia transfronteriza dentro de los distritos mineros venezolanos. El ELN controla un corredor de este a oeste que atraviesa la región minera del sur de Venezuela. Como parte de su huella criminal en Colombia, el jueves 17 de enero de 2019, el ELN activó un coche bomba en el estacionamiento de la Academia de Policía de Bogotá que mató a 22 personas.
El Cartel de Bogotá también tendría acceso a la explotación ilegal de coltán en Venezuela, aunque aún no se conoce si Adriana Martínez maneja igualmente las finanzas de este otro negocio.
Los tentáculos de la reina
Como medida de represalia, el presidente de Colombia se retiró de las negociaciones de paz con el ELN. La organización paramilitar fuertemente armada controla la zona fronteriza entre Colombia y Venezuela. Las tendencias mostraron que el gobierno venezolano veló el apoyo a las operaciones transfronterizas de los 2.000 miembros del ELN. Los datos de 2018 registraron a funcionarios corruptos del gobierno venezolano que colaboraron con personajes criminales para exportar setenta y tres punto dos toneladas métricas de oro. La actividad contravenía el Artículo 187 de la Constitución Nacional de Venezuela.
En las operaciones de explotación y contrabando, participarían en una u otra medida Adriana Martínez Rodríguez, su esposo Álvaro Pulido y el socio de éste, Alex Saab, quien junto con Tareck El Aissami, ofrecen desde Latinoamérica un apoyo importante desde el punto de vista político y económico a sectores fundamentalistas islámicos de Medio Oriente.
Registros y contrabando a aéreo
Registros del Banco Central de Venezuela e investigaciones periodísticas han señalado a tres empresas particulares, dos con sede en Emiratos Árabes Unidos (EAU) y una en Turquía que se beneficiaron con el contrabando de oro venezolano. Una combinación de aviones privados, así como de Copa Airlines y Turkish Airlines, se han utilizado para transportar oro desde Caracas a Estambul. La empresa de los Emiratos Árabes Unidos, Noor Capital, junto con la empresa turca Sardes Kiymetli Madenler A.S y la firma belga Goetz Gold LLC, con sede en los Emiratos Árabes Unidos, se calcula comerciaron con un total de 73.2 toneladas métricas de oro venezolano.
Noor Capital vendió 27.396 toneladas del mineral. Sardes Kiymetli Madenler A.S intercambió 23.94. Goetz Gold LLC vendió 21.86 toneladas métricas. Goetz Gold LLC es un jugador reconocido en el contrabando mundial de minerales. Su base en Amberes, Bélgica, se conoce como «capital mundial del comercio de diamantes». La compañía exporta oro procesado de la Refinería de Oro Africana (AGR), de Uganda y Venezuela, distribuido a Europa y América. Se cree que una de las operadoras principales de varias de estas transacciones fue Adriana Martínez Rodríguez.
La refinería del consorcio belga es la más grande del África subsahariana. Los envíos de minerales de 2018 de Goetz Gold se originaron en el Aeropuerto de Maiquetía, cuyo nombre oficial es Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, transportados por la aerolínea Emirati Rotana Jet y la aerolínea rusa E-Cargo. Ninguna de las compañías opera formalmente vuelos comerciales a Venezuela. Turkish Airlines transportó 27 envíos de oro. 5 entregas viajaron a bordo de Copa Airlines (Panamá), Solar Cargo (Venezuela) Rotana Jet Airlines (EAU) y E-Cargo Airlines (UAE registrado). El transportista de un viaje no fue identificado. Varios de los envíos, sino todos, se piensa fueron coordinados por Adriana Martínez, Alex Saab, Álvaro Pulido, su socio Miguel Silva Pérez y el presidente de la compañía minera del Estado venezolano, MINERVEN, Adrián Perdomo.
Etiquetas: Alvaro Pulido, ELN. FARC, Trafico de Oro
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