Venezuela, uno de los puntos donde se acumula la cocaína

Por: VÍCTOR MÉNDEZ

Fuente: Diario de Pontevedra

Chegada do barco Karar, con un cargamento de droga. Porto de Vigo

Aunque la droga sigue siendo del colombiano, mafias criminales se suben al carro para obtener su parte del pastel

En el escenario internacional, en los últimos años se han hecho muy fuertes, además de los serbios, los miembros del Cártel de los Soles. Santos Bernal, jefe de la Udyco Central, explica que "protegen el narcotráfico. Venezuela no es un país productor, pero es un punto en el que se está acumulando gran cantidad de cocaína, y desde donde se está distribuyendo después a todos los países del mundo". Los cargamentos pasan de Colombia a Venezuela, "sobre todo al delta del Orinoco, y ahí se almacena. Incluso tienen algunos laboratorios de transformación, y desde allí se está distribuyendo tanto a Estados Unidos como a México y a Europa".

La reciente acusación de la DEA y la Fiscalía estadounidense contra buena parte la cúpula del gobierno de Maduro ha desembocado en una acción militar por parte de la administración Trump creando un muro mediante barcos de guerra. El Cártel de Los Soles se inició, según Estados Unidos, como una estrategia política para inundar su mercado de cocaína, pero pronto se dio cuenta del negocio y entró de lleno en él.

Bernal desvela que "este barco (en alusión al Karar que llegó a Galicia con 4.500 kilos de coca) ha pasado a través del muro de contención que están implantando los americanos. Atravesó una zona muy próxima a Puerto Rico. Es evidente que Venezuela es uno de los puntos más importantes de narcotráfico en el mundo".

El Karar evitó el bloqueo de Estados Unidos y se dirigió a Europa

Eloy Quirós, comisario general, añade que "los pesqueros que vienen con droga hacia Europa, ya desde hace años, parten de manera sistemática de Venezuela". Antonio Duarte, jefe de la Brigada Central de Estupefacientes, interviene para detallar que "cargan en el Orinoco por las facilidades que tienen allí. Las tripulaciones salen a faenar y a los 20 días se desplazan de la zona de río para que les bombardeen, o bien les salen lanchas rápidas y le cargan el material".

Bernal interrumpe para aportar nuevos datos. "Incluso tienen semisumergibles. Yo los vi en su día en el Orinoco. Estaban relacionados con Los Urabeños (clan del Golfo). El otro día intervinieron 3.500 kilos en Aruba y destituyeron al comisario general, que estaba involucrado en el tema. Detenerles es muy difícil, porque allí están interconectados unos con otros, dentro de su macrocorrupción, en la que también están implicados importantes políticos".

EVOLUCIÓN. 

Volviendo al momento actual, el comisario Duarte pronostica que "vamos a tener más operaciones de este tipo. Creo que aún no hemos frenado esta escalada". Y para explicar algunas de las claves de la evolución del narcotráfico entre Sudamérica y Europa, nadie mejor que Eloy Quirós. "Ha cambiado mucho. La clave son las nuevas tecnologías. Todo lo que sale en el mercado, todo lo que encuentran, y a cualquier precio, ellos lo adquieren, porque es su seguro".

El comisario general recuerda que en la operación Temple, saldada con la incautación de unos 13.000 kilos de cocaína en dos alijos, "empezamos el seguimiento sobre una cabina, al lado de un hotel de Ponferrada. De aquello partió todo. Ahora, y aunque se van repitiendo los nombres, emplean unos sistemas increíbles para comunicarse". Quirós añade que "cada vez saben mejor cómo trabaja la Policía, aunque no lo saben todo. Los sistemas de investigación contra el crimen organizado son secretos".

Los narcos se desviarán a Holanda, pero seguirán en Galicia

Duarte, molesto por la publicación en prensa de datos que ponen en riesgo no solo investigaciones, sino la propia vida de agentes y de confidentes, añade que "es muy perjudicial, aunque la información se filtre a través de abogados después del levantamiento de los secretos, que se publiquen cuestiones sensibles. Tenemos tan pocos instrumentos para investigar, las dificultades son tan grandes, que no podemos permitir que se desvelen. Lo difícil es detener y condenar, resulta muy complicado conseguir pruebas. Sí podemos decir que contamos con una baza importante, la colaboración internacional, una de nuestras líneas estratégicas. El intercambio de información y el poder trabajar de forma conjunta con otras policías resulta básico para romper los sistemas de seguridad de estos grupos".

Eloy Quirós cierra el tema explicando que "a lo largo de los años siempre ha habido una carrera entre ellos y nosotros en relación con las nuevas tecnologías. Parece que ellos siempre van por delante y nosotros detrás, pero al final llegamos y les detenemos. Y eso va a seguir así. Controlaremos una determinada tecnología, les cazaremos, y entonces el objetivo de ellos será hallar un nuevo sistema para comunicarse. El narcotráfico no se va a acabar. No hay ningún país que haya acabado con ello. Cambiarán de rutas, de estrategias, irán por Holanda o por Portugal, pero esto seguirá existiendo. Y la Policía también va a seguir detrás de ellos. Eso seguro".

La irrupción de nuevos actores en todas partes del mundo ha modificado ciertos aspectos del negocio, pero algunos siguen inalterables. Entre ellos está el papel del gallego, pero también el del colombiano, que, según el comisario general, "siempre tiene que estar, porque los laboratorios están en Colombia. El tráfico internacional de cocaína sigue en sus manos, lo que no quiere decir que no haya bolivianos o peruanos. Pero los grandes cárteles siempre serán colombianos. Ellos le venden al que le compra la mercancía, que puede ser un español, un americano o una persona de Europa del Este. Si esa persona es seria y fiable, si paga y si le asegura la entrada, el negocio está asegurado".

Sobre las causas del aluvión de alijos dirigidos a Europa a través de Galicia, los expertos apuntan al escenario de confinamiento que los colombianos creyeron favorable. "Algunos narcotraficantes han podido pensar que este era un buen momento, que la Policía no estaría operando bien por el confinamiento. Nunca he visto tantos alijos seguidos. Es que son muchos, y en este período. Puede ser que hayan pensado que estábamos todos confinados y hayan trazado esa estrategia".

Sin embargo, los gallegos sí sabían de la presencia de la Policía. Pero "ellos introducen lo que les traiga", apunta Duarte. "Lo han hecho ahora, y los que queden libres lo van a intentar el mes próximo con los veleros que lleguen o con otros mercantes". "Ellos siempre están pensando", añade Quirós. "Puede ser que después de estos golpes ellos vuelvan durante unos meses a Holanda o a Bélgica. Históricamente ha pasado. Metes presión en un punto y van a otro, como está sucediendo en el Sur de España. De la línea a Huelva o de Algeciras a otros puntos".

"Aquí una caída se paga con otra operación"

El momento en el que una organización de narcos pierde un alijo es de lo más complicado. Y en una conexión de al menos tres grupos que llevan la coca desde Colombia hasta Galicia, resulta clave conocer el punto exacto del decomiso. El comisario Duarte explica que "se responsabiliza el que esté encargado del barco en el momento de la intervención. En el tema de buscar culpables, es histórico que eso aquí no les preocupa mucho. Ellos leerán la prensa (para comprobar que la mercancía ha sido intervenida), enviarán a los abogados para enterarse bien lo que ha sucedido, y no hay problema para el colombiano. Simplemente le dicen al gallego que le tiene que hacer otra operación para recuperar las pérdidas". Eso es lo que sucedió, en teoría, en estas últimas semanas. Y volverá a suceder. "Lo malo es cuando falta la coca y no la ha cogido la Policía. Ahí sí que pueden rodar cabezas", añade Quirós, comisario general.

OTRAS SUSTANCIAS. La actual situación en relación con el tráfico de cocaína en Galicia puede hacerse extensible a otras sustancias, especialmente al hachís, cuyos alijos siguen cayendo por doquier en distintos puntos, todos ellos procedentes de Marruecos, pero también a las drogas de diseño y a la tan temida y destructiva heroína.

Sobre ello opina Santos Bernal, jefe de la Udyco Central, que explica que si bien no se aprecia un aumento del consumo de esta última droga, "tampoco se puede decir que haya descendido. Se mantiene estable. Sí ha habido un aumento de actividad policial para frenar a los grupos que trafican con ella. Cierto es que en comparación con las intervenciones que se hacen en Turquía o en Holanda, las de aquí son mínimas, pero el año pasado intervenimos más de 150 kilos, una cantidad que hacía tiempo que no se veía en España". Y pese a que el consumo no sube, el comisario Bernal admite que "es cierto que es un consumo muy llamativo por el aspecto de los que dependen de esa droga, que se sigue observando en zonas marginales. En Madrid, por ejemplo, esta presencia lleva a pensar que hay más heroína de la que realmente existe".

Duarte añade que "uno de los factores que podrían explicar la sensación de que se ha incrementado la presencia de heroína es el trabajo policial. Hemos hecho varias operaciones, en muchos casos debido a que los turcos que estaban en prisión están saliendo. Ocurre con ellos lo mismo que con los gallegos y la cocaína, el mismo proceso. En cuanto están en la calle nos ponemos detrás de ellos y a los pocos meses ya están trabajando".

"Les hemos vuelto a meter otra vez", apunta Bernal. "También influye la gran presión a la que estamos sometiendo a los albanokosovares establecidos en Galicia", opina Duarte. En cuanto al fentanilo, opiáceo sintético que causa miles de muertes al año en Estados Unidos, los especialistas no han detectado su presencia. "No tenemos apenas presencia del fentanilo. Sí ha aumentado la presencia de metanfetaminas. Hemos hecho varias intervenciones, la última de un contenedor procedente de México, relacionado con otra aprehensión que se realizó en Holanda".

Eloy Quirós manifiesta que con el fentanilo ocurre como con el crack, muy famoso en Estados Unidos pero que aquí nos llegó de forma menor cuando allí era la moda. En España las drogas son tradicionalmente el hachís y la cocaína. La heroína, como estamos más lejos, afortunadamente nos llega menos a España"