Ex-FARC Mafia en Venezuela
Fuente: InsightCrime
Ivàn Màrquez y Hugo Chàvez |
Venezuela actualmente es una base vital de operaciones para algunas facciones de las disidencias de las antiguas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Durante el conflicto colombiano, Venezuela proporcionó a la guerrilla corredores de narcotráfico claves, así como un lugar para escapar a la presión ejercida por las fuerzas de seguridad colombianas, realizar sus adiestramientos y reabastecerse de armamento. Desde la desmovilización de las FARC en 2016, luego de que los insurgentes firmaran un acuerdo de paz con el gobierno colombiano, Venezuela ha seguido cumpliendo un rol relevante para la mafia conformada por los desertores y disidentes del proceso de paz, para quienes este país se ha consolidado como un poderoso escenario de operaciones, que en muchas ocasiones ha funcionado con la venia del Estado y las fuerzas de seguridad venezolanas.
Historia
Venezuela fue una zona de operaciones para las FARC durante gran parte del conflicto colombiano, pero su importancia para el grupo creció exponencialmente con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999, y la perdida para los insurgentes de la zona de distensión decretada por el gobierno en 2002. Esto coincidió con la mayor presión de los grupos paramilitares y del gobierno Álvaro Uribe en Colombia (2002-2010), que se combinaron para convertir a Venezuela en una zona de retaguardia crucial para los guerrilleros.
Durante la presidencia de Chávez, hubo acusaciones de colusión entre las FARC, la cúpula del gobierno venezolano y las fuerzas armadas, por presunta provisión de soporte logístico y armas a la guerrilla. También hay evidencia de que las FARC colaboraron en el tráfico de narcóticos con células infiltradas en el gobierno, a quienes se conoce como el Cartel de los Soles, lo que condujo a las imputaciones contra altas figuras del gobierno, y a la imposición de sanciones a altos funcionarios del gobierno y a las fuerzas de seguridad por parte de la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Tesoro estadounidense (OFAC).
La cuestión de los campamentos de las FARC en Venezuela género un lío diplomático entre los expresidentes Hugo Chávez y Álvaro Uribe. Informes de inteligencia colombiana filtrados en 2010 estimaban que había cerca de 1.500 insurgentes de las FARC activos en 28 campamentos en los estados fronterizos de Apure y Zulia, en Venezuela. En los últimos años de la presidencia de Chávez, sin embargo, las relaciones colombo-venezolanas mejoraron con Juan Manuel Santos, y habrían menguado el apoyo de Chávez a la guerrilla.
Entre 2012 y 2016, el gobierno venezolano desempeñó un rol importante como uno de los cinco países garantes en las negociaciones de paz del gobierno colombiano con las FARC, que concluyeron con el desarme de los insurgentes en 2017. Sin embargo, Venezuela también se convirtió en refugio para los disidentes de las FARC que se negaron a participar en la desmovilización. Inicialmente dispersos y desorganizados, estos disidentes se reagruparon y crecieron en número ante los retrasos en la implementación de los acuerdos, al engrosarse sus filas con excombatientes desilusionados, para formar lo que InSight Crime llama en conjunto la ex-FARC Mafia.
En el momento hay distintas facciones de ex-FARC Mafia presentes en Venezuela. El estado de Apure ha servido de cuartel general a la Segunda Marquetalia, una red de ex-FARC formada por algunos de los principales negociadores de las FARC en los diálogos de paz, que abandonaron el proceso en 2018. Esta red tiene alianzas con otro grupo ex – FARC Mafia, el Frente Acacio Medina. También tienen presencia en Venezuela los Frentes 10 y 33, grupos de menor tamaño que hacen parte de la red de ex-FARC Mafia en Colombia, antiguamente coordinada por Miguel Botache Santillana, alias “Gentil Duarte”, muerto a principio del 2020.
Tal como sucedió durante el conflicto colombiano, para las ex-FARC Venezuela sigue representando refugio y acceso a importantes economías criminales, en especial el narcotráfico; pero también la minería ilegal y el contrabando. En muchos casos, estas redes han mantenido las alianzas que tuvieron las FARC con actores corruptos en la política y las fuerzas de seguridad, los que al parecer incluyen altas figuras en el régimen del sucesor de Chávez, Nicolás Maduro.
Pero estas relaciones se están haciendo más complejas e inestables debido a las crecientes rivalidades entre las facciones de las ex-FARC y dentro del estado venezolano. Estas tensiones han derivado en varios ataques a distintos grupos de las ex-FARC Mafia.
A comienzos del 2021, el ejército venezolano lanzó una operación fallida para expulsar al Frente 10 de Apure, las cuales han continuado hasta los primeros meses de 2022, cuando incrementaron los ataques de las fuerzas de seguridad venezolanas que, en conjunto con la acción del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y su guerra contra este frente, los han obligado a retirarse al departamento colombiano de Arauca.
Por otro lado, tres de los cuatro máximos líderes de la Segunda Marquetalia han sido asesinados en territorio venezolano y uno de ellos, Luciano Marín Arango, alias “Iván Márquez”, ha sido víctima de un intento de asesinato en Venezuela en junio de 2022, lo que demuestra que este país ya no es un espacio tan seguro para las disidencias guerrilleras como en el pasado.
Liderazgo
El liderazgo actual de algunas facciones de las ex-FARC Mafia es difuso, debido a los duros golpes que han recibido el Frente 10 y la Segunda Marquetalia, en Venezuela y Colombia. Sin embargo, los líderes del Frente Acacio Medina y del Frente 33 continúan ejerciendo control en distintos estados del territorio venezolano. A continuación, se detalla la situación de cada frente:
El liderazgo dentro de la Segunda Marquetalia es complejo. Tras la muerte de varios de los altos mando del grupo, como la de Seuxis Pausías Hernández Solarte, alias
Por su parte, el Frente Acacio Medina opera bajo el mando militar de Miguel Díaz Sanmartín, alias “Julián Chollo”, quien se ha consolidado en el estado de Amazonas, al sur de Venezuela, y controlar rutas del narcotráfico y minas ilegales de oro del Parque Natural Yarapacana.
Julián Chollo permaneció como mando medio en las extintas FARC hasta que en 2016 fue expulsado de la organización, junto con el de otros 4 comandantes, al “entrar en contradicción” con la guerrilla. Al distanciarse del proceso de paz, Julián Chollo pudo encabezar la reorganización de las disidencias guerrilleras.
Finalmente, el Frente 10 y el Frente 33, habrían trabajado en coordinación con el grupo que dirigía alias Gentil Duarte hasta su asesinato en Zulia en mayo de 2022. Luego de esto, Néstor Gregorio Vera Fernández, alias “Iván Mordisco” asumió el liderazgo de estas disidencias, pero su muerte en una operación militar en Caquetá, Colombia, en julio de 2022, ha creado dudas sobre el liderazgo de esa confederación de disidencias.
Actualmente, el Frente 33 está liderado por Javier Alonso Veloza García, alias “Jhon Mechas”, mientras que el Frente 10 estuvo dirigido por un antiguo mando medio de las FARC, Jorge Eliécer Jiménez Martínez, alias “Jerónimo” o “Arturo” hasta su asesinato en Arauca en febrero de 2022.
Geografía
Los grupos de las ex-FARC Mafia se han concentrado en la región fronteriza, aunque hay informes de la presencia del Frente Acacio Medina, hacia el interior del país, en el estado de Bolívar, sureste de Venezuela.
La Segunda Marquetalia radicó su base de operaciones en el estado Apure, desde donde sus antiguos líderes coordinaban con células en Colombia y mantenían la infraestructura para el tráfico de narcóticos. Pero, desde los ataques y las muertes de sus principales cabecillas, este grupo se ha debilitado de manera importante, lo que lo ha conllevado a perder poder y presencia en ese estado.
El Frente 10 ha controlado el territorio binacional que cubre las áreas de Apure y el departamento colombiano de Arauca, donde se beneficia del control de los pasos fronterizos. Sin embargo, debido al recrudecimiento de los ataques que ha sufrido desde inicios del 2022 por parte del ELN y las fuerzas de seguridad venezolanas, el grupo ha perdido un importante poder del lado venezolano de la frontera y se parece haberse retirado al departamento de Arauca, en Colombia.
El Frente 33 está asentado en gran parte en el foco de narcotráfico que es el Catatumbo, en el departamento colombiano de Norte de Santander. Aunque inicialmente solo hacía presencia esporádica en Venezuela, en 2021 comenzó a establecer una presencia más permanente en el estado de Zulia, que es un punto de salida importante para la cocaína producida en Colombia.
Mientras tanto, desde 2021 se ha denunciado la presencia del frente Acacio Medina en el Estado de Amazonas, especialmente cerca de la frontera con el departamento de Vichada, en Colombia.
Aliados y enemigos
En Colombia, las diferentes facciones de la ex-FARC Mafia convergieron de manera cada vez más ostensible en torno a dos polos de influencia: la red de disidencias liderada en su momento por Gentil Duarte, y la Segunda Marquetalia. Después de algunos intentos de unificar sus fuerzas, la relación entre ambos bandos se agrió, lo que se hizo evidente en Venezuela con la rivalidad entre la Segunda Marquetalia y el Frente 10 en Apure, aliado de Gentil Duarte.
Hay evidencia que permite afirmar que la Segunda Marquetalia ha mantenido nexos con el gobierno de Nicolás Maduro, quien declaró en público que Iván Márquez y Jesús Santrich eran “bienvenidos” en el país después de que abandonaron la desmovilización en Colombia.
En contraste, el gobierno ha tildado al Frente 10 de “terroristas” y ha atacado a esa guerrilla, a pesar de sus evidentes nexos con las unidades del ejército venezolano apostadas en la región.
Sin embargo, los negocios criminales de la ex-FARC Mafia en Venezuela se ven facilitados por alianzas con grupos criminales internacionales como el Comando Rojo (Comando Vermelho) y la Familia del Norte (FDN), de Brasil, y el Cartel de Sinaloa, de México.
Además, la rápida expansión ELN en Venezuela, los ha puesto a competir con la ex-FARC Mafia por las rutas de narcotráfico y contrabando en la frontera entre Colombia y Venezuela. En diciembre de 2018, se informó que las disidencias de las FARC, en particular la Segunda Marquetalia, habían sellado un pacto de no agresión con el ELN y trabajaban en conjunto en la coordinación de actividades ilícitas. Sin embargo, desde entonces se observan señales de tensiones e incluso de choques entre el ELN y algunas facciones de las ex-FARC, especialmente con el Frente 10.
Este pacto se habría roto complementa en enero de 2022, cuando se empezó a librar una violenta guerra por el control del territorio en Arauca, Colombia, y Apure, en Venezuela, entre el Frente 10 y el ELN.
Prospectos
Las distintas facciones de la ex-FARC Mafia en Venezuela enfrentan prospectos cada vez más divergentes en este país.
La Segunda Marquetalia ha resultado fuertemente afectada con el asesinato de tres de sus máximos líderes, además del atentado que sufrió Iván Márquez, lo ha golpeado la capacidad del grupo para actuar en Venezuela. Esto podría crear una crisis en la organización del grupo, mientras se determina con claridad quiénes quedarán al mando y cómo cambiarán sus capacidades, estrategias y aliados; además de una crisis externa debido al debilitamiento de las relaciones que mantenía el grupo con actores poderosos en el Estado venezolano, así como con otras facciones de las disidencias.
Mientras tanto el Frente 10, con el asesinato de su máximo líder alias Arturo, ha enfrentado mayores presiones bélicas, tanto en Colombia como Venezuela, lo que lo deja frente a su rival, el ELN. Asimismo, tras la muerte Gentil Duarte e Iván Mordisco, el proyecto de una confederación de disidencias, que en un inicio surgió con la comandancia de Gentil, podría estar amenazado.
Finalmente, el Frente Acacio Medina de Julián Chollo, continua su expansión en el estado venezolano de Amazonas, lo que ha aumentado las tensiones con las comunidades indígenas en el territorio. Aunque, de manera general, la relación entre las comunidades indígenas y la guerrilla no ha sido violenta, el crecimiento del Frente en el estado podría presionar aún más la convivencia entre ellos. Asimismo, la relación que mantenía con la Segunda Marquetalia puede verse en peligro de acuerdo a las crisis por las que estaría atravesando este último grupo.
Etiquetas: Cartel de los Soles, ELN. FARC BACRIM, narcotráfico, OFAC
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